Cita clave en el Tribunal de Cuentas. Este lunes, 18 de noviembre, el Pleno del órgano de fiscalización decidirá, en una votación secreta, sobre la renovación de su comisión de Gobierno. En juego está, entre otras cosas, la continuidad de Enriqueta Chicano al frente de la Corte de Cuentas y de las responsables de las secciones de Fiscalización y de Enjuiciamiento, María Dolores Genaro Moya y Rebeca Laliga Miso.
Tras meses en los que se hablaba de una guerra interna que amenazaba el inicio del curso, todo parece indicar que la continuidad de las actuales miembros de la comisión de gobierno no corre peligro. Así lo detallan fuentes internas del organismo a Vozpópuli, que además hacen hincapié en la intención de Chicano y las dos presidentas de sección de continuar cargos; cumpliendo así lo que parece casi ya una tradición y es que, a pesar de que esta votación se celebre cada tres años (tres en los nueve años de mandato de los actuales consejeros), los precedentes vaticinan la reelección de la comisión de gobierno.
No obstante, la condición secreta de dicha votación, siempre le otorga un factor sorpresa. Según fuentes consultadas, la actual sensación de calma en el seno de la comisión es, relativamente reciente, ya que hace apenas unos meses una guerra a tres bandas empañaba el inicio del curso. Tras un año en el que Enriqueta Chicano ha tenido que hacer alarde de su perfil de relaciones públicas con las Cortes, con el 'caso Koldo' y los informes sobre la compra de mascarillas como telón de fondo, la continuidad de la presidencia se puso en tela de juicio.
Entre bastidores sonaban otros dos nombres de la propia bancada progresista. Una batalla a tres entre consejeros cercanos al Partido Socialista que, según las fuentes consultadas, ha terminado solventándose gracias a la intervención del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, "dejando las cosas como están". Dos sillones para los progresistas y uno para la conservadora Rebeca Laliga Miso.
Dolores Genaro y Joan Mauri, los nombres más sonados
El nombre más sonado para renovar a Chicano al frente del organismo de fiscalización ha sido el de María Dolores Genaro, actual responsable de la sección de Fiscalización, según las fuentes consultadas. Genaro disfruta de su puesto de consejera desde el año 2012 y siempre se ha postulado como la sucesora natural de la actual presidenta. Como en legislaturas anteriores, su nombre figuraba en la lista del PSOE como consejera del Tribunal de Cuentas, por lo que fue renovada en 2021.
El tercer nombre que aparece en esta pequeña carrera por la presidencia de la Corte de Cuentas es el de Joan Mauri, uno de los consejeros elegidos en este último mandato. Las fuentes consultadas detallan que la aparición en escena fue propiciada por el PSOE catalán. Un perfil nuevo que intentaba hacerse hueco entre Chicano y Genaro, dos pesos pesados que cuentan con años de experiencia como consejeras del érgano de fiscalización.
Posición de la minoría conservadora
En paralelo a la batalla interna en el lado de la mayoría progresita, el juego también continuaba en la bancada conservadora. Según informan a este medio fuentes internas, el papel de Rebeca Laliga ha sido clave para tranquilizar a los consejeros que forman parte de la minoría del Pleno. La consejera, más cercana al Partido Popular, se ha puesto a disposición de sus compañeros con una intención clara "continuar en su puesto".
Laliga forma parte de la comisión de gobierno que se somete este lunes al escrutinio del Pleno, como responsable de la sección de Enjuiciamiento. Por ello, algunas fuentes consultadas consideran que ha intentado convencer a sus compañeros del lado conservador para que voten a favor de la renovación de la comisión de gobierno con los mismos nombres que lo conforman hasta la fecha, con la intención de "proteger su cargo".
Los doce consejeros del Tribunal de Cuentas que participarán en la votación secreta de este lunes fueron elegidos por las Cortes en noviembre de 2021. La lista de consejeros fue pactada entre el PSOE y el PP para un mandato de nueve años. No obstante, las normas internas del órgano de fiscalización estipulan que una vez cumplido un tercio del mandato, estos doce consejeros deberán decidir si renovar su comisión de gobierno o proponer nuevos nombres, entre los que se encuentra también el cargo de la presidencia.
La votación de este lunes, responde a la designación particular de cada consejero, por lo que -aunque todo apunta a que saldrá adelante la renovación de la actual comisión- todo puede cambiar en el último momento. También podría producirse que la votación no fuese unánime y que algún consejero díscolo saque a la palestra nuevos nombres. Pase lo que pase durante el Pleno, independientemente de lo que ocurra con la comisión de gobierno, los doce consejeros seguirán disfrutando de dicha condición.