El impacto de la Inteligencia Artificial en la sociedad es cada vez más evidente. La mayor presencia de la tecnología en el ámbito educativo viene de la mano de la IA. Y, aunque su uso puede ser beneficioso en diferentes aspectos, preocupa cómo la puedan utilizar los estudiantes; creando más desafíos para los profesores.
Las comodidades que caracterizan a la Inteligencia Artificial crean cierta preocupación sobre si esta podría perjudicar a los estudiantes, más que ayudarles. "La IA no deja de ser una herramienta, y su impacto depende de cómo se utilice", comenta a Vozpópuli Francisco José García – Ull, Profesor de análisis de datos, privacidad, ética e IA en la Universidad Europea de Valencia.
García-Ull defiende que "la IA ya es un recurso valioso en el proceso educativo" debido a que "facilita el acceso a la información", puede fomentar el análisis y la reflexión y "permite a los estudiantes participar en áreas que antes parecían fuera de su alcance". Asimismo, el profesor de análisis de datos menciona otras herramientas que fueron criticadas en el pasado y que, finalmente, fueron integradas el proceso de enseñanza, como Wikipedia o la enciclopedia Microsoft Encarta. No obstante, insta que "lo importante sigue siendo aprender a pensar críticamente".
"El mayor contra de esta innovación tecnológica es la deshumanización que puede sufrir la experiencia del aprendizaje", indica Emily Lawrenson, Gerente de comunicación de Qustodio -plataforma líder en seguridad online y bienestar digital para familias, según se definen-. Lawrenson señala además la "dependencia" que la Inteligencia Artificial puede crear "tanto a profesores como alumnos".
La portavoz de Qustodio coincide con García-Ull en la importancia del pensamiento crítico y como la IA puede afectar a su desarrollo. A esto se le suman límites en "capacidad de resolver problemas, la creatividad de los menores e incluso, la interacción social y emocional entre los estudiantes". Sin embargo, Lawrenson defiende que esta tecnología puede ser también beneficiosa.
Según la experta, puede "mejorar la eficiencia y personalización de la educación", entre otras cosas. Esto ofrecería a los profesores herramientas "para que los estudiantes puedan aprender a su ritmo y adaptarse a sus necesidades individuales". De esta manera, Lawrenson apuesta por un "equilibrio entre el uso de la IA y la interacción humana en la enseñanza", asegurando "el desarrollo de habilidades técnicas y socioemocionales".
La Inteligencia Artificial, utilizada de la manera adecuada, puede ser una herramienta educativa más. El Profesor Francisco José García-Ull pone como ejemplo repasar el temario, generar preguntas, simular exámenes o generar juegos de roles y entornos simulados. "Estudiantes que anteriormente no sabían programar ahora pueden, gracias a la IA, generar código complejo y crear pequeños programas o aplicaciones", comenta. "Esto representa un cambio de paradigma, y como ocurre en muchos otros sectores, la educación no es una excepción", añade.
"La aplicación de la IA puede ser un impulso para que los centros educativos se sitúen a la vanguardia de los nuevos métodos de enseñanza", afirma Emily Lawrenson. La Inteligencia Artificial ofrece "nuevas herramientas" y "nuevos procesos educativos para dinamizar el estudio", agrega.
Muchos jóvenes se apoyan en la Inteligencia Artificial para hacer sus trabajos para clase. La Gerente de comunicación de Qustodio dice que esta herramienta puede "ayudarles en diversas tareas, incitándoles al plagio, a la ley del mínimo esfuerzo y a involucrarse menos en sus obligaciones". Los docentes deberían impedir que los estudiantes usaran la IA con ese fin, insta Lawrenson.
"Existen herramientas que permiten identificar si un trabajo ha sido generado por IA, como detectores de patrones de automatización en el lenguaje", dice García-Ull. Pese a esto, insiste en que "los profesores tienen la responsabilidad de fomentar el pensamiento crítico en sus estudiantes". Asimismo, "es complicado llevar un control exhaustivo" para "identificar si hay elaboración propia en un trabajo o no", menciona Emily Lawrenson.
El Profesor de la Universidad Europea anima a "exigir análisis y reflexión profunda en los trabajos, además de una correcta investigación, donde se destaquen las fuentes a las que se recurre". "Los profesores tenemos que centrar ahora la atención en las preguntas que se hacen los estudiantes. Muchas veces, son más valiosas que las respuestas en sí mismas", declara García-Ull. Además, "es muy importante inculcar un uso ético de esta tecnología", añade Lawrenson.
El impacto de la Inteligencia Artificial en la educación
De acuerdo con el último informe de Qustodio, 'Nacer en la era digital: La generación de la IA', el 19,3% de los menores a nivel global accedió a Open AI, la cual fue una de las webs más visitadas en 2023. En España, este porcentaje asciende hasta los 21,4%. Por otro lado, la encuesta Impact Research y Walton Family Foundation señala que el 42% de los estudiantes utilizaron ChatGPT como herramienta de apoyo o información.
A principios de año se publicó el informe 'El impacto de la IA en la educación en España', realizado por Empantallados.com y GAD3. Según el estudio, el 82% de los alumnos ya ha usado Inteligencia Artificial en alguna ocasión. Este porcentaje desciende hasta el 73% en el caso de los profesores y un 69% en el de los padres.
El informe reveló que el 58% de los estudiantes que accedieron a Inteligencia Artificial, lo hizo para realizar el trabajos. El 56% usó la IA como complemento a contenido de asignaturas y el 50% para estudiar y preparar exámenes.
El estudio también señaló los chatbots, como ChatGPT, como la opción más popular. El 40% de los alumnos ha recurrido a ellos, así como el 31% de los padres y el 22% de los profesores. Respecto a la aplicación de Open AI, han accedido a ella el 91% de los estudiantes, el 71% de las familias y el 86% de los profesores.
El 83% de las familias y el 90% de los profesores expresaron preocupación por las políticas de privacidad y el manejo de datos personales, indica el análisis de Empantallados.com y GAD3. Pese a esto, el 57% de los padres valora positivamente el impacto de la Inteligencia Artificial en la educación de sus hijos; el porcentaje de los profesores es inferior: solo el 39% de los docentes ve el lado beneficioso de la IA.
Messidor
Los sistemas de IA basados en modelos masivos de lenguaje (LLM) como GPT son capaces de generar un discurso, perfectamente homologable al que podría haber producido un hablante humano, acerca de temas sobre los cuales han sido entrenados con miríadas de casos y ejemplos. Además, gracias a los llamados 'transformers' (un tipo muy especial de redes neurales artificiales), son capaces de mantener una (apariencia de) coherencia entre lo que dicen ahora y lo que estaban diciendo o escuchando hace un rato. Esto significa que los trabajos tipo "Resume el planteamiento de Hume sobre la causalidad y haz una valoración personal" ESTÁN ACABADOS. Si un estudiante plagia en el sentido clásico eso se puede detectar y hay herramientas para ello en el mercado. Pero si un documento lo ha elaborado ChatGPT, que es genuinamente generativo (construye las frases, no las toma de ningún sitio) lo más que te pueden decir estas herramientas es que "tiene toda la pinta" de ser generado por IA, y tú mismo puedes ver que el texto es "demasiado correcto", por ejemplo. Nada de lo cual es concluyente para suspender o desestimar un trabajo. Lo que hay que hacer es evaluar usando tareas que impliquen inventar o solucionar problemas concretos. Ahí los sistemas generativos pinchan, porque son buenos en formular conocimientos usando lenguaje, pero bastante inútiles inventando o solucionando problemas. Y luego está todo lo bueno que traen estos sistemas. Tal vez pronto escribir informes rutinarios (e.g. trabajos sobre lo que dijeron Hume o Kant o Descartes) pase al mismo nivel de tirar de carros o cosechar trigo: tareas tediosas que delegamos en las máquinas. Ojalá.
Messidor
Los sistemas de IA basados en modelos masivos de lenguaje (LLM) como GPT son capaces de generar un discurso, perfectamente homologable al que podría haber producido un hablante humano, acerca de temas sobre los cuales han sido entrenados con miríadas de casos y ejemplos. Además, gracias a los llamados 'transformers' (un tipo muy especial de redes neurales artificiales), son capaces de mantener una (apariencia de) coherencia entre lo que dicen ahora y lo que estaban diciendo o escuchando hace un rato. Esto significa que los trabajos tipo "Resume el planteamiento de Hume sobre la causalidad y haz una valoración personal" ESTÁN ACABADOS. Si un estudiante plagia en el sentido clásico eso se puede detectar y hay herramientas para ello en el mercado. Pero si un documento lo ha elaborado ChatGPT, que es genuinamente generativo (construye las frases, no las toma de ningún sitio) lo más que te pueden decir estas herramientas es que "tiene toda la pinta" de ser generado por IA, y tú mismo puedes ver que el texto es "demasiado correcto", por ejemplo. Nada de lo cual es concluyente para suspender o desestimar un trabajo. Lo que hay que hacer es evaluar usando tareas que impliquen inventar o solucionar problemas concretos. Ahí los sistemas generativos pinchan, porque son buenos en formular conocimientos usando lenguaje, pero bastante inútiles inventando o solucionando problemas. Y luego está todo lo bueno que traen estos sistemas. Tal vez pronto escribir informes rutinarios (e.g. trabajos sobre lo que dijeron Hume o Kant o Descartes) pase al mismo nivel de tirar de carros o cosechar trigo: tareas tediosas que delegamos en las máquinas. Ojalá.
ma
Hay una cuarteta de nostradamus que afirma: los árabes invadirán España desde el sur. Aunque el lo cifraba allá por el 2012, si mal no recuerdo