Hoy baja el telón de la campaña y la Comunidad Valenciana se enfila hacia las urnas sin un vaticinio claro de si Ximo Puig seguirá al frente de la Generalitat o Carlos Mazón conseguirá liderar el Gobierno valenciano después de la última victoria del PP en 2011.
Lo que ha evidenciado el esprint final de la campaña es que el planteamiento de la estrategia de campaña de los dos grandes partidos no ha variado pese a la evolución de las encuestas y la aparición de nuevos elementos de debate durante los últimos quince días.
Ximo Puig quería una campaña de perfil bajo, pegado a rueda de los alcaldes socialistas de las principales ciudades de la Comunidad Valenciana y así ha sido hasta el final. En el PSOE valenciano las fuentes consultadas por Vozpópuli confían "ciegamente" en los buenos resultados de esos primeros ediles que, en los sondeos internos, "prevén obtener un respaldo de más del 50%".
El área metropolitana de Valencia es objetivo prioritario para Puig y allí espera que el voto municipal "refuerce" el autonómico. De manera parecida, espera mejorar el número de votos en Valencia ciudad, donde actualmente Sandra Gómez es vicealcaldesa.
Un final de campaña sin Sánchez
Pedro Sánchez ha visitado la capital del Turia en los últimos meses con actos federales del partido pero en esta semana decisiva –después del mitin central del pasado sábado donde realizó anuncios en clave de políticas sociales y sanidad– ya no ha secundado la campaña de Puig.
El candidato socialista a la Generalitat hará hoy doblete en el cierre de campaña en Alicante y Valencia y quizás el sábado, durante la jornada de reflexión ayuda a diversas poblaciones de las tres provincias a saludar a interventores y vocales del partido que estarán en las mesas electorales el próximo domingo.
El viento de cola del PP
El candidato del PP, Carlos Mazón, también ha insistido en no apartar el foco nacional de la campaña. La gestión de Pedro Sánchez "provoca rechazo", según las fuentes del partido consultadas por este medio. Ante tal percepción han aumentado la presencia de su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, porque en esta cita electoral, a diferencia de 2015 y 2019, el PP tiene el viento de cola.
A diferencia de Sánchez, el expresidente gallego celebró su mitin central en Valencia el pasado domingo pero ayer jueves estuvo de nuevo en la capital del Turia y en Quart de Poblet, uno de los municipios del área metropolitana.
Hoy tiene un paso fugaz por Alicante antes de irse a Albacete y hacer el cierre oficial de la campaña en Madrid.
Feijóo ha contribuido a elevar ese argumentario nacional de la campaña, aunque su exposición más elevada también le coloca en una situación más arriesgada, según los resultados del próximo domingo.
Las mismas fuentes minimizan ese riesgo, ya que están convencidos de que "los resultados serán mejor que los que nos atribuyen las encuestas" y se muestran confiados en que el "descontento" que existe con las políticas de Pedro Sánchez "nos ayudará a conseguir un vuelco electoral en la Comunidad Valenciana".
Voto urbano
Mazón va a realizar hoy una maratón de visitas y estará intentando captar el voto urbano en las grandes ciudades. Castellón, Valencia, Alicante y Elche (las cuatro más pobladas) están en su agenda, mientras que otras de mediano tamaño como Burriana, Alboraya y Alzira también tendrán visita del candidato.
Ni siquiera el último debate electoral celebrado anoche en la radiotelevisión pública valenciana contribuyó a modificar estas estrategias de campaña y mientras Puig reivindicaba los "logros" de su gestión al frente del Gobierno valenciano, Mazón apelaba a un cambio necesario por las "deficiencias" e "ineficacia" de las políticas de un Ejecutivo de coalición "mal avenido".
La gran incógnita de la campaña, toda vez que Compromís parece que aguantará en números no muy dispares a los de hace cuatro años pero algo a la baja, está en saber si Podemos finalmente entra o no en las Cortes Valencianas.
El 'efecto' Yolanda Díaz
El cabeza de lista autonómico, Héctor lllueca, esperaba como agua de mayo la visita de Yolanda Díaz. La vicepresidenta pidió el miércoles en Alicante el voto para Podemos en las autonómicas para "consolidar gobiernos progresistas", pero ayer en Valencia hizo lo propio para defender a Joan Ribó para quien pidió apoyo, aunque en el mismo acto estuviera Pilar Lima (la candidata local de Podemos).
Esa dualidad e indefinición está por ver cómo la digieren los votantes de la formación morada que se hallan en una encrucijada.
Puig no ha entrado al trapo de ninguna de las críticas de Podemos durante las dos semanas de la campaña electoral consciente de que son la clave de bóveda para la reedición de un nuevo Gobierno de izquierdas. Y Mazón no para de recordar las polémicas de los morados con Juan Roig y su "trasnochado" discurso anticapitalista.
Si esta muleta de la izquierda más radical se le cae a Puig tendrá imposible gobernar. Falta por comprobar si los, aproximadamente, 125.000 votos que necesitará Illueca para tener representación en las Cortes estarán finalmente en las urnas. Esa incógnita se despejará cerca de la medianoche del próximo domingo cuando finalice el recuento de los votos autonómicos después de los municipales.