El Corredor Mediterráneo sigue siendo una infraestructura clave para la competitividad de las mercancías valencianas en su tránsito hacia Europa pero la ciudad de Valencia es un semáforo rojo ferroviario, como en su día lo fue en el transporte por carretera hasta que se ejecuto el by-pass, que frena la efectividad de este proyecto tan demandado por la clase empresarial.
Este servicio ferroviario va avanzando pero no al ritmo que querrían los empresarios por culpa de obras que se eternizan y, en algunos casos como el túnel pasante por la ciudad de Valencia, es difícil que estén concluidas antes de 2045.
Tres décadas
El retraso en esta cuestión se acumula durante casi tres décadas y ahora se empieza a salir del atolladero. Las obras del canal de acceso (subterráneo) ferroviario a la capital del Turia están ahora en marcha, aunque los plazos prevén que sea en 2028 cuando esté finalizado.
Esta solución permitirá unir en superficie barrios que estaban divididos por la playa de vías. Ahora bien, la circulación de trenes en el subsuelo de la ciudad se demorará más décadas.
Y es que después del canal de acceso llegará la estación central intermodal que se construirá en varios niveles en superficie y en el subsuelo y para la que se ha convocado un concurso internacional de ideas y unas bases de licitación que empezarán a andar a finales de este año.
Si la licitación, adjudicación y plazos de ejecución funcionan como un reloj la estación intermodal permitirá integrar todos los servicios ferroviarios: Alta Velocidad, Media y Larga Distancia Convencional, Cercanías, tranvía y el servicio de metro urbano. Difícilmente estará lista antes de mediados de la próxima década.
15 minutos de ahorro
Ya con posterioridad debería acometerse el túnel pasante que permitirá a los trenes que entran a Valencia desde el sur y van hacia el norte ahorrarse unos 15 minutos de la circunvalación que ahora tienen que dar.
Está previsto que pase por debajo de la Gran Vía Marqués del Turia y de la avenida de Aragón y su salida sería en el término de Albuixech con un coste de 1.000 millones de euros. Óscar Puente sitúo su finalización para 2050, aunque las fuentes técnicas consultadas por Vozpópuli reconocen que podría estar listo en 2045.
Esta fecha se ve muy lejana porque la infraestructura es clave y permitirá liberar el actual recorrido ferroviario de Serrería (cuyo soterramiento se podría perfilar esta legislatura) y centrarlo sólo en el transporte de mercancías.
Desdoblamiento
A partir de ahí, el desdoblamiento de la plataforma ferroviaria entre Valencia y Castellón es capital (y se puede ir afrontando en paralelo con las obras anteriormente citadas) para que la competitividad de ese transporte ferroviario de mercancías y también de pasajeros, sea mucho más eficiente que en la actualidad.
El enfado de la patronal valenciana es evidente porque es un sector claramente perjudicado por este retraso de décadas que hace perder capacidad frente a otros territorios españoles. Ayer, los empresarios, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y el conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez, analizaron el ritmo de las obras y proyectos.
El Gobierno, sin invitación
No estaba, porque no fue invitada, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé. Síntoma de que no hay una buena sintonía en este asunto entre los empresarios (organizadores del acto a través de la plataforma 'Quiero Corredor') y el Ejecutivo de Pedro Sánchez que es ahora el encargado de dar más ritmo a los trabajos.
El presidente de AVE, Vicente Boluda, ha reconocido que después de tantos años de retraso ahora los políticos "hacen lo que pueden" pero reclamaba "mayor ritmo" porque "deberíamos estar viendo el final del túnel –en alusión al túnel pasante– y en realidad no sabemos ni por dónde va".
Los principales puntos negros para la finalización del Corredor Mediterráneo son para Boluda los tramos de Almería y Murcia hacia el sur, el túnel pasante de Valencia, el nudo de La Encina o la doble plataforma entre Valencia y Castellón.
"Escuchar, nos escuchan. Caso hacen poco", explicaba Boluda en referencia a los políticos responsables de este proyecto en el Gobierno de España.
La misma reflexión hacía el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, Salvador Navarro, quien destacaba que esta obra es necesaria para "vertebrar el territorio" y para que puertos como el de Valencia, que están en la cabeza en Europa en el tráfico de contenedores, "pueda mantenerse mejorando la competitividad con conexiones eficientes entre Alicante, Valencia y Castellón".
Mismo mensaje del presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, José Vicente Morata, quien insistió en el carácter estratégico que tienen las obras del túnel pasante: “Es fundamental para tener un corredor real".
Sin noticias
La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ha incidido en que "el canal de acceso lleva retraso; del túnel pasante no tenemos noticias y puede ser el de nuestros nietos; y del soterramiento de Serrería no tenemos fecha pese a que hace dos semanas que el Ministerio tiene toda la documentación del Ayuntamiento y hemos ofrecido aportar por adelantado 10 millones de euros”.
La realidad es que mientras el túnel pasante no esté ejecutado el paso de convoyes por Serrería seguirá saturado por el paso de mercancías y viajeros.
De los hitos previstos por el Gobierno para el Corredor Mediterráneo en 2024 se ha cumplido el túnel de Castellbisbal-Martorell y quedan pendientes para el segundo semestre la terminación de las obras de La Llagosta y la finalización de la 2ª fase del soterramiento de Murcia (aplazado de 2023).
El 36% en servicio
El chequeo de la evolución del Corredor mediterráneo (que es clave para la economía desde Algeciras hasta Cataluña en su salida de mercancías hacia Europa) refleja que el 100% está en estudio. Los tramos en obras pasan de ser el 45% en 2016 al 80% en el presente ejercicio. En cuanto a los tramos en proyecto han pasado del 54% en 2016 al 95% en 2024.
Eso sí, han entrado en servicio sólo el 36% de los tramos proyectados. El próximo acto empresarial por el Corredor Mediterráneo tendrá lugar el 28 de noviembre en Barcelona y coincidirá con el segundo chequeo semestral de las Obras de 2024.