El ejercicio 2024 llega a su fin a las islas Canarias con dos récords: llegada de irregulares a las islas y récord de desacuerdos para el reparto de menas en centros del resto de España. Los datos de la ONU difundidos este diciembre y a los que ha tenido acceso Vozpópuli señalan un incremento de muertes producto del trabajo de las mafias en origen de lanzar gente al mar rumbo al archipiélago: 878. No obstante, se estima que el número real de víctimas es mucho mayor y en esta cifra no están incluidos los seis de hace pocos días en El Hierro, es decir los 884 efectivos.
Ya lo ha dicho Abdoulaye Ngom, sociólogo senegalés, cuando resume el estado de ánimo de los jóvenes de su país: "Los jóvenes prefieren morir en el mar que morir socialmente en casa". Desde principios de 2024, la ruta atlántica hacia Canarias es el paso más transitado hacia Europa, con 12.092 cruces registrados solamente en enero y febrero. Los primeros meses de 2025 serán clave para saber si esta tendencia es aislada o las mafias migratorias repiten su macabro agosto en invierno.
El Hadji Daouda Luc Gbaya, especialista en cuestiones migratorias, autor de 'La emigración irregular: el mal profundo' -editado en Dakar-, sostiene que en 2023, más de 5.000 inmigrantes, principalmente procedentes del África subsahariana, murieron en el mar intentando llegar a Canarias, una media de 33 muertes por día. Gbaya cita acontecimientos trágicos, como el naufragio de febrero de 2024 frente a la costa de Saint-Louis, que provocó la muerte de 26 senegaleses, y el descubrimiento en julio de 15 cadáveres y 195 desaparecidos frente a la costa de Mauritania. Menciona también el descubrimiento de una canoa que contenía una treintena de cadáveres a 70 kilómetros de Dakar, donde el salario mínimo senegalés es de 0,55 euros por hora.
Mientras la UE se encuentra con problemas con Senegal, entre otros, para negociar acuerdos de repatriación, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) ha cerrado un acuerdo con Mauritania y Senegal sobre deportación admitiendo una responsabilidad compartida para abordar la migración irregular y fomentar sistemas de viajes internacionales seguros. Entre enero y 30 de septiembre de 2024 en su intento de llegar a Canarias han fallecido, según los datos de la ONU; 878 personas de las que 405 han perecido por ahogamiento, 219 por hambre, 249 deshidratados y 5 por violencia en el cayuco o patera, según los datos del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM (ONU).
La ruta del Atlántico, que conecta las costas de África occidental con Canarias, se ha vuelto cada vez más peligrosa. En los primeros nueve meses de 2024, 30.808 migrantes alcanzaron Canarias en 462 embarcaciones, un aumento del 105% en comparación con el mismo período de 2023. Ya la cifra va por 40.000 efectivos antes de terminar el ejercicio. Los principales países de origen de los migrantes de África occidental y central que llegan a Europa son Guinea, Costa de Marfil, Mali y Senegal. Estos cuatro países representan más del 56% del total de migrantes irregulares procedentes de esta región.
España sigue siendo el principal destino para los migrantes de África occidental y central. El 71% de los migrantes de esta región que llegaron a Europa en el primer semestre de 2024 se dirigieron a España. Italia recibió el 26%, mientras que Grecia y Chipre recibieron un porcentaje menor. Entre 2017 y septiembre de 2024, un total de 1.277.964 migrantes llegaron irregularmente a Italia, España, Grecia, Malta y Chipre por mar y tierra. Esta cifra representa una ligera disminución de 9.352 personas en comparación con el mismo período de 2017, año de referencia para este informe.
Los migrantes de África occidental y central representan una proporción significativa de los llegados a Europa. Entre enero y septiembre de 2024, 34.475 personas procedentes de estos países llegaron a Europa, lo que supone el 25% del total de llegadas en los primeros nueve meses del año. La población africana es galopante: se ha multiplicado en el continente casi por cinco entre 1960 y 2023, pasando de 283 millones a 1.384 millones de habitantes, según la ONU.
Ida Marie Savio Vammen, investigadora principal del Instituto Danés de Estudios Internacionales, señala que "durante casi dos décadas, la Unión Europea y los Estados miembros individuales (en particular España, Francia y, más recientemente, Alemania) han intentado de diferentes maneras frenar la migración irregular, tanto por tierra como, especialmente, por mar. Las iniciativas se pusieron en marcha a raíz de la llamada "crisis de los cayucos" en 2006, cuando más de 30.000 migrantes, predominantemente de Senegal, llegaron a las Islas Canarias españolas en barco y luego se vieron impulsadas por la crisis de refugiados europea y la renovada actividad en la peligrosa ruta marítima del Atlántico desde finales de 2019".
La migración, agrega Savio Mammen, y las remesas desempeñan un papel socioeconómico y cultural vital en el país, que tiene una larga tradición de movilidad transfronteriza, tanto dentro de la región como a nivel internacional, vinculada a las épocas coloniales pero también anterior a ellas. Este hecho, unido a las dificultades económicas y al empleo juvenil, "dificulta que las iniciativas de externalización, que cuentan con una gran financiación, logren su objetivo, que es reconocido por la mayoría de los actores políticos europeos y senegaleses con los que he hablado durante el trabajo de campo".
En España las autoridades han operado durante mucho tiempo en Senegal, Mauritania y Gambia para reforzar los controles fronterizos, pero ahora Madrid busca reforzar esas relaciones, en la línea de sus acuerdos con Marruecos que ayudaron a reducir las llegadas de inmigrantes. España ha pedido a Frontex que reinicie una operación de vigilancia aérea y marítima, que finalizó en 2018, en dichos países. Para que eso ocurra, la Comisión Europea debe llegar a un acuerdo con los países africanos sobre su funcionamiento.
La Comisión Europea está trabajando para intensificar el diálogo y la cooperación en materia de migración con Mauritania y Senegal, pero no dio más detalles. España también quiere aumentar las deportaciones. Según datos oficiales, en 2023 fueron 2.760 de un total de 56.852 inmigrantes irregulares fueron deportados a sus países de origen.
Las Islas Canarias comenzaron a recibir llegadas desde Mauritania en 2006. España solicitó entonces ayuda a Frontex. En 2010, cuando las llegadas disminuyeron, la UE y Mauritania publicaron su primera estrategia de gestión de la migración a largo plazo. Mauritania recibió 84 millones de euros en financiación de proyectos en 2018 y 2019 en el marco del Fondo Europeo para África.
Estos proyectos incluyen iniciativas de gestión de fronteras y migración, programas de empleo juvenil y formación profesional, y apoyo a programas de seguridad regionales. Pese a ello, en 2020 se registraron 40.326 llegadas por mar desde Mauritania a las Islas Canarias (8.000 más que en 2006, cuando la tendencia general era a la baja), récord que se superó al año siguiente, con 41.979 llegadas por mar en 2021 y luego en 2023, con 57.071 llegadas.
esnalar
15/12/2024 16:37
Muere muchísima más gente en centro äfrica, en varios países, tanto por miseria, pobreza o guerras, y nadie se rasga las vestiduras. ¿Por qué sois tan hipócritas?