La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha decidido dar la espalda a la petición del Gobierno valenciano de tener fondos complementarios en los próximos años que eviten su progresivo e inevitable endeudamiento.
La negativa de Montero supone que el Gobierno valenciano tendrá que pagar en 2025 casi 1.100 millones de euros de intereses por la financiación de la deuda autonómica, lo que supone casi el 7,5% del total de los recursos del Estado que llegan a la Comunidad Valenciana.
Adiós al fondo de nivelación
Estos cálculos de la Generalitat que preside Carlos Mazón, según las fuentes consultadas por Vozpópuli, suponen una losa para poder realizar unos presupuestos expansivos y unas políticas más ambiciosas tanto para la creación de empleo como para atender con calidad la prestación de competencias básicas como las de sanidad y educación.
La reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrada ayer en Madrid ha servido desde el punto de vista de la Generalitat Valenciana para constatar que el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez no está por la labor de hacer llegar un fondo de nivelación a la Comunidad Valenciana de 1.782 millones de euros anuales, hasta que se reforme el sistema de financiación autonómica.
9% menos que la media
Esa negativa es un problema para el Gobierno valenciano que vive desde hace casi dos décadas en una infrafinanciación perpetua respecto a la media nacional. Llegan entre un 8% y un 9% menos de recursos del Estado que a la media del resto de Autonomías.
Más allá de la bilateralidad de las negociaciones entre el Gobierno y Cataluña, con la investidura de Salvador Illa como telón de fondo, a la Comunidad Valenciana le falta oxígeno financiero y en esta ocasión tampoco lo tendrá y, como mínimo, hasta diciembre no tendrá la oportunidad de plantearlo en la nueva reunión del CPFF que se ha de celebrar dos veces al año.
Contener la deuda
Sin aportación extra en forma de un fondo de nivelación y sin reforma del sistema a la vista en esta legislatura (por la complicada aritmética parlamentaria que obliga a Sánchez a depender de innumerables partidos con intereses contrapuestos), al Gobierno valenciano le queda una ardua tarea para intentar no desbocar la deuda en la medida que ya sucedió en el último ejercicio del Ejecutivo de Ximo Puig (por encima de los 3.800 millones de euros).
El presidente autonómico valenciano, Carlos Mazón, está "especialmente molesto" con la negativa del Gobierno, según confirman a este medio fuente de su entorno más cercano. Y es que ya para este ejercicio el gasto por intereses de la deuda se ha disparado un 112% alcanzando los 870 millones de euros.
Pago de intereses
La falta de recursos adecuados ha situado la deuda de la Generalitat Valenciana al cierre de 2023 en 57.993 millones de euros, un 5,38% más que el año anterior. Y las previsiones apuntan a que sin mayores aportaciones del Estado esa deuda puede suponer en 8 años el 55% del PIB regional, con una carga financiera de pago de los intereses superior a los 1.500 millones de euros.
Los grandes cambios que necesita la Comunidad Valenciana en matera de financiación autonómica no van a llegar y de esta manera el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) seguirá siendo el referente para solicitar recursos que permitan enjugar el déficit anual.
300 millones
La única noticia positiva de la reunión para la Comunidad Valenciana, al igual que para el resto de Comunidades Autónomas, es que el objetivo de déficit que debía ya estar en un superávit del 0,1% para 2025 y 2026, se va a rebajar dos décimas y se quedará en el 0,1% de déficit para el trienio 2025-27.
En el caso de la Comunidad Valenciana ese margen mayor que el previsto inicialmente supondrá unos 300 millones de euros par 2025.
Aún así, la consellera de Hacienda, Ruth Merino, recuerda que las Comunidades Autónomas "soportan el 32% del gasto público pero solo se les autoriza el 4% del déficit, mientras la Administración General del Estado se reserva el 96% restante”.
La Generalitat Valenciana podrá así elaborar sus Presupuestos para 2025 sobre una base más sólida que el año pasado donde no conocía ni el objetivo de déficit ni las entregas a cuenta que este año se podrían incrementar un 9% (aunque tampoco se conoce la cifra prevista por el Gobierno para la Generalitat).
La dificultad para confeccionar unos Presupuestos tendrá este año para el Ejecutivo de Carlos Mazón una dificultad añadida como es que su exsocio de Gobierno, Vox, ya no forma parte del Consell y subirá sus exigencias en el trámite parlamentario.
marqueslinchado
No me dan pena, ni Spalko, ni el Moro.