El PP ha resultado absuelto en la sentencia del juicio sobre el borrado de los ordenadores de su extesorero Luis Bárcenas. El principal afectado retiró en septiembre de 2016 la acusación penal que mantenía contra su partido por la presunta destrucción de sus computadoras. Fue una decisión inesperada que dio paso a un enfriamiento de la guerra que mantenían ambas partes. El cruce de acusaciones se sumió a partir de ese momento en un perfil bajo. Eso alimentó las sospechas de un pacto de no agresión de cara al juicio del caso Gürtel, que se iniciaba semanas después sobre la primera fase de la trama (1999-2005).
El PP había dejado caer a Bárcenas cuando en enero de 2013 las autoridades suizas remitieron los primeros indicios de cuentas millonarias a nombre del extesorero. Bárcenas se enfrentó a sus ex compañeros y especialmente a la entonces secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. En el marco de esa guerra vieron la luz los llamados ‘papeles de Bárcenas’ sobre la contabilidad en B del PP que Bárcenas refrendó ante la Audiencia Nacional. También los SMS con Mariano Rajoy en los que el exlíder del Ejecutivo le pedía que fuese fuerte en plena embestida judicial.
Bárcenas admitió ante el juez Pablo Ruz que le había dado dinero en sobres al presidente Mariano Rajoy y a Dolores de Cospedal, entre otros dirigentes. También denunció al partido por despido improcedente o por la destrucción de sus ordenadores con información comprometedora, mientras desde Génova 13 renegaban del extesorero.
Cambio de escenario
Ese escenario cesó por completo en 2016. Formalmente, Bárcenas y el PP siempre negaron la existencia de un pacto de no agresión. Al menos públicamente, el extesorero argumentó que retiraba la acusación en el caso de los ordenadores para poder centrarse en el juicio de la primera época de la trama Gürtel.
Cuando tuvo que declarar ante el tribunal, en enero de 2017, Bárcenas salvó a Rajoy al decir que fue el expresidente quien rompió en 2003 con la trama encabezada de Francisco Correa. Rajoy declaró en ese juicio como testigo en julio de 2017 y además de negar los sobresueldos, dijo no tener ningún problema con de Bárcenas. “Ninguna queja”, dijo.
Un mes antes, Bárcenas había acudido a la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre la financiación ilegal del PP, pero tampoco refrendó en la Cámara Baja lo que años antes había detallado en los tribunales. Evitó ofrecer explicaciones y se escudó en que eso podría afectar a su defensa en las causas judiciales en las que estaba inmerso.
El arrepentimiento de Bárcenas
Cuando el pasado junio Bárcenas declaró como testigo en el caso de los ordenadores, afirmó que sus cambios de estrategia ante la Justicia no habían tenido como objetivo perjudicar al PP. "No busco el perjuicio de absolutamente nadie", precisó. No obstante, el tesorero hizo otra declaración que se podría interpretar como un lamento: "Si la operación Kitchen se hubiese conocido anteriormente, no hubiese retirado la acusación".
Se refería a la operación comandada por el excomisario José Manuel Villarejo que consistió en robarle documentación comprometedora para el PP que obraba en su poder. Para ello el polémico excomisario usó a su chófer al que le pagaron con fondos reservados y un puesto en la Policía. Estos se encuentran actualmente bajo investigación en la Audiencia Nacional.
A las sospechas generalizadas sobre ese pacto de no agresión se suma una conversación desvelada por El Español grabada por la Guardia Civil al expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González en el marco de la investigación del caso Lezo.
"No puede decir nada contra Mariano"
En ella, le decía al exministro Eduardo Zaplana que el abogado de varios alcaldes madrileños acusados en el juicio del caso Gürtel le apuntaba a un pacto entre Bárcenas y Rajoy: “Éste a mí me llama y me dice: el ex alcalde de Majadahonda va a declarar, ha llegado a un pacto con Bárcenas. Entonces Bárcenas le ha dado alguna información, que puede utilizar, sólo hay un…que no puede decir nada contra Mariano”.
Finalmente, la Audiencia Nacional hizo pública en mayo del año pasado su sentencia sobre la primera fase del caso Gürtel en la que condenaba al PP a título lucrativo. Confirmaba la existencia de una caja b y sostenía que el partido de Rajoy había tejido "un sistema de corrupción institucional". Esas consideraciones de la Justicia provocaron la moción de censura que descabalgó del Gobierno al PP dando pasó al Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Por su parte, Luis Bárcenas fue condenado a 33 años de prisión y actualmente se encuentra cumpliendo condena en la cárcel.