Los fiscales de Sala reunidos ayer a instancias de Eduardo Torres-Dulce respaldaron por práctica unanimidad la decisión de presentar una querella contra Artur Mas, su vicepresidenta y su consellera de Educación. Rearmado moralmente y políticamente reforzado tras esta 'cumbre' de la cúpula del Ministerio Fiscal, Torres-Dulce ordenará nuevamente al fiscal superior de Cataluña que formule una querella contra el president, su segunda y su responsable de Educación por delitos de desobediencia, malversación, prevaricación y usurpación.
En esta demanda, el fiscal general incluirá los argumentos técnicos que presentó ayer a sus subordinados de Sala. Un documento muy bien elaborado y técnicamente impecable, según versiones de alguno de los presentes, en el que jefe del Ministerio Público subraya que la orden de suspensión dictada por el Tribunal Constitucional sobre el 9N fue "absoluta, tajante e inequívoca" y "no dejaba lugar a duda alguna". Ahí radica el origen de todo. La Generalitat se saltó a la torera las disposiciones del TC.
Torres-Dulce señala en su demanda que la orden de suspensión del 9N "no dejaba lugar a duda alguna"
Los fiscales de Sala asumieron sin demasiado debate la propuesta del fiscal general y tan sólo mostraron leves reticencias sobre determinados aspectos técnicos que corregirá el propio ponente. La única excepción fue el voto disidente del jefe de la Fiscalía de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas. Ninguna sorpresa dada su adscripción ideológica. No se mostró discrepante pero evitó endosar la propuesta de su superior.
Aspectos inquietantes
La reunión, que se prolongó por espacio de cuatro horas, discurrió en un ambiente de respaldo indisimulado a la postura de Torres-Dulce. Alguno de los presentes mostró su preocupación por la deriva de los acontecimientos en Cataluña y el escaso respeto a los tribunales por parte del Gobierno catalán.
Varios fiscales no ocultaron su extrañeza y disgusto por la actitud de sus colegas de Cataluña e incluso insinuaron que se observa un proceso de mimetismo entre los representantes del Ministerio Público con los postulados que emanan de la Generalitat. Ya en privado, varios togados con enorme influencia entre sus compañeros, se mostraron muy críticos con lo sucedido en Cataluña, rechazaron por 'asamblearia' la forma de comportarse de sus compañeros catalanes y recordaron que los fiscales tienen autonomía respecto al Gobierno pero no respecto a su jefe jerárquico. Comentarios muy negativos y cargados de preocupación que evidenciaron el estado de ánimo de los asistentes de la 'cumbre' de la Fiscalía. No se trata de un enfrentamiento territorial, pero sí de posiciones muy dispares y enfrentadas. La actitud 'asamblearia' se refiere a que los fiscales del TSJ catalán hicieron caso omiso de las instrucciones de su jefe inmediato, Romero de Tejada, y dieron la vuelta a sus dictados. Lo que en principio se planteó como una votación de 6 a 3 en contra de la querella, culminó días después de una votación unánime de nueve votos contra lo defendido por Torres-Dulce. Un movimiento de piezas y de votos sumamente estrafalario, desacostumbrado en la fiscalía.
Lo que se planteó como una votación 6 a 3 contra la querella, culminó cinco días después en una votación unánime
Una fiscal amotinada
El denominado 'motín de los fiscales' del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en contra del criterio de sus dos superiores, el catalán, Romero de Quesada y el Nacional, Torres-Dulce, estuvo impulsado, de acuerdo con fuentes nacionalistas, fundamentalmente por Teresa Compte, en su momento mano derecha de Conde-Pumpido en esta comunidad.
Compte goza del respeto de buena parte de sus compañeros destinados en Cataluña y se la identifica con el sector más abiertamente soberanista de la judicatura en Cataluña. Su actuación en 2009 con motivo del referéndum de Arenys de Munt, antecedente del 9N, despertó todo tipo de recelos ya que la fiscal dio instrucciones a los diferentes representantes del Ministerio Público en las cuatro provincias catalanas para que se abstuvieran de llevar a cabo cualquier medida contra esta consulta.
La Generalitat ha reaccionado con ironía y cierta actitud provocativa ante la anunciada querella. También Duran Lleida, que ha recuperado sus relaciones cordiales con Artur Mas, ha tildado de 'error' la actuación de la Fiscalía. Artur Mas aguarda expectante el momento de recibir la querella para recuperar su papel de héroe prometeico con el que compareció ante la sociedad catalana en la mañana del 9N.