Comunidad Valenciana

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El PP teme que unos 15.000 votos 'estériles' a C's decidan la gobernabilidad en Valencia

Lo ajustado de la dinámica de bloques de izquierda y derecha en el Ayuntamiento de Valencia empieza a dibujar un panorama en el que un puñado de votos puede decantar la balanza de la gobernabilidad a favor de María José Catalá (PP) o Joan Ribó (Compromís). Las encuestas sitúan a Ciudadanos fuera del hemiciclo municipal y se estima en unos 15.000 los votos 'estériles' que recibiría la formación naranja y que lastraría al PP como principal receptor de exvotantes de C's

Inés Arrimadas y Fernando Giner, junto al artista fallero Ximo Esteve Europa Press

El derrumbe de Ciudadanos (C's) en la ciudad de Valencia apunta a que va a dejar unos miles de votos 'estériles' que no tendrán representación en el hemiciclo municipal, pero que se pueden convertir en la llave de la gobernabilidad en el Ayuntamiento. A menos de seis meses de las elecciones, la foto de los estudios demoscópicos empieza a ser bastante fija y no parece que vaya a haber grandes cambios, lo que dejaría un consistorio con cuatro partidos frente a los cinco actuales.

La presencia del PP está garantizada y, además, como primera fuerza, salvo hecatombe imprevista. María José Catalá, su portavoz y, en breve, candidata, lleva la delantera de manera clara con entre 12-13 escaños frente a los 8 actuales. También formará parte del pleno municipal Compromís con el actual alcalde, Joan Ribó, como candidato. Todos los estudios apuntan a que será la segunda fuerza, aunque en esta ocasión con un margen más estrecho con el PSPV.

La ayuda de Yolanda Díaz

El efecto del proyecto 'Sumar' de Yolanda Díaz puede favorecer un tirón final de los nacionalistas valencianos –a los que la vicepresidenta del Gobierno ha situado como 'socios' prioritarios para las municipales del 28 de mayo–. Las encuestas le otorgan entre los 8-9 escaños frente a los 10 que tiene en esta legislatura.

El tercer partido en la ciudad será, según todas las encuestas, el PSPV encabezado por Sandra Gómez. De los 7 escaños actuales pasaría a 8, aunque su crecimiento no parece que vaya a ser tan sólido como el que se prevé para su 'jefe' a nivel autonómico, Ximo Puig. El menor respaldo a los socialistas en la ciudad de Valencia respecto al conjunto autonómico es un clásico en las últimas décadas y no parece que ahora vaya a ser muy diferente.

Y la cuarta formación que obtendría representación en el Ayuntamiento sería Vox. De los 2 concejales actuales se da casi por hecho que subirá a 3, aunque algunos estudios le otorgan hasta 4 concejales. La alianza con el PP, si se da la horquilla máxima, llegaría a los 17 que fijan la mayoría absoluta del pleno que tiene 33 ediles.

Quedarían fuera Ciudadanos que perdería sus 6 concejales y Podemos. que se quedaría de nuevo a las puertas de entrar en el Ayuntamiento como le sucedió en 2019.

Incertidumbre en el PP

Lo ajustado de las previsiones preocupa a los dirigentes del PP valenciano. María José Catalá y el presidente regional, Carlos Mazón, miran de reojo a esos votos de Ciudadanos que van a ir directamente a la 'basura' en términos de utilidad parlamentaria. La orden de Génova y el convencimiento del propio Mazón es no realizar ningún movimiento hacia Ciudadanos hasta que la formación naranja aclare su futuro.

La decisión de C's de concurrir a las elecciones –liderado por Inés Arrimadas, Edmundo Bal o una tercera vía– parece firme y ese es el peor escenario para el PP en una campaña tan apretada. Las previsiones apuntan a que Ciudadanos en la ciudad resistiría algo mejor que a nivel autonómico. En la capital del Turia esta formación tiene ya candidato, Fernando Giner, que es el actual portavoz del partido y que tiene un 'suelo' electoral bastante fiel.

La composición de ese electorado afín a Giner es lo que preocupa al PP, ya que se trata de un segmento muy definido de la sociedad valenciana con valores de tradición y referentes conservadores que antaño apostaban por el PP. La mayoría de los 14.000-15.000 votos que Ciudadanos podría obtener en las elecciones de mayo irían (de no concurrir la formación naranja) al zurrón del PP.

10.000 votos por escaño

El 'coste' del escaño en Valencia está en torno a los 10.000 votos, siempre que se supere la barrera del 5%, aunque a los partidos menos votados les cuesta casi 14.000 obtener un acta de concejal. Ese escaño de un Ciudadanos ausente del hemiciclo es el que podría decantar la balanza hacia un bloque u otro.

Fuentes de la dirección regional del PPCV consultadas por Vozpópuli apuntan a que cuando se clarifique el futuro de Ciudadanos comenzarán los 'contactos' para ver qué estrategia electoral se puede seguir para que el bloque de la derecha tenga las menores fugas posibles en las urnas. Las opciones si Ciudadanos va a las urnas se reducen, aunque en función de la evolución de las encuestas, los populares pasarán de solicitar, como ahora, un voto de unidad, a aludir directamente al voto útil que encarna el PP como alternativa clara al bloque de izquierda nacionalista.

La dirección nacional del PP también ve en riesgo la posibilidad de gobernar en la ciudad de Valencia –tal y como adelantó Vozpópuli– por la sangría de Ciudadanos y su resistencia a seguir adelante en las convocatorias electorales. Ahora bien, Valencia no sería la única en esta tesitura, ya que las fuentes de la dirección liderada por Alberto Núñez Feijóo ven el mismo peligro en ciudades como Málaga, La Palma, Lugo, Palencia, Ciudad Real y Badajoz.

Otros condicionantes autonómicos

Esta situación también se extiende a la pugna por gobernar algunas autonomías como Aragón o la propia Comunidad Valenciana, aunque, en este último caso, con matices. El PP que lidera Carlos Mazón está al frente en las encuestas, pero a diferencia de lo que ocurre en el Ayuntamiento de Valencia, tiene al PSPV de Ximo Puig pisándole los talones.

Alcanzar la primera posición puede ser determinante por la aplicación de la ley D'Hont y populares y socialistas están en una horquilla de 34-36 escaños, los de Mazón, y 33-35 diputados, los de Puig. El PSPV actualmente tiene 27 y el PP 19 diputados autonómicos. En tercer lugar, aparece Compromís que, después de la salida traumática de Mónica Oltra, parece haber recuperado algo de aliento y de sus 17 escaños actuales pasaría a 14-15, pero ya lejos de los 12 que alertaba alguna encuesta interna de la formación nacionalista hace apenas dos meses.

Vox sería la cuarta fuerza y de sus 10 diputados podría pasar también a 13-14 pese a que a aún no ha definido sus candidatos y se desconoce si podría tener más impulso o verse erosionado por la nefasta operación salida de Macarena Olona para los intereses de la formación que lidera Santiago Abascal.

Podemos, que tiene en la actualidad 8 diputados autonómicos en las Cortes Valencianas, se quedaría al borde de no entrar en el hemiciclo, aunque a día de hoy las previsiones aún le dan 5-6 diputados, apenas un punto por encima de la barrera electoral del 5%.

El PSPV 'pesca' en C's para las Cortes

La repetición del desplome de Ciudadanos en la ciudad de Valencia sería aún más acusado a nivel autonómico y a día de hoy estaría algo por debajo del 3% y con una previsión de obtener 75.000 votos. Estos votos estarían más repartidos entre PSPV y PP en caso de no ir C's a las urnas, a diferencia del electorado de la formación naranja en la ciudad de Valencia, que es más conservador.

Puig y Mazón libran la 'batalla' de Valencia para conquistar a uno de cada cinco votantes
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con Carlos Mazón, líder del PP valenciano. VPEuropa Press

Por ello, la incidencia de esta mala coyuntura de Ciudadanos será menor a nivel autonómico, donde un escaño 'cuesta' de media unos 26.000 votos. La partida para la Generalitat parece más bien en saber cómo quedará la pugna por el primer puesto entre PP y PSPV (con ventaja actual para los de Mazón) y en ver si Compromís ya ha tocado techo, o no, en su recuperación.

El resto de la fotografía preelectoral parece poco cambiante y, salvo giro inesperado, el nuevo presidente autonómico será Ximo Puig, con ayuda de Compromís y, quizás, no le hiciera falta ni Podemos; o Carlos Mazón, que necesitará inexorablemente el pacto con Vox y que los de Abascal no se desinflen en el tramo final.

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