La salida del poder de Ximo Puig y la indefinición sobre su futuro a medio plazo está provocando una larga indigestión en el PSPV y, sobre todo, mucha incertidumbre sobre el rumbo que ha de tomar el partido para recuperar la Generalitat en 2027.
El expresidente valenciano continúa a nivel orgánico como secretario general y, por lo tanto, controlando todo el proceso sucesorio que no avanza porque no descarta repetir como candidato dentro de cuatro años.
Esa aventura, no obstante, parece muy difícil porque resultaría inédito que un presidente autonómico, después de estar 8 años en el poder, intentara recuperarlo tras haber perdido el respaldo mayoritario de los ciudadanos.
Celebración de primarias
Además, tendría que superar antes un proceso de primarias en el PSOE valenciano donde, a diferencia de cuando Puig gobernaba, sí hay personas interesadas firmemente en relevarlo.
Puig se mueve en la ambigüedad en este terreno, aunque sus hechos demuestran que donde más empeño ha puesto en este arranque de la legislatura autonómica es en la política nacional.
El líder socialista está haciendo méritos para que lo incluyan en la carrera por el Ministerio de Política Territorial. Su nivel de compromiso con la consulta que Pedro Sánchez ha realizado a la militancia para que aprobaran el acuerdo con Sumar y otros partidos (en la letra pequeña estaba el sí a la Ley de Amnistía), ha sido total.
Tándem con Zapatero
Ximo Puig ha grabado videos, ha realizado un llamamiento a la participación de los militantes socialistas valencianos que finalmente han dado un sí mayoritario a la petición de Sánchez, aunque un 38% del censo ha eludido participar.
La minicampaña interna ha sido intensa e incluso ha contado con la participación estelar de José Luis Rodríguez Zapatero en el acto central celebrado el pasado viernes en Valencia.
Este control del partido por parte de Puig provoca que, a nivel orgánico, no haya voces discordantes o puntos de vista alternativos que de otra forma sí surgirían, según han asegurado a Vozpópuli diversas fuentes del partido.
Y esto no sucederá, al menos, hasta otoño de 2024 que es cuando Ferraz estima que podrían tener lugar los congresos en los diferentes territorios.
Ausente en las Cortes
La secretaría general del PSOE valenciano que desempeña Ximo Puig, se suma, además a la presidencia del grupo parlamentario en las Cortes Valencianas. Allí está dejando demasiadas veces su escaño vacío. Esa ausencia se nota especialmente en las sesiones de control al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón: dos hasta la fecha.
Rebeca Torró, la portavoz socialista en las Cortes trata de convertirse en la referencia del grupo pero la sombra de Puig acaba por tapar su empuje.
Mazón tiene fácil escabullirse de las preguntas incómodas aludiendo a las ausencias de Puig y, sobre todo, para crear la sensación de abandono del 'jefe' de los socialistas valencianos a las materias de interés autonómicas.
Los 'suyos' los blindan por ahora
Torró, al igual que el portavoz adjunto Arcadi España o la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, son las personas más cercanas a Puig y las que figuran en más quinielas para sucederle dentro de su 'corriente' si decide dar un paso al lado.
Hasta la fecha los tres blindan a Puig sea cual sea su destino final, aunque a medida que avance la legislatura esa situación puede matizarse.
Ximo Puig sí está, por contra, casi todos los lunes presidiendo la coordinación institucional del PSPV y muchos viernes valora temas de actualidad política valenciana y nacional flanqueado por Torró y España.
Ese 'tutelaje' interno contrasta con sus ausencias sonadas en las Cortes Valencianas para ir al Senado o a otras cuestiones de ámbito nacional y generan en el PSPV, según las mismas fuentes, una situación "incómoda".
Los rivales de otras 'corrientes'
Las próximas semanas pueden despejar ese horizonte para los socialistas valencianos, ya que si Pedro Sánchez es investido, decidirá rápidamente su Ejecutivo y Puig tendrá o no destino ministerial. Si esa circunstancia sí se produce es muy probable que el proceso de sucesión al frente del PSPV se acelere.
En caso contrario, el expresidente valenciano tendrá más argumentos (y tiempo) para intentar que alguno de sus colaboradores sea el próximo guía del socialismo valenciano.
Enfrente, al margen de Carlos Fernández Bielsa (alcalde de Mislata y secretario general de la provincia de Valencia) que se da ya por seguro que concurrirá a las primarias; tendrá a buen seguro a Alejandro Soler (secretario general de la provincia de Alicante) como uno de los principales adversarios –ya sea en primera persona o con personas de la órbita de la incipiente alianza con José Luis Ábalos–.
Pedro Sánchez también puede intentar colocar a gente de su confianza y el nombre de la ministra de Ciencia, Diana Morant, siempre ha estado sobre la mesa.
Lo estuvo para ser candidata a la Alcaldía de Valencia y puede formar parte de esa nómina de aspirantes socialistas a la Presidencia de la Generalitat si el secretario general del PSOE así se lo pide.
maullador
Ximo Puig está en el ocaso de su carrera política, pero al igual que P. Sánchez intenta conseguir un cargo antes de perder el actual. No creó que Sánchez haya olvidado que en su día X.Puig dio su apoyo a su adversario, es de los que ni olvidan ni perdonan, por esto X.Puig está intentando hacer méritos para conseguir un cargo apoyando la amnistía. Así es de rastrero, pero le va a servir de poco.,Hasta la vista baby.