España

La DGT por fin reacciona: se pone seria con los patinetes eléctricos y las empresas del sector lo celebran

Después de 20 años, el Reglamento General de Circulación podrá el foco en los centros urbanos y la seguridad de los usuarios más vulnerables

  • La empresa Lime manifiesta su compromiso con la seguridad de los usuarios de patinetes. -

Son las 8 de la tarde de un miércoles en una calle de Madrid, la concurrida avenida de Islas Filipinas. En solo media hora contamos siete patinetes pasando por la acera, tres de ellos manejados por niños que no superarán los 10 años de edad. Preguntamos a un vecino que está sentado en un banco. "Esto es un peligro, pero las bicicletas de luego son peores". Este señor, ya jubilado, se refiere a los repartidores que transitarán más tarde por aquí, a las horas en las que hay menos afluencia de peatones por esta acera, ciertamente ancha —de unos 10 metros—, y que aprovechan para ir en el sentido contrario de la circulación del tráfico de la calzada —son cuatro carriles y en todos se circula en el sentido este-oeste—.

Esta no es más que la descripción oportuna de un punto específico de Madrid en el que se concentran este tipo de vehículos de movilidad personal (VMP), cada más presentes en las ciudades españolas. Su utilidad es evidente, tanto por su bajo coste como por la facilidad de uso. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) cree que es hora de tomar medidas al respecto para todo el territorio nacional y prepara una reforma del Reglamento de Circulación que les afecta directamente.

Ahora, el Reglamento pretende extender el uso obligatorio del casco para quienes circulen en patinetes eléctricos y llevar elementos luminosos o retrorreflectantes que permitan que sean vistos a una distancia mínima de 150 metros por la noche. "Lo que no deben hacer nunca es circular por las aceras ni por vías interurbanas, eso está regulado hace ya mucho tiempo", recuerdan en la compañía de alquiler de patinetes y bicicletas Lime. Tráfico, asimismo, fijará las tasas permitidas de alcohol en 0,20 gramos por litro en aire espirado y no permitirá a los menores de 16 años utilizar patinetes eléctricos.

"Vamos ir teniendo conversaciones con la DGT para ir elaborándolo más", manifiesta a Vozpópuli el responsable de Relaciones Institucionales de Lime en España, Arnau Pérez, "pero nos adherimos por completo a la protección del usuario vulnerable. Nosotros hace mucho tiempo que ofrecemos descuentos para los usuarios que se llevan su propio casco, por ejemplo, y nuestros patinetes de alquiler están todos certificados, los fabricamos nosotros y tienen medidas de seguridad. Son una garantía", afirma.

Para la compañía, "la DGT está haciendo un buen trabajo en materia de seguridad y circulación" y es "importante" que haya decidido homogeneizar estas condiciones en todo el país. No obstante, la empresa va a solicitar que se incluyan dos excepciones, ya que "el mayor factor de peligrosidad que hay son los coches" y no tanto la presencia de los patinetes y las bicicletas —siempre que vayan por la calzada, como es obligatorio—: "La diferencia de masa y velocidad es notable y cuando chocan un patinete y una bicicleta las consecuencias del accidente para los conductores son muy similares", no así cuando tienen el alcance de un coche, subrayan en Lime. "Por eso es bueno que se contemple la excepción para los carriles bici y para los vehículos que estén limitados a 20 km/hora", señala Pérez, que recuerda que jamás ha habido un accidente mortal que involucre a conductores de patinetes de alquiler en España, salvo cuando ha existido la presencia de un vehículo de mayores dimensiones.

Los usuarios de patinetes cada vez son más responsables

Los registros relativos a la utilización de patinetes en las dos principales capitales españolas muestran una misma tendencia: los usuarios son cada vez más responsables. En Barcelona, ciudad pionera en la regulación de la circulación de los Vehículos de Movilidad Personal, el registro de accidentes ha bajado de los 9.251 accidentes registrados en 2019 a tan solo 6.857 —la cifra más baja si obviamos los datos de 2020, año de cuarentenas—, por lo que se ratifica la utilidad de una normativa específica.

Su marca es una de las más utilizadas en España y en Madrid, y precisamente por eso la política de Lime ha sido siempre la de adelantarse a los problemas y avanzar en materia de seguridad, como ya contamos en Vozpópuli. Fue precisamente, a raíz de la petición de esta marca que el Ayuntamiento de la capital se comprometió a regular los puntos de estacionamiento de estos vehículos, evitando las molestias que solían encontrar los vecinos cuando se topaban con patinetes mal aparcados contra las fachadas o incluso tirados sobre las aceras. Hace solo unos meses, el Ayuntamiento anunció que en 2023 el número de patinetes mal estacionados redujo un 51% con respecto al año anterior, por lo que se confirma la tendencia de la concienciación de los usuarios.

La DGT reacciona después de 20 años y regula pensando en los núcleos urbanos

"Han transcurrido más de 20 años desde la entrada en vigor del Reglamento General de Circulación [...] durante los cuales la visión de la movilidad ha cambiado", señala el real decreto que este miércoles comienza su fase de audiencia e información pública para que las entidades interesadas hagan aportaciones antes de ser aprobado por el Consejo de Ministros. Mientras que antes se ponía el foco en la carretera y en el vehículo ahora se pretende centrarlo en las personas y en los entornos urbanos.

En cuanto a las bicicletas se refiere, un vehículo que por sus dimensiones y uso urbano puede compararse con los patinetes, tendrán que circular generalmente por la calzada y por el centro del carril. Además, se suprimen las exenciones existentes en la actualidad para la circulación en vías interurbanas, manteniendo únicamente las relativas a los ciclistas profesionales o que estén en competición, y se establece la obligación para quienes desarrollan su actividad profesional circulando en bicicleta a utilizar casco de protección durante su jornada de trabajo.

En cuanto a las vías urbanas, se da mayor protagonismo a la acera como espacio de circulación o estancia "exclusivo de los peatones, restringiendo al máximo el tránsito y estacionamiento de los vehículos", y se prohíbe establecer plazas de estacionamiento en las inmediaciones de los pasos de peatones. "Para favorecer el uso de la bicicleta en los congestionados entornos urbanos", según el Reglamento, se permite a los ciclistas rebasar a los vehículos a motor por la derecha o por la izquierda, para que puedan llegar a la zona de espera adelantada. También, en calles de un único carril con limitación de velocidad de 30 km/h o inferior, se regulariza la posibilidad de que los ciclistas circulen en sentido contrario a los vehículos a motor, como sucede en la mayoría de los países de Europa con total normalidad.

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