El pleno del Congreso de los Diputados ha dado el visto bueno a la designación de José Pablo López Sánchez como nuevo presidente de RTVE, cadena a la que volverá tras ser cesado en marzo como director de Contenidos Generales por diferencias de criterio en las decisiones de contratación.
Durante la toma de posesión de los consejeros, el propueto por Junts, Miquel Calçada Olivella, conocido como 'Mikimoto', ha evitado enunciar que acatará la Constitución con fidelidad al rey, como sí han hecho los demás. En su lugar, ha jurado "ejercer fielmente el cargo de consejero de RTVE con respeto al ordenamiento jurídico vigente en cada momento".
Por 178 votos a favor, dos por encima de la mayoría absoluta, y sin la participación de PP, ni Vox, la propuesta de los socialistas de nombrar a José Pablo López presidente ha salido adelante con el apoyo de los socios del Gobierno.
Al igual que sucedió con la designación de los nuevos vocales de RTVE, para elegir a José Pablo López ha sido necesaria una segunda votación, ya que en la primera no logró el respaldo de las dos terceras partes de las Cámaras, como exige el nuevo decreto.
"Muchas gracias a todos los que han confiado en mí. Debemos recuperar el orgullo de ser de 'la pública' y reivindicar nuestro espacio en la comunicación de este país. Inconformismo para cambiar lo que no nos gusta y confianza para que los profesionales de RTVE brillen", ha asegurado López Sánchez a través de su cuenta en X.
Ahora, una vez presidente, el objetivo de López, que sustituirá a Concepción Cascajosa en el cargo, es poner en marcha un nuevo modelo de gestión, que permita un sistema de organización menos burocrático, y, según dijo en la comisión de Nombramientos del Congreso, eso pasa por un "adelgazamiento" del actual organigrama directivo, que a su juicio está "sobrepasado".
Los planes del nuevo presidente
Estas son otros planes en mente de López:
- Reducir el organigrama directivo y también las retribuciones percibidas por la presidencia de la corporación y la alta dirección de RTVE.
- Aprovechar al máximo los recursos propios, tanto humanos como técnicos, y desarrollar más experiencias como la de "la internalización del programa de La hora de La 1".
- Impulsar un nuevo mandato macro (la fijación de los objetivos de servicio público que debe desarrollar el ente), ya que el actual está prorrogado desde 2017. Este debería ajustar la financiación, que ve "insuficiente", de acuerdo a los objetivos de digitalización, plurilingüismo y diversidad territorial. Después ya firmar un contrato-programa, de acuerdo al mandato.
- Una dirección propia para RNE, asegurar sus necesidades de personal porque considera que ha sufrido una de las descapitalizaciones más importantes dentro de la Corporación.
- Una profunda reestructuración en los centros territoriales, y para iniciarla la creación de una dirección de estructura territorial.
Todo ello con el compromiso de una información "de calidad" frente a la desinformación, con el de que se perciba a RTVE como fiable, y con los profesionales, "más allá del pago de la nómina" porque entiende que tienen derecho a una carrera profesional.