Tras la tormenta desatada en el Ayuntamiento de Madrid a cuenta de los servicios de limpieza viaria, la Comunidad también observa cómo se avecina otro temporal, aunque de momento de menor intensidad. Los empleados de la lavandería hospitalaria central del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) anunciaron el martes un paro para protestar por las nuevas condiciones, entre las que se incluyen rebajas salariales de hasta un 46%. Tales condiciones se les aplicarán a partir del 1 de diciembre, cuando finalice su contrato con el Sermas y cuando las empresas adjudicatarias, Fundosa Lavanderías Industriales (Flisa) y Lavandería Industrial Laundry Center -filiales de Fundación ONCE-, se hagan cargo del servicio. Los interinos y eventuales, más de la mitad de la plantilla, se encuentran en una encrucijada porque si aceptan trabajar para Flisa tendrán que hacerlo bajo sus condiciones, ya que la empresa no incumpliría la normativa al estar aplicando el convenio legal, reconocen desde UGT.
A falta aún de una nueva reunión con los responsables de Recursos Humanos de Flisa, la planta central de Mejorada del Campo retomó la actividad este miércoles, aunque no a pleno rendimiento. Y es que los trabajadores se encuentran en una situación verdaderamente complicada. Sin embargo, y a diferencia del caso de la limpieza, el tímido parón del martes no se ajustó a los estándares de una huelga, sino que se trató de un movimiento espontáneo. El responsable de Salud y Servicios Sociosanitarios de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Ignacio Hernández, ha puntualizado a este diario que el sindicato "no comparte el modo en que se ha desarrollado la movilización, sin preaviso y sin utilizar los cauces legales requeridos", pero asegura que apoyarán una huelga, defenderán los derechos de los trabajadores y por eso intentarán negociar y mejorar el convenio colectivo en las próximas reuniones. "Se intentará negociar con la empresa algún tipo de complemento salarial para compensar de alguna manera la bajada de sueldo". Los 1.100 euros que de media percibían mensualmente se quedarán en unos 650.
Los más de 200 trabajadores interinos y eventuales tienen dos opciones: aceptar las nuevas condiciones impuestas por la empresa concesionaria, o irse a la calle
Tras el amago, los trabajadores quieren ir en serio y, según ha avanzado este jueves el presidente de la Asociación de Empleados de Lavandería Hospitalaria, Francisco Ronco, la idea es convocar una huelga indefinida. "Vemos que no hay otro método", dijo a los medios. Sin embargo, el tiempo juega en su contra y apenas hay margen para avisar con los 10 días de antelación requeridos antes de que se haga efectivo el traspaso a Flisa el 1 de diciembre.
De los 350 trabajadores del Sermas, unos 123 son fijos de la Administración y tienen la posibilidad de, o bien permanecer en la empresa, o ser reubicados en los centros hospitalarios de la Comunidad por un concurso de movilidad. La auténtica faena es para el resto, interinos o eventuales. De cara al 1 de diciembre, estos dos centenares de trabajadores tienen dos opciones: aceptar las nuevas condiciones impuestas por la empresa concesionaria, o irse a la calle. Según los pliegos del contrato, Flisa solo está obligada a contratar a aquellos trabajadores que voluntariamente lo soliciten. En función del personal del que tenga que hacerse cargo, la empresa podrá contratar al margen a cuantos empleados considere oportuno. El Ayuntamiento de Mejorada del Campo ya ha recibido 3.000 solicitudes de empleo.
Como sucedía con los contratos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid, en éste el Gobierno regional no exigía un mínimo de trabajadores para asegurar el servicio, sino la obligación del cumplimiento de ese servicio que afecta a 19 hospitales y que maneja una media de 25.000 kilos de ropa al día. Según el presidente regional, Ignacio González, el Gobierno "se ha preocupado expresamente de que los trabajadores puedan mantener su puesto a través de esta nueva empresa, que tiene una acreditadísima experiencia en la prestación de este servicio, y que ya lo está haciendo en algunos hospitales". En lo que no profundiza González es en las precarias condiciones.
Flisa, decidida a aplicar su convenio "de forma escrupulosa"
Flisa asegura que no cederá y aplicará el vigente convenio, que fija las tablas salariales del sector de Tintorerías y Lavanderías de Madrid y contempla un sueldo base de 662,08 euros
Hasta ahora, Flisa se ha mostrado inflexible ante las protestas: cumplirá "de forma escrupulosa" las condiciones del concurso de adjudicación de la Lavandería Central ofertado por la Comunidad de Madrid. El vigente convenio de Lavanderías Industriales, que fija las tablas salariales del sector de Tintorerías y Lavanderías de Madrid, contempla el sueldo base de 662,08 euros a excepción del encargado general, que cobra 672,62 euros. El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty se ha apoyado en el mismo argumento para defender la posición de la concesionaria. Las condiciones laborales y las retribuciones que Flisa ha propuesto a los trabajadores son las que figuran en el convenio colectivo del sector y pactaron los sindicatos. Y no hay más que hablar. Por si sirve de aviso, la Comunidad ha recomendado a los trabajadores que no adopten posiciones de fuerza o abandono de su trabajo porque están cobrando de los presupuestos públicos.
El presidente González defiende la profesionalidad de Flisa, que "es una empresa de la ONCE y está dirigida fundamentalmente a emplear trabajadores discapacitados que puedan encontrar salida profesional e integración social". Pero ése es precisamente el origen de las quejas de los trabajadores, que denuncian que la redacción de ese convenio se hizo pensando en personas con discapacidad, que pueden completar su sueldo con prestaciones del Estado.
En una rueda de prensa convocada para explicar las razones para la manifestación convocada para el sábado 23 de noviembre, los secretarios generales de Madrid para UGT y CCOO los líderes sindicales han denunciado que "los trabajadores van a defender sus condiciones porque no se pueden permitir una bajada del 43% cuando su nómina es de 1.100 euros".
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó recientemente externalizar el servicio de lavandería de 19 hospitales del Servicio Madrileño de Salud durante cuatro años y lo adjudicó por 45,9 millones de euros, lo que supondrá, según sus cálculos, un ahorro de 36 millones de euros.