Peter Lim ha perdido su primera batalla desde que es el máximo accionista del Valencia Club de Fútbol (2014) y se ha plegado a las condiciones que le ha impuesto el Ayuntamiento de la ciudad para la finalización del nuevo estadio y, sobre todo, para poder obtener beneficio urbanístico con la venta del suelo terciario de la parcela del actual Mestalla.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, y, especialmente la vicealcaldesa, Sandra Gómez, han conseguido que la presidenta del club Layhoon Chan (la mano derecha de Lim) haya aceptado en la reunión todas las condiciones del Ayuntamiento que no quería transigir en nuevas demoras después de 8 largos años de incumplimientos por parte del magnate singapurense. Ribó ha explicado que "ha habido un avance significativo", mientras que Gómez ha querido destacar que "hemos ganado en seguridad jurídica tanto para el club como para la ciudad".
Los principales hitos a los que Lim se ha plegado son tres. El primero es que para poder vender el suelo terciario –de la parcela donde está ahora a medio construir el nuevo estadio– el club valencianista ha de ingresar previamente los 8,1 millones de euros más IVA para construir el polideportivo que estaba previsto ejecutar para beneficio de los vecinos del barrio de Benicalap.
El segundo sería que una vez hecho superada esta fase, el Valencia ejecute las obras de finalización del nuevo estadio y sólo en el momento en el que estén finalizadas podrá la entidad que dirige Peter Lim comercializar los terrenos terciarios del actual Mestalla (que tiene hipotecados Caixabank).
70.000 espectadores
El tercer pilar de las negociaciones ha sido el aforo del estadio. El Valencia quería finalizarlo con apenas 50.000 pero finalmente ha aceptado que se inaugure con 66.000 asientos y otros 4.000 que podrían ampliarse en caso de necesidad como es la posible celebración de un Mundial de Fútbol o acontecimientos que aconsejen llegar hasta los 70.000 espectadores.
La ciudad gana seguridad porque 'ata' a Lim de pies y manos y si quiere obtener beneficios urbanísticos previamente tendrá que cumplir lo que prometió cuando compró la mayoría accionarial del club. Y también porque, de esta manera, el consistorio puede planificar cómo quedará urbanizada la zona que ocupa actualmente el estadio de Mestalla cuando éste sea derribado.
Sí que es cierto que, en la línea habitual de la improvisación en la gestión de Lim, el club ha entregado en la reunión de hoy un borrador del convenio final que tiene que firmar con el Ayuntamiento y que los técnicos municipales no han tenido tiempo de revisar. Es por ello que aún no se puede asegurar al 100% que esté todo acordado, aunque el encuentro de esta mañana ha supuesto un claro avance en la resolución del conflicto.
Sandra Gómez ha advertido que "con los continuos incumplimientos no estaré segura del todo hasta que haya un convenio firmado y comiencen las obras".
Por su parte, Javier Solís, el portavoz del Valencia C.F. en el tema del nuevo estadio ha salido de la reunión con "sensaciones positivas" y espera que "pronto se pueda desbloquear el convenio y comenzar las obras".