La reforma legal de Pedro Sánchez para renovar el Constitucional ha provocado una fuerte escisión no solo este tribunal, sino también en el CGPJ donde el martes se celebra Pleno extraordinario para votar a sus dos candidatos. Se trata de un cónclave esencial para los conservadores, que tratan de sacar adelante los nombramientos antes de que entre en vigor la reforma que cambia el sistema de elección. La llave en esta ocasión la tienen los vocales progresistas, que ahora prefieren esperar.
Así pues, todo puede pasar en la sesión de este martes. Ninguna duda cabe de que lo que ocurra en el Tribunal Constitucional -que se reúne un día antes para decidir su suspende de urgencia la tramitación de la norma- repercutirá en la votación del Consejo. La misma se produce a petición de nueve vocales del sector conservador, que solicitaron a Rafael Mozo que lo convocara al conocerse la reforma del Gobierno.
En un primer momento el presidente interino les negó la petición al no informar de los candidatos que querían presentar. El bloque mayoritario reaccionó dando a conocer sus propuestas al Tribunal Constitucional. Se trata del presidente de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, César Tolosa, y del magistrado de este órgano Pablo Lucas. Los conservadores incluyen este nombre en sus propuestas pese a ser de corte progresista y pese incluso a haber figurado en la lista de los vocales de esta sensibilidad.
Posturas invertidas
Mozo cumplió y convocó Pleno extraordinario para el próximo martes. El único orden del día es la votación de las propuestas de los conservadores, aunque podría ocurrir que los progresistas pidan adherir que se vote a su candidato. Se trata del también magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés. El ala progresista defiende su idoneidad y reivindica su elección, pero los vocales conservadores están disconformes. Consideran que es el candidato del Gobierno y que esta parte del CGPJ actúa siguiendo dictados de Moncloa para poder tener más peso en el Tribunal Constitucional.
De hecho, entienden que la reforma del Gobierno busca, precisamente, que Bandrés resulte elegido sí o sí para el tribunal de garantías. La norma, que ya ha pasado su tramitación en el Congreso, modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) en relación al sistema de elección de magistrados. En concreto establece que no es necesario el quórum mínimo para efectuar la votación y que esta es única y por mayoría simple, de manera que así se garantizarían que Bandrés salga electo ya que prevén que los voten los 8 vocales progresistas que integran el CGPJ.
El bloque mayoritario quiere evitar ese escenario. Por eso ha forzado este Pleno de urgencia dando ahora prioridad a la votación. Paradójicamente, los progresistas no tienen tan claro que quieren acelerar ahora con la votación. En los últimos meses han mantenido la postura de que era necesario renovar para cumplir con la ley, que estableció como fecha máxima el 13 de septiembre.
Sin embargo ahora podrían dilatar los tiempos para elegir a su candidato ya con la reforma legal en vigor. Es cuestión de días. Así pues, las posturas mantenidas desde septiembre se han acabado invirtiendo a tenor de la reforma legal. La duda ahora reside en qué pasará en el Pleno extraordinario. Los escenarios, según las fuentes consultadas, son variopintos.
Todo depende de si estos vocales se mantienen en su defensa a Bandrés o, por el contrario, ceden y aceptan que sea Pablo Lucas, el candidato progresista que finalmente vaya al Tribunal Constitucional. De hecho, Lucas era una de los nombres que este sector barajó desde un primer momento al ser de corte progresista. Sin embargo, se terminaron decantando por Bandrés.
Posibles escenarios
Así pues, el CGPJ encara un Pleno incierto en el que todo puede pasar. Las fuentes del Consejo explican que podría ocurrir que los vocales progresistas se negaran a votar los candidatos del otro bloque, que se abstuvieran o que votaran en blanco. La primera de las opciones prácticamente ni se contempla ya que implicaría incumplimiento del deber. Así pues podría ocurrir que se abstengan o que voten en blanco. De esta forma la votación no saldría adelante ya que la ley exige que se elijan los candidatos por mayoría cualificada de tres quintos; lo cual se traduce en un total de 11 votos.
Los conservadores se juegan en este Pleno su última oportunidad de renovar antes de que entre en vigor la norma. Rechazan la candidatura de Bandrés, pero los progresistas cierran filas con la opción escogida
Los números no cuadran para que los nombramientos prosperen teniendo en cuenta que hay 10 vocales de tendencia conservadora. Este bloque necesitaría aglutinar un vocal de los progresistas para imponer sus dos candidatos al Tribunal Constitucional. Se trata de una hipótesis que difícilmente contemplan las voces consultadas, aunque tampoco lo descartan por completo teniendo en cuenta, en lo que respecta a Lucas, que miembros progresistas del Consejo eran partidarios de que su nombre se impusiera al de Bandrés.
La votación de Lucas cuenta, además, con una salvaguarda, y es que el vocal Enrique Lucas, del bloque progresista, se tendría que abstener de la votación al tratarse de su hermano. También se pone el foco en Clara Martínez de Careaga. Algunos vocales del CGPJ consideran que se debería abstener de la votación para elegir a los candidatos al Constitucional al ser la mujer de Cándido Conde-Pumpido, miembro del TC y cuyo nombre suena como futuro presidente una vez se renueve el órgano.
Al tratarse de la mujer de un magistrado a quien le afecta de manera directa la reforma de Pedro Sánchez, se plantea su abstención. La misma es clave para la votación ya que rebajaría el mínimo necesario para que prosperen los nombramientos. Sin embargo, desde el entorno de los progresistas se descarta por completo esta posibilidad. Entiende que no concurre causa alguna para que Martínez de Careaga se aparte ya que no tiene vínculo directo ni con Tolosa ni con Lucas.
Así pues, todo puede ocurrir en la próxima reunión del CGPJ, aunque los conservadores son conscientes de que este Pleno es la última oportunidad que tienen de nombrar antes de que se reforme la Ley. De no conseguir sacarlos adelante, se da por hecho que el próximo cónclave se convocará con la reforma ya aprobada y teniendo claro que el candidato Bandrés sería uno de los nombres electos para el Tribunal Constitucional.
Libre
Don Pedro González Trevijano y sus magistrados deberán atender tanto a la letra como al espíritu de la ley. Pero sobre todo deberán atender al bienestar de España. Hace muchos años se produjo una polémica sentencia en el Tribunal Constitucional (la sentencia sobre el decreto ley de expropiación de Rumasa) por la que es recordado con tristeza el fallecido presidente del Tribunal Constitucional, Don Manuel García Pelayo. Espero que Don Pedro González Trevijano no tenga que ser recordado eternamente en el mismo sentido.
NormaDin
Si no consiguen parar el golpe totalitario en su ámbito, que dimitan en bloque. Luego, será tarde.