"La reunión la enmarco dentro de la normalidad institucional, ni más ni menos". La frase, pronunciada este miércoles en Sevilla, corresponde a la portavoz parlamentaria del PSOE andaluz, Ángeles Férriz. Ilustra la forma en que los socialistas pretenden minimizar la reunión que este jueves mantendrán en el palacio de San Telmo el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y su homólogo de Aragón, Javier Lambán, bajo el lema 'I Encuentro Andalucía-Aragón'.
La cita, rodeada de una gran expectación mediática, genera preocupación en el seno del partido que lidera en Andalucía Juan Espadas, dada la habilidad de Moreno Bonilla para explotar conforme a sus intereses este encuentro, reconocen fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli. Días atrás el consejero de Presidencia andaluz, Antonio Sanz, hombre fuerte del Ejecutivo situaba esta reunión bilateral en el marco de la misma categoría que tuvieron otras 'cumbres' celebradas en San Telmo entre Moreno y presidentes como el valenciano, Ximo Puig; el murciano, Fernando López Miras o el propio Feijóo, cuando aún era presidente de la Xunta de Galicia.
Al propio Espadas le incomoda especialmente esta reunión. Así se pudo evidenciar el lunes cuando el sucesor de Susana Díaz se apresuró a desmentir, sin que nadie le hubiera preguntado al respecto, que "no se trata de ninguna cumbre, como desde el Gobierno andaluz pretenden hacer creer", dijo el secretario general del PSOE-A para alejar la cita de otras anteriores como la visita del presidente valenciano, Ximo Puig, aliado de Moreno en materia de financiación autonómica. Espadas pretende para dejar claro que, a su modo de ver, ambos presidentes sólo abordarán la firma de un convenio en el marco del corredor central ferroviario Algeciras- Zaragoza.
Pero a pesar de los esfuerzos de los socialistas por relativizar este encuentro bilateral entre presidentes autonómicos de distinto signo político lo cierto es que, tal y como ya apuntó este martes el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, "yo no acotaría la reunión a un sólo tema, porque estoy seguro de que la reunión dará para más". Es evidente, a tenor de sus palabras que Moreno Bonilla no desaprovechará esta oportunidad de oro para tratar las recientes medidas del Gobierno central en materia fiscal, tras suprimir él el impuesto de Patrimonio, así como la reforma del modelo de financiación autonómica; algo que la Junta de Andalucía ha retomado con fuerza esta misma semana, justo antes de la llegada de Lambán, como si tratara de caldear el ambiente.
Fuentes del equipo de Juanma Moreno confían en que las grandes conclusiones de este encuentro Andalucía-Aragón salgan de la rueda de prensa del presidente con Lambán. Se refieren así a que, a pesar de que el objeto principal de la cita es el corredor ferroviario, ambos se pronunciarán sobre los dos grandes asuntos que le interesan al gobernante del PP (impuestos y financiación), a tenor de las preguntas que les dirijan.
Es precisamente en el turno de preguntas donde reside la preocupación existente en el seno del PSOE andaluz, sabedor de los titulares "perjudiciales" para el 'sanchismo' que puedan generar algunas respuestas de Lambán, justo cuando renace la alianza que tiene Moreno con su homólogo valenciano, Ximo Puig, en relación con el llamado 'fondo de nivelación transitoria' en materia de financiación autonómica por el que ambos abogan, aludido por el portavoz del Ejecutivo andaluz este martes. De hecho, Fernández-Pacheco pidió a Espadas que se pronunciara sobre tal asunto y éste guarda un incómodo silencio, que ya adoptó durante la sesión de control al presidente de la Junta, la pasada semana, cuando el gobernante centrista pidió al líder socialista de la oposición que se retratara al respecto.
Si se tiene en cuenta que Lambán no comparte la postura de Moreno y Puig con respecto al citado fondo transitorio de financiación, no en vano fue uno de los más firmes detractores del mismo, no parece que su posición vaya a incomodar este jueves a Ferraz o al PSOE andaluz. Cuestión distinta será lo que opine en materia de impuestos, con unas elecciones autonómicas en ciernes, donde el gobernante aragonés se la juega.
Otro asunto que no ha gustado en el seno del PSOE andaluz es el prrotagonismo que Felipe González ha otorgado al presidente Moreno, al invitarle a un foro, junto al propio Lambán, así como García Page, con motivo de los 40 años de la victoria socialista en las generales de 1982, que se celebrará en Toledo. Una información desvelada en exclusiva este miércoles por Vozpópuli.
El propio Juanma Moreno anunció esta cita con Javier Lambán en el transcurso de un foro informativo el pasado 20 de septiembre, en el que indicó que esta cumbre Andalucía-Aragón serviría para repasar necesidades y demandas compartidas con el pueblo aragonés, de forma que se abordarían distintas cuestiones y asuntos estratégicos para ambas regiones como el Corredor Ferroviario Central.
Por su parte, Javier Lambán indicó tras anunciarse su reunión con Moreno que mantenía una "buena relación política y personal" con el presidente de la Junta de Andalucía, y señaló que su encuentro con el dirigente andaluz era "el retorno de la visita" que la entonces jefa del Ejecutivo andaluz, Susana Díaz, realizó en 2017 a Zaragoza, cuando ambas comunidades firmaron un convenio para impulsar el Corredor Ferroviario Central. "Aquella idea cuajó y hoy se está desarrollando", añadió Lambán, que defendió que todas las comunidades tienen "problemas parecidos" y se les ocurren "soluciones similares", así como que el tipo de encuentros como el previsto con Moreno "va desarrollando el Título VIII de la Constitución, hacia la conversión de España en un Estado federal".
Por lo que respecta a Férriz, la mano derecha de Espadas en el Parlamento andaluz sostiene que Moreno "hace muy bien en reunirse con quien quiera", y a propósito de las diferentes reformas fiscales que desde las comunidades autónomas se vienen planteando en las últimas semanas, la portavoz socialista insiste en diferenciar la que ha impulsado Juanma Moreno en Andalucía respecto de otras acordadas por dirigentes socialistas como el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
En esa línea, ha subrayado que Moreno "le ha bajado los impuestos a las élites, a 20.000 andaluces", mientras que el gobierno de la Comunidad Valenciana, por un lado, ha aprobado "un paquete de medidas" de ayudas "de 1.100 millones de euros", cuando la Junta no ha acordado "ninguna", y la "reforma fiscal" que plantea Ximo Puig "incide fundamentalmente en las rentas de menos de 60.000 euros".
La citada dirigente socialista pretende trasladar la idea de que Moreno "se pelea con las comunidades del PP por ser el líder en los rankings de quiénes ahorran más dinero a las élites". A este respecto, Ferriz añade que el presidente de la Junta "no puede ahorrarle dinero a las élites y después pretender equipararse a otros presidentes socialistas que pretenden descargar a las clases medias y trabajadoras".
Al respecto, la portavoz socialista ha puesto de relieve que "si la reforma fiscal de Valencia se aplicara en Andalucía beneficiaría al 97 por ciento de los andaluces", cuando la supresión del impuesto sobre el Patrimonio que Moreno ha impulsado en esta comunidad beneficia únicamente "al 0,2%" de andaluces, según ha insistido en criticar, informa Europa Press.
Financiación autonómica
A preguntas de los periodistas sobre la reforma del modelo de financiación autonómica que la Junta de Andalucía viene urgiendo al Gobierno central, la portavoz socialista ha indicado que Juanma Moreno debe primero "ponerse de acuerdo" con el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre "qué modelo de financiación autonómica quiere, porque plantean modelos completamente distintos", según ha advertido.
Férriz ha defendido que el PSOE-A conoce el modelo "que propone Andalucía" porque fue su grupo el que llevó esa propuesta que defiende la Junta "al Parlamento" andaluz, y ha añadido que el suyo es "un partido coherente" que sigue defendiendo "lo mismo" que entonces.
Frente a eso, y en alusión al Gobierno andaluz del PP-A y su política fiscal, ha considerado "incoherente pedir dinero por una mano pero por otra hacer una política en la que puedes prescindir de 120 millones de euros de recaudación".