Un hombre de 37 años y nacionalidad senegalesa ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a una pena de un año y seis meses de prisión por agredir sexualmente a una menor de 17 años a la que conoció a las puertas de una discoteca del municipio alicantino de Denia, aunque dicha pena queda conmutada por la medida de expulsión del territorio nacional.
El Tribunal de la Sección Décima de la Audiencia de Alicante que enjuició el caso considera probado que el ahora condenado, que estaba en situación irregular en España, practicó tocamientos en los órganos sexuales de la joven en contra de su voluntad, después de entablar una conversación con ella en la que se intercambiaron los teléfonos. Los hechos objeto del proceso transcurrieron entre las 04.00 y las 05.00 horas del 1 de noviembre de 2021. La sentencia relata que la menor salió de la discoteca en la que se encontraba para tomar el aire, lo que permitió que el encausado se aproximase a ella con la intención de hablar. Ambos iniciaron una conversación, sentados en un banco, hasta que ella decidió que se tenía que marchar. En ese momento, el acusado le enseñó un preservativo, le pidió que le acompañase a una zona tranquila y le dijo que “su novio no se iba a enterar”. Sin embargo, ella se negó y se levantó del banco con la intención de regresar a la discoteca en la que estaban sus amigas. No obstante, el condenado la cogió por la cintura, la obligó a sentarse y le tocó los genitales. La joven volvió a levantarse, pero el acusado se abalanzó sobre ella y la tiró al suelo. Con todo, la víctima pudo levantarse y huir descalza para regresar a la discoteca.
El Tribunal confiere toda la credibilidad al testimonio de la joven por su persistencia, frente a la versión ofrecida por el procesado, que solo admitió haber entablado una conversación con ella. Y, además, considera que la declaración de la chica estuvo corroborada por el testimonio de sus amigas. De este modo, la Audiencia de Alicante considera al acusado autor de un delito de agresión sexual castigado con una pena de un año y seis meses de prisión, al que añade la medida de alejamiento a una distancia de 300 metros respecto a la víctima por un tiempo de seis meses, además de dos años de libertad vigilada. También establece que el condenado deberá indemnizar a la víctima con 1.500 euros por el daño moral ocasionado y con 320 euros por las heridas provocadas durante el forcejeo. No obstante, la Audiencia de Alicante resuelve conmutar la pena de privación de libertad por la medida de expulsión del país con la prohibición de regresar a España en el plazo de cinco años. La sentencia es recurrible en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
mamaSofi
si la sentencia es recurrible, nos lo vamos a comer con patatas y mantenerlo
Sin_Perdon
Una niña de 17 años intercambia número de teléfono con un tiarrón extranjero de 37. Un tío al que no conocía de nada y que después abusó de ella. ¿De verdad que nadie ve el problema?. Solas y borrachas no saben ni lo que quieren.
S.G.P
Que decir de estos trileros, si ponen un circo pues les crecen los enanos, y siempre envueltos en corrupcion caso mediador etc, pero los del PP tampoco lo hacen bien , tanto monta, monta tanto como Isabel cómo Fernando. Y entre medias la modelitos sonriente, junto con los nacionalistas , separatistas y etarras etc, así nos luce el pelo , y lo peor que seguimos dando la confianza del voto, sin reflexionar, siempre hay alternativas.
Norne Gaest
Medidas leves. La expulsión debía ser complementaria al cumplimiento de una pena mas rigurosa, pena a cumplir bien aquí o en su país de origen. Y las tasaciones económicas son igualmente ridículas Pero así están las leyes penales: en función de los delincuentes. Este sujeto, si efectivamente se le expulsa, en un viaje que probablemente pagaremos los contribuyentes, también probablemente volverá a España en cuanto quiera. Estaría bien saber de que vive, si situación legal y como entró en España.
Gala
Esa nueva ministra tan sensible con los niños ucranianos tomará buena cuenta .Que se lo pasen a su despacho para una mejor solución del conflicto, seguro que al monstruo no le expulsan después de haber hablado con esta santa mujer. Quién nos ha visto y quien nos ve...