Este miércoles, los nueve condenados por el procés fueron finalmente puestos en libertad tras hacerse efectiva la medida de gracia de los indultos concedida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A su salida, instantes antes de que se abrieran las puertas de la prisión de Lledoners (Cataluña), los líderes independentistas, cómo si de una 'performance' se tratara, discutieron si tenían que enfrentarse a los cientos de simpatizantes independentistas que les esperaban con una expresión triste o feliz.
En está conversación, que fue grabada por las cámaras de TV3, El líder de la ANC, Jordi Sànchez, preguntó a sus compañeros independentistas si debían salir con "expresión de alegría". El presidente de Òmnium Cultural Jordi Cuixart salió al paso de esa pregunta y respondió con un claro mensaje: "Hombre, claro que sí. Es una victoria, es una victoria. ¿Qué tenemos que hacer, como si estuviéramos en un entierro?".
Al escuchar esa respuesta, el máximo dirigente de ERC, Oriol Junqueras, contradijo a Cuixart y espetó que era mejor mostrar una gesto de "funeral", "compungido", para que no parezca que se alegran de que "que haya muchos represaliados". Sin embargo, Cuixart volvió a defender que salieran con expresión de "victoria".
Finalmente, tras abrirse las puertas del centro penitenciario a las 12.30, los nueve condenados independentistas salieron y posaron con una estelada junto con un cartel que rezaba "freedom Catalonia" ("libertad Cataluña"). Así como solicitaba Cuixart, con gestos de victoria.
Tres años y ocho meses
Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Dolors Bassa, Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn fueron encarcelados hace tres años y ocho meses por los delitos de sedición y malversación cometidos durante el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Esta semana se ha puesto fin a su encarcelamiento, después de que el Gobierno les concediera un indulto parcial y reversible, aunque les ha mantenido la inhabilitación para cargo público. No obstante, el Ejecutivo condiciona su excarcelación a que no cometan otros delitos graves en un periodo de entre tres a seis años.