La ciudad de Valencia ha quedado en tercer lugar en la final organizada por la Comisión Europea para determinar la capital europea de la Innovación y ha quedado por detrás de las otras dos competidoras: la mancomunidad francesa de Aix-Marseille-Provence Métropole (a la postre la ganadora) y la ciudad finlandesa de Espoo.
El alcalde de la capital del Turia, Joan Ribó, ha prometido "seguir trabajando en el progreso de la ciudad" que se ha quedado por segunda vez con la miel en los labios, pues en 2020 ya presentó su candidatura a estos mismos galardones con su estrategia de innovación Misiones Valencia 2030, superando todas las fases de evaluación y siendo reconocida por la Comisión Europea como una de las seis mejores ciudades europeas en materia de innovación, pero no logró hacerse con el título.
Cerca del 'doblete'
Valencia ha estado cerca de hacerse con un 'doblete' europeo, ya que recientemente fue elegida Capital Verde Europea para 2024 imponiéndose a la ciudad italiana de Cagliari. En esta ocasión, no ha sido posible alcanzar el máximo reconocimiento después de que el servicio municipal de Innovación, junto a un equipo transversal formado por el centro de innovación Las Naves, la fundación Valencia Activa y la Oficina de Ciudad Inteligente, presentara en agosto pasado la candidatura de la ciudad a la Capitalidad Europea de la Innovación (iCapital Awards) en su edición 2022.
Estos premios tienen como objetivo apoyar las buenas prácticas en innovación implementadas por las ciudades europeas en materia de gobernanza, experimentación, impulso de la innovación y tecnología. La ciudad ganadora ha recibido un premio de un millón de euros destinado a reconocer las prácticas innovadoras de la ciudad, elevar su nivel internacional y mejorar su capacidad como una urbe modelo en innovación. Las ciudades clasificadas en segundo y tercer lugar recibirán un premio de 100.000 euros cada una, o sea Espoo y Valencia.
Desde el Ayuntamiento aseguran que Valencia poseía muchas fortalezas para postularse con ese título que finalmente se ha escapado, entre ellas el ecosistema emprendedor más fuerte de España, con una tasa de nuevas empresas que triplica la de la siguiente ciudad, que es Madrid. Cuenta además con 150 entidades de la sociedad civil embajadoras de las Misiones Valencia 2030; un conjunto de proyectos innovadores ya en marcha (como Réquiem in Power o el Hyperloop por la movilidad sostenible), la infraestructura verde para la resiliencia (como los tanques de tormentas) o la consideración de la Marina como polo innovador, entre otras.
Actualmente Valencia está trabajando en la Misión Climática Valencia 2030, con el objetivo de convertir a esta capital en una ciudad climáticamente neutra. Además, la ciudad ya forma parte de las 100 ciudades que la Comisión Europea ha seleccionado dentro de la misión «ciudades inteligentes y climáticamente neutras».
Los criterios de evaluación de la Capital Europea de la Innovación de 2022 son: experimentar conceptos, procesos, herramientas y modelos de gobernanza que demuestren el compromiso de la ciudad de actuar como banco de pruebas para prácticas innovadoras. También acelerar el crecimiento de empresas altamente innovadoras, «startups» y pymes mediante el establecimiento de un marco jurídico favorable a la innovación; construir ecosistema, y expandir y actuar como modelo a seguir para otras ciudades apoyando la difusión y reproducción de soluciones probadas que impulsen el ecosistema de innovación local.
Además, las candidaturas debían demostrar su visión estratégica a largo plazo, destacando las iniciativas innovadoras que han contribuido positivamente a la transformación de la ciudad y que apoyarán aún más el desarrollo de un ecosistema de innovación sostenible y resiliente, asegurando la transición verde y digital.