Comunidad Valenciana

Las facturas en el cajón dejadas por el Gobierno de Puig superan ya los 1.700 millones de euros

Sanidad aglutina cerca de 1.200 millones de gastos sin consignación presupuestaria lo que se suma a los 400 de la Administración General y a los 125 de Servicios Sociales

  • Mazón y Puig conversan durante la constitución de la XI legislatura en las Cortes Valencianas -

La herencia que Carlos Mazón ha recibido del Gobierno de Ximo Puig es complicada en el aspecto económico. Las denominadas facturas en el cajón que hacen referencia a los acreedores por operaciones de gastos realizados en bienes y servicios, que no están reconocidos en los Presupuestos, han escalado hasta los 1.704 millones de euros.

Esta cantidad no es menor y representa casi el 5% del Presupuesto para 2024 que ha aprobado el actual Ejecutivo que preside Carlos Mazón y que está conformado por el PP y Vox.

La Intervención aflora más dinero

Llama la atención que el anterior conseller de Hacienda, Arcadi España, informó de la situación económica de la Comunidad Valenciana al abandonar el cargo y definió las cuentas de la Generalitat como "equilibradas y sin facturas en los cajones".

Esa afirmación de cumplimiento del 100% del pago de las operaciones que terceros habían realizado ya para la Administración autonómica distaba mucho de la realidad.

La Intervención de la Generalitat publicaba los datos de la ejecución presupuestaria unos días después (el 17 de julio) y explicitaba que había 1.389 millones de euros de facturas en el cajón de los que un total de 938 millones de euros correspondían a gasto sanitario; 346 millones a la Administración General; y 104 a Servicios Sociales.

Esta revelación generó en aquel momento las críticas del Ejecutivo de Mazón que veía como además tenía que afrontar otros 1.400 millones pendientes de pago a su llegada al Palau de la Generalitat.

Tres meses escalando

Esa fotografía no ha hecho más que empeorar a medida que se ha ido analizando la cuenta 413 (donde se recogen las facturas en el cajón) y en apenas tres meses esos trabajos ya realizados y que no han sido cobrados por sus ejecutores ni tiene aplicación presupuestaria han crecido cerca de un 20%.

La Intervención general informa que, a fecha del pasado 16 de octubre, las facturas 'ocultas' ascienden ya a un total de 1.704 millones de euros.

Esa cifra se distribuye entre la Administración General que aglutina 403 millones de euros; la de Servicios Sociales que suma 125 millones de euros y Sanidad que escala hasta los 1.175 millones de euros (más de 200.000 facturas en suministro de medicamentos, material sanitario o equipamiento médico).

Hay un dato que ofrece una idea clara de la cantidad de operaciones 'ocultas' del Gobierno de Ximo Puig en este año electoral. Así, los 1.704 millones de euros de facturas en el cajón se distribuyen en 443 millones provenientes de 2022 y 1.261 que corresponden al actual ejercicio: aún quedan tres meses para cerrar 2023.

Mazón vaticina 2.000 millones

Carlos Mazón lamentaba ayer que "el rojo chillón era el color de las alertas que salían al abrir los cajones de las consellerias" y avanzó que "solo en Sanidad me hablan ya de 2.000 millones de euros".

Esta cifra no es la que informa la Intervención de la Generalitat pero es cierto que en Sanidad, que es el área donde tradicionalmente se acumulan más facturas 'ocultas', el crecimiento de los últimos tres meses es de 240 millones de euros y siguiendo esa progresión cuando acabe el año podría superar los 1.500.

Hospital La Fe de Valencia
Hospital La Fe de ValenciaGVA

Estas cifras indican que del total de gasto corriente de Sanidad, cuya estimación para este año es de 2.400 millones de euros, se van a pagar por expediente de enriquecimiento injusto (sin contrato) más de 1.000 millones de euros.

Esto es, el 42% del gasto corriente que gestiona directamente Sanidad se está pagando sin soporte contractual, algo que desde la Conselleria de Hacienda afirman a Vozpópuli que está "totalmente alejado de la lógica presupuestaria".

Cambio de rumbo económico

El presidente valenciano también lamentaba ayer que el Gobierno anterior haya confundido la infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana con "una chequera" para gastar sin control.

Frente a ello, Carlos Mazón propone ser "realistas" con el presupuesto, atender a los pagos, elevar el nivel de ejecución, e intentar que el sistema de financiación se modifique para mejorar la situación de la Comunidad Valenciana.

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