España

"Exijo a Corinna que diga lo que sabe de la violación de mi hija"

La madre de una modelo agredida sexualmente en Ibiza en 2008 lleva a los tribunales a la amiga del rey acusada de usurpación de funciones. Su objetivo: reabrir la investigación judicial de la agresión a la joven, de la que acusa a un jeque saudí cercano a la Familia Real española y a la propia princesa alemana.

Se llama Susana Heilmann-Cano y se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza para el Palacio de la Zarzuela. Es la madre de Soraya, un joven modelo que en agosto de 2008, cuando sólo tenía 20 años, denunció haber sido violada en Ibiza a bordo del yate de un magnate saudí después de que alguien le suministrara un narcótico en la bebida. Aquel caso, en el que llegó a estar como denunciado al príncipe Al Waleed bin Talal, uno de los 20 hombres más ricos del mundo y sobrino del monarca saudí, fue finalmente archivado por los tribunales españoles hace casi un año. Sin embargo, esta mujer no ceja en su empeño de sentar algún día en el banquillo de los acusados a los responsables de aquella agresión sexual a su hija, "sea quién sea y tenga el poder que tenga".

 Acusa a la princesa de un delito de usurpación de funciones por realizar supuestamente "actos propios de autoridades y funcionarios" en sus viajes al extranjero junto al monarca 

Para ello, lleva batallando en los tribunales los cinco últimos años. Desde los juzgados de la isla balear donde ocurrieron los hechos hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, donde ya ha presentado un demanda. Entre medias, ha intentado personarse en el caso Nóos aprovechando la relación societaria del príncipe saudí con Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina a través de la empresa Mixta África y, ahora, en los Juzgados de la madrileña Plaza Castilla. En estos últimos ha presentado una denuncia por usurpación de funciones contra la célebre princesa Corinna Zu Sayn Wittegenstein, la amiga del rey Juan Carlos que en los últimos días ha copado las portadas de los periódicos por su relación con el yerno del soberano y sus confesiones sobre sus supuestos trabajos secretos para el Gobierno español. "No tengo nada contra ella, sólo quiero que me ayude a poner nombre a los que violaron a mi hija. Si sabe algo, le exijo que lo diga", asegura Susana Heilmann-Cano a Vozpópuli en una conversación telefónica mantenida este martes.

¿Qué tiene que ver la princesa Corinna con aquella agresión? "Se ha publicado que ella ha intermediado a favor de España ante las máximas instancias de numerosos países árabes para conseguir negocios como el del AVE a la Meca. Yo lo que quiero saber es si también intervino para que le quitaran la acusación al príncipe Al Waleed, con el que también tenía relación de amistad", asegura esta mujer. Esta querella contra la amiga del rey se presentó en septiembre de 2012, pero el caso se ha activado ahora después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid, Luisa Lázaro, haya pedido a la Fiscalía su opinión para saber si continúa adelante o no con la denuncia. "Hasta ahora todo han sido trabas, pero la decisión de la magistrada es una pequeña luz. De todas formas, no quiero hacerme ilusiones", insiste al otro lado del teléfono con la voz serena. En su opinión, detrás del archivo del sumario por la violación de su hija "hay interesas comerciales y presiones política", y apoya sus afirmaciones con un hecho que trascendió públicamente: el rey envió en abril del año pasado una breve carta al príncipe Al Waleed para mostrarle su "alegría" y su "felicitación" por que la justicia española hubiera dado carpetazo a las acusaciones contra él.

"Una novela de terror"

"Esto es una novela de terror en el que al final nadie sabe nada y la violación de mi hija amenaza con quedarse impune. No lo voy a consentir", insiste. De hecho, la visita a los juzgados no es la única iniciativa que ha tomado en los últimos años. "He escrito cartas a la reina Sofia y al propio rey Juan Carlos. Ella me contestó con una carta muy amable y me dijo que iba a mandar mi escrito al Ministerio del Interior. No sé si fue por ella, pero a los dos meses la Policía reabrió el caso aunque al final no se llegó a ningún sitio", asegura. Sin embargo, de sus dos misivas al monarca no guarda tan buenos recuerdos. "A la primera me respondió una persona de su equipo diciendo que ellos no se inmiscuían en asuntos judiciales. A la segunda, ni eso. Al poco de enviarlo, me llamó el consul español en Munich [la ciudad alemana donde reside Susana] para decirme que la Casa Real no iba a contestar a más cartas mías".

La madre de la víctima ha enviado en los últimos años cartas a la Casa Real y el Gobierno para contarles su caso y pedirles que le ayuden "sin éxito" 

Miembros del actual Gobierno también han sido destinatarios de sus mensajes escritos. La que envió al actual ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, consiguió una respuesta muy similar a la primera que remitió al rey. La que ha hecho llegar a Mariano Rajoy no ha tenido aún contestación. "Alguien muy gordo está detrás de todo ello. Ya me dijo uno de los policías que investigó la violación de mi hija que aquella noche había una personalidad española en el barco pero que no me podía decir quién era. Quizá esa sea la clave de todo", asegura en un intento por encontrar una explicación a lo que considera "una auténtica carrera de obstáculos judicial". Algo en lo que coincide con su abogado, Max Turiel, que ayer aseguraba a este diario que la juez que lleva la querella contra Corinna les ha solicitado una fianza de 6.000 euros. "La hemos recurrido porque no podemos hacer frente a esa cantidad", asegura el letrado.

En el texto de la querella contra Corinna, a la que ha tenido acceso este diario, la modelo acusa a la princesa de alemana por ejercer ilegitimamente "actos propios de una autoridad o funcionario atribuyéndose carácter oficial", un delito castigo en el artículo 402 del Código Penal con entre uno y tres años de cárcel. En el texto, esgrime como indicios de la comisión de dicho delito diversos recortes de prensa que, en su opinión, demuestran que la amiga del rey "parece ejercer actos propios de autoridades y funcionarios, sin que conste que lo sea, cuales son organizar agendas del rey de España en visitas oficiales, viajar en aviones militares españoles, negociar en nombre de un monarca reinante, pasar por consorte o, al menos, autoridad de rango suficiente como para ser acogida en el estricto protocolo árabe". Por ello, solicita al juzgado que recabe sus antecedentes penales y se le tome declaración, así como a la media docena de periodistas autores de las informaciones esgrimidas.

El organigrama de la Casa Real

Además, el escrito de la querella pide al juzgado que envía un oficio a la Secretaría de la Casa de SM el Rey para que ésta "acredite documentalmente" que "puesto de trabajo" ocupa supuestamente Corinna "en el organigrama de la Casa Real" así como el nombre del jefe o jefes de protocolo de Zarzuela. El escrito termina asegurando que "es muy posible" que la amiga del monarca "no fuera consciente de que sus actuaciones, de confirmarse, podían ser ilegales, pero la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento". Y añade que "si realmente se arrogó la condición de consorte del Rey o de autoridad con rango para ser tratada como una igual por las princesas árabes es cuestión grave desde el punto de vista jurídico y, desde el moral y ético, por la posición humillante en la que pudo colocar a SM la Reina de España".

Susana insiste que si esta querella contra Corinna no prospera y finalmente no puede preguntar a la princesa alemana si realizó gestiones tras aquel suceso de agosto de 2008 en el que se vio involucrada su hija, "no pienso tirar la toalla. Seguiré hasta que se sepa la verdad", insiste. Mientras, Soraya, la víctima, continúa con su carrera de modelo fuera de España. "Ella me anima a seguir", recalca su madre.      

UN YATE EN IBIZA Y UNA AGRESIÓN SEXUAL SIN ACLARAR 

La trastienda de la nueva querella contra la princesa Corinna se remonta a la madrugada del 12 de agosto de 2008. Soraya asegura que aquella noche había quedado con dos chicas árabes a las que había conocido unos días antes para acudir a la zona vip de la discoteca El Divino, en el puerto de Ibiza. Una vez en el local, empezó a sentirse mal y mareada e intentó irse a casa. Al salir a la calle, la subieron a un coche. Cuando despertó, estaba a bordo de un lujoso yate y un hombre de rasgos árabes estaba abusando de ella. Entonces huyó. El 14 de agosto, acudió a la comisaría a denunciar los hechos. Al día siguiente, la Policía envió un informe al juzgado en el que cuestionaba la veracidad del relato de la joven. Poco después, el magistrado también ponía en duda sus palabras en un escrito al pedir a la víctima que "asegurase con plena certeza que fue agredida sexualmente".

Pese a ello, la modelo y su familia insistieron en la denuncia y, durante cuatro meses, ella y su madre rastrearon en Internet vídeos y fotografías de la familia real saudí en busca del rostro del hombre que supuestamente había abusado de ella. En unas imágenes de la cadena ABC creyeron descubrirlo en el principe Al Waleed. El 22 de diciembre de aquel año acudieron al juzgado con los cuatro fotogramas que pudieron obtener. Dos meses después, el juez cursaba una comisión rogatoria pidiendo la cooperación de las autoridades saudíes para identificar a la persona que aparecía en esas imágenes y, en caso positivo, "recibirle declaración en calidad de denunciado/imputado". Las autoridades de Riad no realizaron, sin embargo, gestión alguna por falta de datos para identificar al acusado ya que las fotos se enviaron sin ningún nombre. 

El caso sufrió entonces un parón que en junio de 2010 desembocó en el archivo de la causa. Sin embargo, Soraya y su familia recurrieron y, en mayo de 2011, consiguieron que se reabriera el caso. A partir de ese momento, el principe acusado se lanzó a defender su inocencia y a demostrar que él se encontraba en la localidad francesa de Cannes cuando sucedieron los hechos de los que se le acusaban. Finalmente, el 28 de marzo de 2012, la Audiencia de Palma de Mallorca sobreseyó la denuncia contra el magnate saudí al considerar que no había pruebas suficientes para actuar contra él y considerar el relato de la presunta víctima de incoherente. La Fiscalía también había pedido cerrar el caso. Pese a ello, la familia ha insistido en reabrir el sumario al considerar que no se agotaron todas las vías de investigación. El abogado Max Turiel pone un ejemplo: "Ni siquiera se analizaron los restos de esperma que se hallaron en el cuerpo de la joven".

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