No será un trámite sencillo. El Ejército de Tierra contratará los servicios de una empresa funeraria para exhumar los restos mortales de 54 españoles enterrados en los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera, junto a Marruecos. El deterioro de los cementerios y los riesgos de desprendimiento sustentan la decisión. Según ha sabido Vozpópuli a partir de fuentes militares, el traslado se realizará en los habituales viajes logísticos con los que el Ejército mantiene y protege los enclaves de soberanía española en el Estrecho de Gibraltar.
La noticia saltaba en el Boletín Oficial del Estado publicado el pasado viernes, 9 de julio. La Unidad de Servicios de la Base Discontinua Teniente Flomesta de Melilla lanzaba un anuncio para que los descendientes de los 54 españoles enterrados en ambos peñones reclamasen los restos mortales en un plazo de veinte días. En caso de no hacerlo, se aprobaría su traslado inmediato al cementerio municipal de la Purísima Concepción, en Melilla.
El BOE recogía una relación de los textos esculpidos en las lápidas de las 54 personas. “María de las Mercedes la Orden García (niña), subió al cielo el 19 de septiembre de 1897, a los 7 meses y 19 días de edad. Sus desconsolados padres”, se lee en una de ellas. “Saturnina Garrido y Vidal, viuda que fue de D. José Juan Granche Mallagaray, el 22 de agosto de 1903, a los 84 años. Sus hijas y nietos le dedican este recuerdo”, apunta otra.
Ciudadanos... y militares que combatieron en Marruecos
Se trata de ciudadanos que residieron en estos enclaves españoles cuando aún estaban habitados; también militares que perdieron su vida en diversas campañas en suelo marroquí. De acuerdo a fuentes del Ejército de Tierra consultadas por este diario, el “progresivo deterioro” de los cementerios obliga a su traslado a otro lugar.
La Comandancia de Obras de Melilla viene detectando en sus últimos controles rutinarios los desperfectos que hay en los camposantos de Vélez de la Gomera y Alhucemas, golpeados por las “extremas condiciones climatológicas y medioambientales” y la “inestabilidad del terreno sobre el que se asientan”.
La situación en algunos casos es crítica: los informes militares alertan del riesgo de desprendimientos y de que algunos de los restos mortales terminasen en el mar. “La responsabilidad moral que tiene el Ejercito de Tierra determinó la decisión de su traslado a una nueva ubicación”, señalan fuentes del cuerpo militar. Memoria de los españoles que se encuentran enterrados en los peñones de soberanía nacional que Marruecos reivindica como propios.
Es en este punto donde comienzan las particularidades técnicas. El Peñón de Alhucemas se ubica a escasos 700 metros de la costa marroquí y el Vélez de la Gomera está unido mediante un istmo al reino alauí. El Ejército de Tierra mantiene una fuerza permanente aunque rotatoria en ambos enclaves, para salvaguardar la soberanía de ambos enclaves.
El traslado a Melilla
"La unidad responsable de las propiedades y el mantenimiento de las islas, peñones y los acuartelamientos de Melilla, incluidos los cementerios militares de la ciudad, es la Base Discontinua Teniente Flomesta, señalan desde el Ejército. El traslado de los efectivos y del material que emplean se realiza habitualmente en helicóptero y con apoyo de la Armada Española.
Una empresa funeraria se encargará de la exhumación de los restos mortales, con personal “contratado expresamente para ello”. Desde el Ejército de Tierra detallan que, “dado el tiempo que ha transcurrido desde su inhumación y el previsible estado de los restos, se procederá a su etiquetado y embolsado”. El traslado se llevará a cabo “aprovechando los viajes logísticos que permanentemente se ejecutan”.
Su destino final será el cementerio de la Purísima Concepción de Melilla. El proyecto contempla la construcción de un columbario para 60 cuerpos, donde se volverán a inhumar los restos de los españoles de Alhucemas y Vélez de la Gomera, a los que se identificará de forma individual con una placa.