Los portavoces de IU en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, respectivamente, han anunciado este lunes que no dejarán sus cargos tras haber sido expulsados de la formación por la dirección federal en una operación que, han acusado, instaura "una especie de estado de excepción".
En una rueda de prensa tras dictaminarse su expulsión de IU por su responsabilidad política en la gestión de la crisis de las tarjetas opacas de Caja Madrid, Gordo ha asegurado que sus cargos siempre han estado a disposición de IUCM y que sólo los dejarán si los pide su grupo y la federación madrileña, como recoge la agencia Efe.
"Son capaces de expulsar a alguien de un sitio donde no están", ha dicho Pérez en referencia a la decisión del viernes, que a su juicio se enmarca en que la federación madrileña "es un obstáculo para disolver" de algunos "que trabajan para Podemos desde dentro de IU".