El submarino español Mistral no tendrá su despedida planeada. Tras 35 años de funcionamiento, estaba previsto que el sumergible se incorporase a una misión de la OTAN en aguas del Mediterráneo contra el terrorismo y otras amenazas. Cambios en el programa de mantenimiento y la irrupción del coronavirus han frustrado su paso por la operación. Ahora, la Armada lo someterá a un proceso de desmantelamiento, en el que retirará todas las partes. En última instancia es más que probable que se desguacen todas sus partes, como ha ocurrido con otras embarcaciones militares españolas.
Fuentes de la Armada consultadas por Vozpópuli detallan el cambio de planes que ha vivido el Mistral en los últimos meses de su vida operativa. Estaba previsto que se le realizara una gran carena, la quinta en sus 35 años de trayectoria: un costoso proceso de desmontaje pieza por pieza para volver a ensamblarlas después y así revisar cada uno de sus componentes. Finalmente se desestimó, dados los últimos avances en la serie de submarinos S-80 -llamados a sustituir la actual flota-.
Toda vez que se rechazó la quinta carena, la Armada marcó el 10 de junio como el día en que daría de baja al submarino. Y durante este primer semestre de 2020 tenía previsto que el sumergible cumpliese su última misión. España envía a sus submarinos dos veces por año, en sendas intervenciones de 45 días, a la misión Sea Guardian que la OTAN mantiene en el Mediterráneo. La idea era que el Mistral protagonizase el primero de estos despliegues en 2020, pero nunca lo hizo.
¿Los motivos? Las mismas fuentes apuntan a "problemas" que provocaron un "retraso" en las obras de mantenimiento. Y que poco después estalló la crisis del coronavirus, lastrando algunos de los despliegues en el exterior. El calendario engulló todos esos plazos y ya era demasiado tarde para que el Mistral se sumase a la misión Sea Guardian. Finalmente se optó por suspender su participación en el despliegue de la OTAN, aunque está previsto que otro sumergible español cumpla con su compromiso con la Alianza en el segundo semestre de 2020.
La fuerza submarina, bajo mínimos
La Armada Española ha jubilado al Mistral este miércoles, 10 de junio, tras 35 años de servicio. Su destino será similar al de otros buques militares. Se despiezará y se retirarán todos los componentes útiles. Lo más probable es que la estructura pase por el desguace: el portaaviones Príncipe de Asturias se vendió recientemente en subasta pública a una empresa encargada de desmontarlo en Turquía. La caída del precio del acero frustró su venta en varias ocasiones.
Con la baja del Mistral, la Armada afrontará dos años bajo mínimos en fuerza submarina, con los únicos recursos del Galerna y el Tramontana. Se espera que en septiembre de 2022 reciba el primer submarino de la clase S-80, desarrollado por Navantia, con una tecnología notablemente superior a los actuales sumergibles. El desarrollo de los S-80 no está exento de contratiempos, lastrado por problemas en el diseño y el sistema de propulsión.