Un usuario de redes sociales fue el que avisó a la Policía Nacional. Estaba mirando vídeos en una plataforma cuando dio con uno que le alertó: un joven alardeaba de conducir a 113 kilómetros por hora por el centro de Madrid, en concreto en un tramo del Paseo de la Castellana.
Este usuario anónimo envió toda la información a la Policía Nacional y los agentes de la Brigada Central de Investigación Tecnológica fueron los encargados de localizar e identificar al temerario conductor, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli.
En el video se comprueba como el joven, que conducía un vehículo de alta gama, alardeaba de la velocidad a la que discurría. Se le ve visitiendo una sudadera, con varias pulseras en el brazo, y un pantalón vaquero.
La máxima velocidad permitida era 50 km/h
Gracias a esta colaboración ciudadana los agentes pudieron determinar el punto kilométrico exacto de la vía, que correspondía al Paseo de la Castellana de Madrid. La velocidad máxima permitida en este punto es de 50 km/h, por lo que el arrestado habría superado en más de 63 km/h el límite máximo. Por ello se le acusa presuntamente de un delito contra la seguridad vial.
Tras varias gestiones policiales, los agentes identificaron al conductor del vehículo y localizaron su perfil en otra red social en la que había publicado el mismo vídeo. Las historias las había subido a Instagram y TikTok. Finalmente, el joven fue detenido y ya ha pasado a disposición judicial.
No es el primero
Este no es ni será el último usuario de redes sociales que por ganar seguidores o visualizaciones publica graba vídeos comprometidos. En mayo del año pasado la Policía detuvo en Madrid a otro conductor temerario que exhibía "sus hazañas" a más de 200 kilómetros por hora en una red social. Las compartía con los seguidores de su perfil junto a emojis y comentarios con los que se jactaba de sus actos.
Según informó la Policía Nacional, el arrestado aparecía en las diferentes publicaciones conduciendo vehículos de alta gama muy por encima de los límites establecidos y con un absoluto desprecio por la seguridad del resto de conductores y viandantes.