Comunidad Valenciana

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, contra la política de Ribera: "El ecologismo radical mata"

Cristóbal Aguado lamenta la inacción a la hora de limpiar cauces y barrancos, así como la falta de infraestructuras de almacenamiento y retención

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, se ha mostrado indignado con la política medioambiental del Gobierno de España en los últimos años lo que a su juicio ha agravado los efectos de la DANA que asoló la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. En su reflexión, Aguado, lamenta que la filosofía empleada por los responsables de la limpieza de cauces y barrancos (el Ministerio que encabeza Teresa Ribera) ha sido letal: "El ecologismo radical mata", ha afirmado.

 

Aguado explica en su artículo, al que ha tenido acceso Vozpópuli, que "un absurdo pseudoecologismo radical ha impedido que se hiciera lo que el sentido común y la ciencia apremian. Despegar los pies de la tierra y escribir en el aire, pensar que se debe dejar todo natural y aprobar leyes de la huerta sin tener en cuenta a las personas que hacen posible esa huerta, o leyes de restauración de la naturaleza que destruyen la agricultura, ese ecologismo radical, como hemos visto, mata".

La legislación de Ximo Puig

La ley de la Huerta a la que hace alusión es la aprobada por Ximo Puig y que impidió que se hicieran infraestructuras de encauzamiento del temido barranco del Poyo.

 

El veterano agricultor lamenta la imprevisión política porque "a priori, sabes que una DANA es un fenómeno que va a provocar problemas. Desconoces exactamente cuántos litros van a caer por metro cuadrado, o qué zonas concretas van a ser las más castigadas. Pero esta parte del Mediterráneo es propensa a estos temporales, han ocurrido siempre y lo más seguro es que vuelvan a suceder".

 

Pese a ello, denuncia que no se han aprendido lecciones pasadas y recuerda que "cuando la riada de 1957 los valencianos aprendimos que había que evitar que la lluvia volviera a arrasar la ciudad y se hizo un cauce nuevo del río Turia. Pero en los últimos años los gobernantes parecían haber olvidado la lección y no hicieron prácticamente nada a pesar de las advertencias que veníamos diciendo desde AVA-Asaja".

 

Más infraestructuras

 

Cristóbal Aguado destaca que el episodio de lluvias torrenciales del pasado 29 de octubre "ha puesto de relieve que necesitamos más infraestructuras de almacenamiento, retención y conducción de agua que hubieran minimizado el impacto. ¿Cuánto tiempo llevamos hablando de construir una presa en Vilamarxant, una presa en Cheste o una conexión de los distintos ríos y barrancos? Fijaos en el papel que hizo la presa de Forata: ¿si no llega a estar, qué más hubiera pasado?".

 

Sobre la política del departamento de Teresa Ribera lo tiene claro: "También hemos estado insistiendo en la necesidad de limpiar los cauces y barrancos. Porque si no se hace, e incluso si se multa a los agricultores y vecinos que quieren dar un uso a las cañas como hacían toda la vida, las aguas torrenciales, repletas de material vegetal, rompen puentes y todo a su paso. ¿Que hay zonas inundables donde no debería haberse construido? En esos casos, ahora ya está edificado y lo único que podemos hacer es protegerlo de futuras inundaciones".

 

El presidente de la asociación agrícola reconoce que "lo primero es ayudar a todos los damnificados y, lo segundo, decidir cómo evitamos que esta catástrofe vuelva a suceder".

 

Aparcar la ideología

 

Aguado denuncia que "todas estas infraestructuras a las que aludía no se han hecho básicamente por ideología" y muestra el hartazgo de que "las riadas, una y otra vez, castiguen al sector agrario. Estamos cansados de replantar árboles de nuestro bolsillo, de rehacer caminos, reactivar pozos de riego, recolocar vallas y recomprar maquinaria".

 

Por ello, el presidente de AVA-Asaja pide a los políticos que haya consenso. La factura de la DANA en las explotaciones agrarias y ganaderas supera los 1.000 millones de euros.

 

Aguado pide que "una vez apoyemos rápidamente a todos los afectados en todos los niveles, no perdamos ni un minuto en anteponer la ciencia a la filosofía, en buscar expertos que alcancen un plan de futuro consensuado de todos los partidos políticos y en poner en marcha una nueva política hidrológica para evitar que otra DANA cause tantos daños y mate. Y si de paso nos permite almacenar más agua en tiempos de sequía, pues mejor".

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