La dicotomía que vive Diana Morant a caballo entre el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la secretaría general del PSPV empieza a levantar voces críticas en la federación socialista valenciana que reclaman su salida del Gobierno, tal y como confirman diversas fuentes a Vozpópuli.
El debate de Política General que tuvo lugar ayer en las Cortes Valencianas avivó ese debate interno que ha estado latente desde que Pedro Sánchez impuso a la política gandiense como sucesora de Ximo Puig frente a otras opciones como las de los secretarios generales provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, respectivamente.
La ausencia de Diana Morant en la tribuna de invitados de la Cámara autonómica implicaba que no podía replicar, ni siquiera en los pasillos, al presidente autonómico, Carlos Mazón.
Una ausencia comentada
Este es el debate de mayor calado político del año (al margen del que tendrá lugar para la presentación de los Presupuestos) en las Cortes Valencianas y donde se exhibe una hoja de ruta para la legislatura por parte del presidente de la Generalitat.
En el PSPV se asume que el cargo de ministra le otorga mucha visibilidad en determinados actos, como ha sucedido en la apertura del curso académico universitario, pero no ha gustado que Morant estuviera ausente de una cita tan importante como la de ayer.
La ministra estuvo en el Pleno del Congreso de los Diputados y debía responder a una pregunta de la sesión parlamentaria de control al Gobierno. Podía haber hecho acto de presencia "antes del debate y después viajar a Madrid", defienden los que en el PSPV mantienen la tesis de que debe dejar el Gobierno, o "venir de Madrid después de contestar su pregunta y asistir a la intervención de José Muñoz", explican.
Las fuentes consultadas que tienen esta visión contraria a que Diana Morant no esté centrada al 100% en su tarea de fiscalización al Gobierno de Mazón y a ir preparando su carrera hacia la Presidencia de la Generalitat incluyen a personas afines a la ministra.
Entienden que seguir en el Ejecutivo central "distorsiona" alguna de las polémicas de ámbito autonómico y "beneficia" a Mazón porque en los debates vive "más cómodo" al saber que su oponente, José Muñoz, no será candidato a presidir el Gobierno valenciano en 2027.
Aprovechar los congresos
Es por ello, que las citadas fuentes entienden que habrá dos momentos clave para realizar una transición definitiva de Morant a sus tareas de líderazgo de los socialistas valencianos. El primero podría llegar en el entorno del congreso federal de final de año del PSOE donde Pedro Sánchez puede acometer una crisis de Gobierno y la ministra de Ciencia podría ser una de las que dejara su cartera.
Si no se produjera en ese momento, el segundo hito en el que Sánchez podría aprovechar para dejar vía libre a Morant en su carrera por la Presidencia autonómica valenciana es en el congreso nacional del PSOE valenciano que se celebrará en febrero.
La revalidación de su liderazgo (estrenado en marzo de este año en el congreso extraordinario de Benicasim para suceder a Ximo Puig) sería el momento ideal, según algunos de los cargos consultados por este medio, ya que en ese cónclave, además, se aprobaría una ponencia política que no pudo redactarse en Benicasim porque los estatutos lo impiden en el caso de los congresos extraordinarios.
Coordinación más fluida
La tarea de José Muñoz al frente del grupo parlamentario socialista, que cada vez es más sólida pese a la provisionalidad, se extenderá lo que resta de legislatura porque Morant no tendrá plaza en las Cortes Valencianas.
Los críticos con el actual desempeño de Morant entre Madrid y Valencia consideran, aún así, que será más fácil la coordinación de los mensajes y mucho más directa si la exalcaldesa de Gandía está ya centrada únicamente en su posición orgánica.
Hasta la fecha, Morant se apoya de manera especial en la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, para amplificar sus visitas a Valencia, Alicante y Castellón, pero en el socialismo valenciano crece la sensación de que a Mazón no se le puede dejar ya, según las citadas fuentes, "ni un centímetro" en el control de su acción de Gobierno, ya que ahora la puede "rentabilizar mucho más" desde que lo hace en solitario tras la salida de Vox ordenada por Santiago Abascal.