La situación de colapso en el hospital de Alzira se sigue agravando y según ha informado el sindicato CSIF hay pacientes que están esperando hasta 40 horas la asignación de una cama en planta por lo que han exigido "mejoras inmediatas".
La central sindical avisa del atasco que soporta el servicio de Urgencias por falta de personal y medios que ha provocado que esta mañana fueran ya un total de 37 pacientes los que están a la espera de poder ser ingresados. Algunos llevan esperando 40 horas y otros muchos otros más de 24, por lo que han exigido más personal y la necesidad de aumentar en un centenar las camas en planta que existen actualmente.
3 camas en Urgencias en vez de 2
“La situación resulta insostenible”, han alertado las mismas fuentes y han explicado que "los boxes del servicio de Urgencias han sido habilitados con tres camas en lugar de dos", y que hay otros 26 pacientes en este mismo servicio esperando, en función de su evolución, para decidir si tienen que ser ingresados o retornan a sus domicilios.
El sindicato recalca que “tanto la plantilla como las instalaciones del hospital no están dimensionadas para atender un área de 270.000 personas” y esta circunstancia se traduce, por ejemplo, en la falta del personal necesario en servicios tan básicos como Urgencias, que necesita de más profesionales de todas las categorías, como médicos, Enfermería, TCAEs, celadores, administrativos o técnicos de rayos.
“El personal se halla exhausto y frustrado porque la carencia de los medios indispensables les impide ofrecer la asistencia en los parámetros que consideran imprescindibles”, han lamentado. Además, en esta línea, apuntan que esta falta de los suficientes profesionales está derivando en “denegaciones de permisos a trabajadores porque no contratan a profesionales para sustituirlos y los servicios se encuentran bajo mínimos”.
La falta de medios profesionales y las instalaciones indispensables para poder ofrecer una atención con la calidad necesaria al conjunto de pacientes del departamento de salud de la Ribera es una reivindicación que los sindicatos llevan meses defendiendo ante el claro deterioro de la prestación sanitaria.
La reversión que la Generalitat que preside Ximo Puig realizó en este centro hospitalario (que anteriormente tenía un concierto de gestión con el grupo Ribera Salud) no está funcionando como esperaba y las quejas en la demora de la atención básica hospitalaria han ido en aumento por parte también de los usuarios.
