España

Emilio Delgado, exsecretario de Organización de Podemos en Madrid: de nacionalista castellano a ambicioso podemita

Su dimisión el pasado lunes desató la caja de los truenos en la formación de Pablo Iglesias. En círculos de base de los movimientos sociales era conocido por su "arribismo" y su "desmedida ambición política". Militó primero en Izquierda Unida, y luego en Izquierda Castellana, partido nacionalista castellano hermanado con la Izquierda Abertzale. 

  • Emilio Delgado, exsecretario de Organización de Podemos en Madrid.

Su dimisión como secretario de Organización del Consejo Autonómico el pasado día 7 de marzo abrió la espita de la crisis en la cúpula de Podemos Madrid. Emilio Delgado era hasta hace unos días el número tres del líder de la formación en esta comunidad, Luis Alegre, y desde junio del año pasado diputado en la Asamblea Regional, cargo al que no ha renunciado. Su cese, y el de otros ocho compañeros de partido afines al día siguiente, ha roto el consenso interno a nivel nacional entre partidarios de las familias de Pablo Iglesias, secretario general, e Íñigo Errejón, portavoz en el Congreso. Esta nueva crisis (los motines provinciales llevan meses cociendo a fuego lento) llega en un momento político crucial, con el partido dividido entre seguir negociando para apoyar un gobierno de coalición o decantarse por forzar nuevas elecciones.

En su carta de renuncia, Emilio Delgado (Madrid, 1976) lamentaba tener que marcharse y recordaba su "compromiso" y "entusiasmo" durante el proceso de gestación de Podemos, "una organización política con capacidad, empuje y dinámicas alejadas de los viejos partidos". En el entorno de los movimientos sociales en los que se gestó su ascenso político, en cambio, no se sorprenden de su dimisión. "Siempre se creyó un líder, desde el primer momento su fijación fue la de entrar en las instituciones", relatan a este diario fuentes del movimiento asambleario madrileño, "entró en el 15-M por afán personal, le gustaba hablar y mandar, pero no se implicaba en nada concreto, era déspota, arribista y nocivo".

Delgado y las personas de su confianza eran apodados 'los políticos' por los militantes debido a su afán por mandar y controlarlo todo en las asambleas

Según la biografía publicada en el Portal De Transparencia de Podemos, antes del 15-M Delgado había formado parte "de diversos movimientos sociales y políticos". No se precisan más datos, pero lo cierto es que Delgado fue militante de Izquierda Unida y con posterioridad candidato por el partido Izquierda Castellana, una formación nacionalista hermanada con la Izquierda Abertzale, en las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2003.

Como militante de este partido, nostálgico del movimiento comunero y comprometido a "luchar contra el estado español para que Castilla sea reconocida como nacionalidad histórica", Delgado se presentaba a sí mismo como "orgulloso castellano", "nacionalista" y partidario de aprender del "levantamiento comunero en el que el pueblo apostó por el común e hizo temblar a nobles y reyes". "No podías mencionar a España delante suyo", recuerdan desde los círculos sociales, "sus posiciones políticas era extremas, en principio era marxista, luego se le fue olvidando".

De Izquierda Castellana acabó marchándose aunque, con anterioridad a tal abandono, fundó otro partido de corte municipalista, Unión Vecinal Asamblearia (UVA), con el que según las fuentes citadas "logró reventar la asamblea del 15-M de Móstoles". El desembarco prácticamente en pleno de la UVA tras las elecciones europeas de 2014 en la asamblea municipal de Podemos determinó que acabara controlando este círculo local. Su militancia en hasta tres partidos políticos le hubiera dificultado mucho el escalar puestos dentro de la estructura orgánica del partido, que en su código ético (punto XI) apuesta por la pureza de sangre y limita el "sufragio pasivo a cargos orgánicos internos a miembros o afiliados de organizaciones políticas de ámbito estatal". Pero como sucedió con los antiguos miembros de Izquierda Capitalista, entre ellos el eurodiputado Miguel Urbán, finalmente Delgado logró ganar puestos en el escalafón de la formación morada.

"Escraches, desobediencia y asalto institucional"

Delgado, que ya escribía artículos en Pueblo Comunero, revista hermanada con Izquierda Castellana, fundó un periódico al calor del movimiento 15-M, Voces de Pradillo. Una publicación cercana a los movimientos vecinales de los pueblos del sur de Madrid en la que deja claro cómo, en palabras de Pablo Iglesias, habría que asaltar los cielos. "Sin movilizaciones no hubiera habido asambleas en los barrios y sin ésas no hubiéramos tenido escraches, y sin escraches y un potente movimiento de desobediencia no hubiera tenido sentido plantear ningún tipo de asalto a las instituciones", escribe en un artículo publicado en mayo de 2014.

Delgado medró rápido en los círculos oficialistas de Podemos. En diciembre de 2014, en pleno proceso de primarias de la formación en Móstoles –Delgado encabezaba la lista Claro que Podemos, avalada por Iglesias y Errejón, quien acudió en persona a promocionar su candidatura– era entrevistado en su propio periódico. Desde ese altavoz acusaba a los otros candidatos a primarias de estar siendo apoyados por medios de comunicación locales vinculados al poder municipal (contrario a Podemos) y defendía su candidatura como la más "honesta" entre todas. Su triunfo en aquel proceso le permitió entrar en el Consejo Ciudadano de Móstoles, primer eslabón orgánico en su ahora truncada carrera. "No se caracteriza por su paciencia", dicen las fuentes citadas, "el nerviosismo que muestra él y su entorno es signo de que están perdiendo el control" de la situación.

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