El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha ordenado la insumisión de la Comunidad Valenciana con el objetivo máximo de déficit del 0,1% que Pedro Sánchez ha marcado para el conjunto de Comunidades Autónomas para 2024. Y así quedó claro ayer en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrada en Madrid.
La decisión estaba tomada con antelación a ese encuentro (que ha llegado con año y medio de retraso) y como ya explicó en la jornada previa la consellera de Hacienda, Ruth Merino, "no habrá más ajustes", por lo que la Comunidad Valenciana mantendrá su objetivo de déficit en el 0,3%.
Sin reglas de juego comunes
La postura de Mazón es comprensible dentro del territorio que preside por la prolongada infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana en las dos últimas décadas. Ahora bien, en el conjunto de España está claro que se rompen las reglas de juego comunes.
Mazón no ha compartido desde el principio el diálogo bilateral que el Gobierno de España ha mantenido con los independentistas catalanes a la hora de establecer la condonación de deuda para Cataluña o las aportaciones negociadas directamente con los peones de Sánchez para esa Autonomía.
La lejanía de la Comunidad Valenciana con la financiación media de las Autonomías (unos 1.300 millones de euros anuales) hace imposible, según las fuentes consultadas por Vozpópuli en el Gobierno valenciano, "que se pueda hacer una ambiciosa incentivación de la economía desde el ámbito público".
Si se descuentan los gastos del Capítulo I del Presupuesto y los correspondientes al ámbito sanitario o educativo es difícil encontrar líneas potentes de ayuda económica de la Generalitat al estar lastradas sus cuentas por la falta de fondos que sí tienen otras regiones y que hacen que su productividad sea mucho más elevada que la valenciana.
No vamos a hacer más ajustes insjutos mientras a otros se les da manga anchaCarlos Mazón
La infrafinanciación está instalada de manera estructural en la Comunidad Valenciana y es por ello que Mazón ha ordenado no recortar más las posibilidades económicas del Presupuesto para 2024 que el Gobierno ha fijado para las Comunidades Autónomas en el 0,1% y para el propio Gobierno en el 2,9% tal y como se ha enviado como previsión de estabilidad presupuestaria a la Unión Europea.
"No vamos a hacer más ajustes injustos mientras a otros se les da manga ancha", asegura Carlos Mazón, quien va a ser inflexible en su postura contra las medidas fijadas por el ejecutivo de Sánchez.
En el caso de atenerse al déficit aprobado ayer por el CPFF (con el voto en contra las autonomías gobernadas por el PP, la cifra de gastos superior a los ingresos se vería recortada en casi 295 millones de euros y es algo que Carlos Mazón ya ha ordenado que no se va a producir.
El déficit máximo de cada autonomía se establecerá de forma individualizada en la próxima reunión del CPFF, aunque todavía no tiene fecha, por lo que no se puede conocer si se va abordar un déficit asimétrico (como ya sucedió en el pasado) y que genera tensiones entre territorios.
La titular de Hacienda del Ejecutivo central, María Jesús Montero, avanzó ayer en la reunión que las diferentes regiones recibirán un total de 154.467 millones de euros en 2024, lo que supone un aumento del 14,9% respecto al presente ejercicio (134.658 millones de euros de las entregas a cuenta y 20.746 correspondientes a la liquidación tributaria de 2022).
Cómo afectará ese reparto del 15% de crecimiento a la Comunidad Valenciana ya está claro y mejorará sus ingresos respecto al presente ejercicio –como ya había previsto hace unos meses la Airef– aunque mermados respecto a aquel informe.
En concreto, la Comunidad Valenciana contará el próximo año con 12.555 millones de euros en concepto de entregas a cuenta y con 2.699 millones por la liquidación definitiva del ejercicio 2022.
Mejorar la estructura, no la coyuntura
El objetivo, sin embargo, es que se aborde la reforma del sistema de financiación autonómica para que la Comunidad Valenciana no tenga que encomendarse a que lleguen de manera coyuntural más ingresos o a un Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) transitorio que sigue generando más deuda a la segunda autonomía en términos absolutos en este capítulo.
El orden del día contemplaba sólo la comunicación del objetivo máximo de déficit para las comunidades autónomas pero en el turno de ruegos y preguntas la consellera de Hacienda, Ruth Merino, incidió sobre la reforma necesaria del sistema.
En este punto no hay un compromiso calendarizado claro, más allá de comprometerse la ministra Montero a que se abordará a lo largo de la presente legislatura, algo que ya prometió en el pasado mandato sin que tuviera luego una ejecución real.
Tampoco hubo mención a una posible condonación de la deuda de cada región (más allá de la que ya se conoce de Cataluña, cuyos representantes no estuvieron ayer presentes en la reunión).
En su intervención, la consellera de Hacienda solicita al Gobierno que "habilite un fondo transitorio que permita a las regiones infrafinanciadas como la Comunidad Valenciana recibir los recursos necesarios para igualarse al menos a la media de Comunidades Autónomas de régimen común mientras se aprueba una nueva Ley de Financiación" de las Comunidades Autónomas".
El PSPV, con Montero
En clave interna de cohesión política en la Comunidad Valenciana tampoco hay unidad. El PSOE valenciano critica el voto en contra del déficit del 0,1% que la Comunidad Valenciana ejerció ayer en el CPFF.
El portavoz de Hacienda en las Cortes Valencianas (y muy probablemente próximo portavoz del grupo en sustitución de Rebeca Torró), José Muñoz, critica ese voto en contra de Mazón porque "aboca a recortes por valor de 432 millones de euros a los valencianos".
Para Muñoz, Mazón ha hecho "seguidismo del PP y de Ayuso" pero "no ha defendido a su tierra" y ha destacado que la ministra de Hacienda "ha abierto la puerta a una negociación sobre el cambio de modelo de financiación para esta legislatura y la condonación de la deuda para todas las Comunidades
Autónomas".
