La negociación para la rebaja del listón electoral al 3% para acceder las Cortes se va a prolongar hasta poco antes de la disolución de la Cámara. Ximo Puig apurará esta posibilidad a través de su grupo parlamentario, con la ayuda de Compromís y Podemos, a la vista de que tiene alguna remota opción de salir adelante y que ese esfuerzo de 'persuasión' podría servir para que Podemos garantizara su presencia en el Parlamento autonómico y redujera las posibilidades de gobernar al PP que encabeza Carlos Mazón.
Las Cortes se han convertido en una especie de zoco en el que el voto de apoyo o rechazo a la rebaja de la barrera electoral –que está actualmente en el 5%– cotiza al alza. Hasta final de marzo no se puede dar todo por perdido o ganado en este asunto y desde el entorno de Puig han asegurado a Vozpópuli que "todo sigue igual, no hay mayoría de momento".
Cs lo apoya pero puede tener 'fugas'
Los 66 votos necesarios para que la reforma salga adelante (dos tercios de los diputados) no están ahora mismo del lado de Puig y sus socios. El margen es muy estrecho y tal y como adelantó Valencia Plaza la postura unitaria de Ciudadanos es clave en la resolución de la iniciativa y, en principio, han llegado al acuerdo de apoyarla. Los 13 votos de Ciudadanos más los 52 de PSOE, Compromís y Podemos dejarían a sólo 1 voto los 66 exigidos para reformar la ley.
Ahora bien, este medio ha podido constatar que hay al menos dos diputados que, llegado el momento, tienen decidido romper la disciplina de voto del grupo parlamentario de Ciudadanos que encabeza Mamen Peris. Esta decisión estaría relacionada con un paso de ambos a las filas del PP siguiendo el camino de la anterior portavoz de Cs en las Cortes, Ruth Merino. Y hay otra diputada que ha mostrado dudas al respecto de votar a favor, aunque no lo explicitó en la reunión con su grupo parlamentario.
Es esta incertidumbre la que ha impedido a Puig dar la orden de llevar a las Cortes esa reforma de la Ley Electoral Valenciana en el próximo pleno (el último ordinario) porque entiende que no sería una buena imagen perder la votación de manera clara a las puertas de las elecciones autonómicas. Eso no significa que Puig haya arrojado la toalla, es más, las negociaciones se apurarán hasta que den los números (apoyados con un compromiso por escrito) o se descarten de manera definitiva.
Peris al CJC o a Transparencia
Hay quien asegura, dentro del grupo parlamentario de Ciudadanos y también en el grupo de no adscritos, que esta maniobra de Puig y sus socios de Gobierno no tiene a la figura de Mamen Peris por casualidad. Las fuentes consultadas por este medio afirman que la portavoz de Ciudadanos habría pedido a Puig durante el encuentro que ambos mantuvieron –con ocasión de la llegada de Peris a la portavocía de Ciudadanos– la posibilidad de formar parte del Consejo de Transparencia o, en su defecto, del Consejo Jurídico Consultivo.
Esta cuestión habría provocado malestar entre algunos de los miembros del actual grupo parlamentario de Ciudadanos que lo ven como una maniobra de la portavoz de garantizarse su futuro al margen del resto de compañeros. A Puig esta petición le saldría muy 'barata' si la contraprestación es garantizar que Ciudadanos, por un lado, apoya la rebaja del listón electoral y, por otro lado, se presenta a las elecciones autonómicas y resta votos a la candidatura de Mazón que apunta a ser la primera fuerza.
En el hipotético caso de que Mamen Peris consiguiera que no se rompiera la disciplina de voto y los 13 diputados de Ciudadanos siguieran su recomendación (tal y como recoge el acuerdo de grupo al que han llegado), todas las miradas se girarían hacia 3 de los 6 diputados no adscritos: dos ex de Ciudadanos, Cristina Gabarda y José Antonio Martínez y la exdiputada de Vox, Rebeca Serna.
Las dudas de 3 no adscritos
El apoyo de uno, dos o los tres (depende de las 'fugas' que se produjeran en Ciudadanos) sería necesario para sacar adelante la rebaja al 3%. Serna, en principio, ha dicho que no aunque de manera poco contundente; Gabarda era contraria pero tampoco mantiene un posicionamiento sólido y Martínez es el que más silencio ha guardado al respecto.
El PP, mientras, mira de reojo esta situación sabedor de que la entrada de Podemos en las Cortes y la posible de Ciudadanos podría restarle unos escaños decisivos para gobernar. Y es que Vox no parece atravesar su mejor momento y en el PP preocupa que si en las municipales de Madrid les dan apenas un 7% de apoyo las encuestas manejadas por los populares, esa cifra (aunque sea más alta) en las autonómicas de la Comunidad Valenciana, no sirva para sumar con los populares los 50 escaños necesarios.
No nos interesa cambiar las normas a mitad de la partidaCarlos Mazón
Es por ello, que la 'tranquilidad' con la que Carlos Mazón contempla esta situación no deja de sorprender. Ayer mismo comentaba al ser cuestionado sobre la posible rebaja del listón electoral que "es algo que ni nos ocupa ni nos preocupa, no vamos a perder un minuto en eso. No nos interesa cambiar las normas a mitad de la partida". Y lamentaba que "bastante tiene la gente como para ver que los políticos están viendo cómo de grandes son las posibilidades de sentarse en un sillón de las Cortes".
Todo apuntaría a que detrás de esa relajación estaría el posible paso a las filas del PP de dos diputados de Ciudadanos y que esa circunstancia estuviera ya 'atada'. De ser así, obligaría a Puig a convencer a tres de los diputados no adscritos, algo que no parece ahora mismo que sea verosímil.
Encuestas reñidas
Las próximas semanas van a determinar qué sucede con el número mínimo de votos que hacen falta para entrar en las Cortes Valencianas antes de que el 3 de abril, como máximo, Puig disuelva el Parlamento y convoque las elecciones autonómicas para el 28 de mayo para hacerlas coincidir con las elecciones de carácter municipal.
Las fuentes consultadas por este medio revelan que, en cualquier caso, esta implicación en la trastienda de las negociaciones de Ximo Puig pone de manifiesto que la igualdad en las encuestas que manejan en Presidencia puede ser mayor de la que exhiben de puertas hacia afuera. La lucha por ser primera fuerza puede ser clave a la hora de conformar el Gobierno para la próxima legislatura y el PP parece llevar un cuerpo de ventaja, aunque si finalmente entra Podemos (seguro si el listón es del 3% y más apurado si es el 5%) la reedición de un tercer Gobierno de coalición con PSOE, Compromís y la formación morada sería más factible.
Termopidas
Es vergonzoso...Cs...mejor que desaparezca...y decían que venían a regenerar...
S.Johnson
Estos cambios en las reglas de juego no deberían ser válidos hasta, al menos, después de las próximas elecciones. No es mas que un tongo descarado de los que están en el poder para intentar no perderlo. Es una trampa antidemocrática típica de dictadorzuelos bananeros.