El nombre de Marisa es el más comentado en los últimos días en el barrio de Ayora de Valencia. Esta mujer, de 77 años, fue brutalmente atacada cuando accedía a su casa. La víctima ya se encuentra estable dentro de la gravedad y el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional investiga el suceso para detener al autor de los hechos, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
A pesar de los rumores de los últimos días, los funcionarios aún no tienen en su poder el arma con el que se perpetró el ataque a Marisa. Las herida de la víctima, que son inciso contusas, invitan a pensar que podría ser un martillo o un hacha pero hasta que no se encuentre no se puede concretar el mismo, según estas mismas fuentes.
La brutalidad del ataque invita a pensar a los agentes en que detrás podría haber más que un simple intento de robo. El autor del mismo no llegó a sustraer ninguna pertenencia de su víctima en su casa.
El estado de Marisa
El juez encargado del caso ha decretado el secreto de sumario para ahondar con cautela y hermetismo en la resolución del suceso. Una de las claves será tomar el testimonio de Marisa cuando se recupere de sus dolencias.
La mujer ha tenido que ser sometida a varias intervenciones quirúrgicas en los últimos días. Se encuentra estable dentro de la gravedad, según estas mismas fuentes. Los especialistas de Homicidios ya tienen en su poder las imágenes de las cámaras de seguridad del recorrido de Marisa para analizar si tienen alguna respuesta.
En busca del arma
En las horas posteriores al suceso, se estableció un dispositivo en las inmediaciones de su casa para comprobar si el autor había abandonado el arma. Los esfuerzos fueron en balde pero prosiguen de forma discreta las diligencias.
Otro de los puntos claves de la investigación lo proporcionará las entrevistas con el entorno de Marisa. El perfil de la mujer invita a pensar que no tiene enemigos ni personas que desearan su mal. El trabajo de los funcionarios es ahondar en sus familiares para proporcionar respuestas a este deleznable suceso.
