España

Indignación en la Guardia Civil por la "desaparición" de su director en plena tormenta por Barbate: "Debe dimitir"

Leonardo Marcos, tercer director de la Guardia Civil en apenas tres meses, apenas ha aparecido tras el asesinato de dos agentes en Barbate, embestidos por una narcolancha

Leonardo Marcos está en la diana política. El director general de la Guardia Civil apenas ha participado en intervenciones públicas desde que el pasado viernes una narcolancha embistiera a una patrullera del cuerpo, acabando con la vida de dos agentes. Voces internas del Instituto Armado muestran su indignación por la postura asumida por su máximo representante, “aunque no nuestra sorpresa”. El episodio, apuntan, se suma a otros “desplantes” con representantes asociativos de la institución. La dirección general es un cargo particularmente convulso bajo la dirección de Fernando Grande-Marlaska, que ha llegado a confiar este puesto a tres personas en apenas tres meses. “Debe dimitir”, apuntan estas fuentes.

El asesinato de Miguel Ángel González y David Pérez, los dos guardias civiles embestidos por los narcos en Barbate, ha suscitado una airada reacción política y social, tanto por los aspectos operativos -disolución de OCON Sur o medidas de seguridad tomadas en la región- como por motivos políticos: el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se enfrentará la próxima semana a su reprobación en el Senado, con la amenaza de que se repita en el Congreso si alguno de los socios habituales del Gobierno se suma a la iniciativa.

Fuentes bien posicionadas en la Guardia Civil recuerdan que Marlaska, a pesar de la tormenta política, “al menos ha dado la cara” estos días, con diversas intervenciones ante los medios o participando en actos en memoria de los dos agentes asesinados. “Pero el director general está desaparecido, no se le ha visto ni se le espera”, indican.

Leonardo Marcos asumió la Dirección General de la Guardia Civil en un momento especialmente complejo para el cuerpo. María Gámez presentó su dimisión en marzo de 2023 después de que el nombre de su marido se viera envuelto en una investigación judicial por un supuesto caso de corrupción. Entonces tomó las riendas de la institución Mercedes González, antes delegada del Gobierno en Madrid. Apenas duró en el cargo dos meses y medio, al presentar su renuncia para incorporarse a las listas del PSOE en las elecciones generales.

Grande-Marlaska confió entonces la dirección de la Guardia Civil a Leonardo Marcos, funcionario de carrera que desde hacía tres años ostentaba el mando de Protección Civil y Emergencias. Marcos asumió el cargo en un contexto político incierto, con unas encuestas que proyectaban un cambio de Gobierno. La continuidad de Fernando Grande-Marlaska en Interior no estaba asegurada, ni siquiera con un resultado electoral que le permitiera a Pedro Sánchez -como ocurrió- revalidar una mayoría que le permitiera mantenerse en Moncloa.

Críticas al director de la Guardia Civil

De perfil más discreto y menor exposición ante los medios, Leonardo Marcos se mantiene desde entonces al frente de la Guardia Civil. Él ha sido el encargado de refrendar decisiones de calado en la institución, como el nombramiento el pasado mes de diciembre de un nuevo Director Adjunto Operativo, el teniente general Manuel Lamas.

A pesar de la discreción de su figura, voces internas de la Guardia Civil reclaman en estos días marcados por la tragedia de Barbate un apoyo manifiesto hacia la institución que dirige. Participó en una mesa técnica convocada a partir de estos hechos en la Subdelegación de Cádiz, a la que asistió el propio ministro y otras autoridades.

Familiares y compañeros despiden en León a uno de los agentes de la Guardia Civil que arrolló la narcolancha
Familiares y compañeros despiden en León a uno de los agentes de la Guardia Civil que arrolló la narcolanchaEFE

Más allá de este episodio, apenas ha participado en actos públicos. Tampoco ha hecho declaraciones en apoyo a los guardias civiles destinados en Campo de Gibraltar o a los familiares de los dos agentes asesinados en Barbate. “Es una ausencia dolorosa, pero no sorprende en exceso”, apuntan fuentes internas a Vozpópuli, al mismo tiempo que recuerdan fricciones anteriores con representantes asociativos de la institución.

El episodio más sonado tuvo lugar en un encuentro que Leonardo Marcos iba a celebrar con los dirigentes de las asociaciones representativas de la Guardia Civil. Una reunión tensa en la que, según algunos de los asistentes, el director general esgrimió: “No vengo a escuchar, vengo a dar órdenes”. Los líderes de las asociaciones se levantaron de su silla y plantaron a Marcos. Desde entonces las relaciones están más que dañadas.

“El silencio de estos días no es más que una evidencia de su gestión ausente”, esgrimen fuentes internas de la Guardia Civil, quienes apuntan a un cambio en la dirección del cuerpo: “Leonardo Marcos debe dimitir”.

Un malestar que ha trascendido las esferas internas del Instituto Armado hasta llegar al Congreso de los Diputados: el Partido Popular ha lanzado una ofensiva parlamentaria en la que pide su comparecencia, así como la de la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca del Pilar Flores Cueto. Igualmente han interpelado a Marlaska sobre si se plantea asumir responsabilidades políticas a partir de la tragedia de Barbate.

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