La primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética de la historia de España ha sido adelante con una amplia mayoría de los grupos parlamentarios, la abstención del PP y Más País y el voto en contra de Vox.
La ley climática establecerá, entre otros objetivos, la hoja de ruta para acabar con la venta de coches contaminantes en 2040, recortar la emisiones de gases contaminantes y alcanzar la plena descarbonización del país en 2050.
El texto fue aprobado con competencia legislativa plena en la Comisión para la Transición Ecológica del Congreso de los Diputados desde donde se remitió a principios de abril al Senado. Allí ha incorporado cinco enmiendas, por lo que el proyecto de ley ha vuelto este jueves para su debate final en el pleno de la Cámara Baja.
Neutralidad climática en 2050
La nueva Ley, que será efectiva al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, contempla una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 23% hasta 2030 respecto a los niveles de 1990 y lograr la neutralidad climática a más tardar en 2050.
Asimismo, fija el reto de alcanzar una penetración de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, como mínimo, un 42% y lograr una sistema eléctrico con, por lo menos, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable, entre otras medidas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables y eficiencia energética. No obstante, en su trámite parlamentario, en concreto en la Comisión para la Transición Ecológica del Congreso de los Diputados se introdujo una enmienda por la que estos objetivos se revisarán al alza en 2023.
Al mismo tiempo, la Ley prevé la supresión de los vehículos de combustión a más tardar en 2040; la prohibición de las prospecciones y explotación de hidrocarburos a partir de la entrada en vigor de la ley así como los proyectos de fracturación hidráulica y la minería de uranio.