La Sección Séptima de la Audiencia de Barcelona ha condenado este martes al exjugador azulgrana Adriano Correia a 14 meses de cárcel y una multa de 369.000 euros por defraudar 650.000 euros a Hacienda, aunque el tribunal ha acordado suspenderle la pena, por lo que no deberá ingresar en prisión.
Los abogados del futbolista brasileño del club turco Besiktas JK, Diego Artacho, del despacho RCD, y David Aineto, de Aequo Advocats, alcanzaron un pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado que ha evitado la continuación del juicio y por el que el jugador evita la cárcel tras pagar la cantidad defraudada.
Durante la vista, Adriano ha confirmado el pacto por el que admite haber cometido dos delitos contra la Hacienda Pública al haber defraudado el impuesto del IRPF en 2011 y 2012.
El tribunal ha dictado sentencia de conformidad in voce y ha acordado, a petición de la defensa -y las acusaciones no se han opuesto-, que el jugador no entre en prisión si en el plazo de dos años no comete ningún otro delito.
No cometió "ningún delito"
En declaraciones a los periodistas al salir de la Audiencia, Correia ha dicho: "He tenido que venir aquí y dar la cara, y al final borrón de cuentas y a seguir".
"Siempre he ido de cara con todo, soy sincero, y nunca cometí ningún delito, y como ellos mismos lo saben, pero bueno ahora estoy tranquilo", ha declarado.
Ha asegurado que el no defraudó -pese a haber reconocido los dos delitos ante el tribunal-: "Y nunca voy a defraudar, he venido aquí, he dado la cara y ahora me he quitado un peso de encima y a seguir".
Petición inicial
La Fiscalía pedía inicialmente para él tres años de cárcel y una multa total de 1,1 millones de euros, además de indemnizar a la Hacienda Pública con los 646.086,09 supuestamente defraudados, según el escrito de acusación del fiscal.
El jugador brasileño llegó a España en enero de 2005 para jugar en el Sevilla FC, equipo en el que estuvo hasta que en julio de 2010 fue fichado por el FC Barcelona, y se acogió entonces al régimen especial para trabajadores desplazados a territorio español, que permite tributar como no residentes el año de la llegada y cinco más.
Adriano, que jugó en el Barça hasta que a finales de la temporada 2016 fue traspasado al Besiktas JK, a partir de 2011 estaba obligado a tributar como residente en España por su renta mundial, pero eludió pagar por sus ingresos derivados de la cesión de sus derechos de imagen en 2011 y 2012.
Ocultó los ingresos derivados de un contrato suscrito con una marca deportiva y simuló la cesión de sus derechos de imagen "a una sociedad puramente instrumental
Para ello, según el fiscal, usó un doble mecanismo: ocultó los ingresos derivados de un contrato suscrito con una marca deportiva el 1 de agosto de 2007 y simuló la cesión de sus derechos de imagen "a una sociedad puramente instrumental: Chacun à sa place Comercio Internacional e Serviços", constituida en 2001 en Madeira.
Tanto el jugador como el propio club presentaron declaraciones complementarias y además Adriano efectuó varios ingresos a la Agencia Tributaria, con lo que la deuda tributaria ya fue liquidada.