La escalada pandémica sacude España y el Ejército se blinda para evitar el colapso ante el aumento de contagiados por coronavirus. Para ello se ha hecho con 22 respiradores, indispensables para tratar aquellos pacientes que sufren los peores envites de la enfermedad. El destino más probable de los respiradores será la Agrupación de Sanidad, que incluye a todas aquellas unidades que prestan apoyo sanitario al Ejército de Tierra; cuerpo que ya luce músculo en la llamada operación Baluarte, de contención del coronavirus ante esta nueva oleada.
Como contó Vozpópuli, el Ejército lanzó la licitación en la Plataforma de Contratación a principios del pasado mes de mayo, cuando España sufría las peores embestidas de la pandemia y en previsión de que se produjese una segunda oleada. Esa escalada del coronavirus ya ha llegado y el cuerpo militar, a través de la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico, ha formalizado la compra de 22 respiradores por un valor total de 235.560,38 euros, IVA incluido.
Según el documento de acta de resolución, tres empresas concursaron en esta adjudicación, para la que el Ejército de Tierra había dispuesto un presupuesto máximo de 244.720 euros. La firma adjudicataria es Hersill S.L.: las otras dos compañías no acreditaron el cumplimiento de ciertos niveles de protección que exigía el cuerpo militar, por lo que fueron excluidas del concurso.
Desabastecimiento en el pasado
Los respiradores suponen un elemento crucial para tratar a determinados pacientes de coronavirus que sufren las peores consecuencias de la enfermedad. En meses anteriores, coincidiendo con el punto álgido de la pandemia en España, las autoridades sanitarias sufrieron el desabastecimiento de este material para tratar a los infectados. Parte de la industria -incluida la armamentística- recondujo su actividad para fabricar más unidades. El Gobierno también sufrió un desencuentro diplomático con Turquía tras retener 150 respiradores que debían ser transportados a nuestro país.
Con esta adquisición, el Ejército de Tierra pretende superar cualquier problema de desabastecimiento que se pueda dar en el futuro, incluido el más inmediato. Fuentes militares consultadas por este diario detallan que, con toda probabilidad, su destino será la Agrupación de Sanidad. Esta rama castrense -antes denominada Brigada de Sanidad- se encargó de brindar apoyo sanitario a hospitales y diferentes administraciones que sufrieron el colapso durante la primera oleada.
La visión del JEME
El Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Francisco Javier Varela Salas, advirtió en una entrevista reciente en la Revista Española de Defensa que el cuerpo reorganizaría todas sus ramas sanitarias tras las lecciones aprendidas del coronavirus. En concreto, anunció la transformación de la Brigada de Sanidad (BRISAN) en una Agrupación de Sanidad, que pasa a depender de la Brigada Logística: “Permitirá obtener una mayor eficiencia del personal sanitario puesto a disposición del Ejército de Tierra y aumentar la eficacia del apoyo sanitario en las operaciones”.
La compra de respiradores no es el único contrato publicado por el Ejército de Tierra en la búsqueda de material para hacer frente al coronavirus. En las últimas semanas han abierto concurso para la adquisición de termonebulizadores y nebulizadores que permiten pulverizar material desinfectante, con un valor total próximo a 60.000 euros. También buscan cápsulas de aislamiento para pacientes, un equipo de calentamiento de paciente por aire forzado (58.080 euros) y autoclaves (192.390 euros).
“Nada más desactivada la operación Balmis analizamos todos los aspectos que podían mejorarse”, aseveraba el JEME en la misma entrevista. La adquisición de todos estos materiales está llamada a subsanar algunas carencias detectadas durante el principal despliegue contra el coronavirus.