Jaime Peñafiel (Granada, 1932) es uno de los periodistas más veteranos en activo. Es especialista en periodismo del corazón, aunque del que afecta a los personajes de alta alcurnia. En concreto, a los jefes de Estado.
En esta entrevista, cuenta algunas de las aventuras y desventuras que ha vivido en este tiempo y da su opinión sobre una buena parte de las personas de la Familia Real. También, por su puesto, se refiere a la marcha de España de Don Juan Carlos; y recuerda el momento más especial que vivieron juntos, hace 45 años.
Pregunta: ¿Usted es monárquico o republicano?
Respuesta: Yo era juancarlista, ahora no sé lo que soy.
P: ¿Y eso?
R: Porque ahora no sé lo que soy. No tengo sentimientos monarquicos. Sólo amistad y cariño por Juan Carlos I, pero el juancarlismo ya no existe. Por tanto, ahora soy simplemente un periodista.
P: Vaya, tantos años informando sobre la monarquía y ahora me dice que no es monárquico...
R: Yo soy muy crítico. No he sido nunca monárquico, pese a todo.
P: ¿Todos los Borbón cojean del mismo pie? Ya me entiende...
R: Debe ser una cosa genética.
P: ¿Hay algo que no se sepa de Don Juan Carlos en ese sentido?
R: Yo creo que se sabe demasiado.
P: ¿Cómo se ha tomado usted su marcha de España?
R: Ha sido una humillación. A un español no se le puede echar de su país, diga lo que diga Don Felipe y diga lo que diga Sánchez. Fue el propio jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, quien le dijo que, de parte de la Vicepresidencia del Gobierno, tenía que abandonar el país. Fue humillante, humillante, humillante...
"A un español (Don Juan Carlos) no se le puede echar de su país, diga lo que diga Don Felipe y diga lo que diga Sánchez".
P: ¿Cree que todo esto de su padre a Felipe VI le pillaba de nuevas? Es decir, ¿la abdicación la forzaron estas historias que han trascendido ahora?
R: Mira, la abdicación es una cosa de otro momento. Don Juan Carlos estaba muy fastidiado, la institución estaba sufriendo las consecuencias de sus indicios de mala conducta y tuvo que abdicar. ¿Que no se tomaron otras medidas y la cosa se dejó como está hoy? Eso fue culpa de Felipe VI.
P: ¿Denoto de sus palabras cierta opinión crítica con Felipe VI?
R: Es que Felipe VI no ha respetado la presunción de inocencia de su padre. Fue el primero que levantó la veda cuando le retiró a su padre la asignación que recibía de los Presupuestos Generales del Estado. Entonces, hubo quien pudo pensar que don Juan Carlos no era una persona de fiar. Fue su propio hijo quien le señaló.
"El comportamiento de Felipe VI con su padre ha sido terrible. Ha habido una falta de respeto enorme".
P: ¿Cómo es la relación entre ellos?
R: Digan lo que digan, debe ser mala. El comportamiento de Felipe VI con su padre ha sido terrible. Ha habido una falta de respeto enorme. Además, Felipe VI con lo de la herencia se equivocó. Si se lee el Código Civil, articulo 993, verá que dice que no se puede rechazar una herencia antes de la muerte de la persona dueña del patrimonio. Estuvo mal asesorado, se equivocó y ahí le faltó el respeto a su padre.
P: ¿Se siente usted, a título particular, decepcionado con don Juan Carlos o con el Rey?
R: Yo no me siento decepcionado con Juan Carlos, pero si con Felipe VI porque se ha portado mal.
P: ¿Usted se ha considerado amigo de Juan Carlos I?
R: Yo nunca he presumido de ser amigo del rey. Un rey no puede tener amigos y los que dicen que lo son han utilizado la amistad como un cheque al portador. Yo he tenido muy buena relación. Tendré siempre a gala que el día que le designaron Rey, el 22 de noviembre de 1975, aquella tarde la pasó a solas con Sofía y conmigo en su despacho. Nadie llamó a su teléfono y nadie llamó a aquella puerta.
"Yo nunca he presumido de ser amigo del rey. Un rey no puede tener amigos y los que dicen que lo son han utilizado la amistad como un cheque al portador".
P: Vamos, que usted tenía la confianza del Rey...
R: A mí me llegó a confesar incluso lo que ganaba, que eran 70.000 pesetas de la época para todo. Mira, esa falta de medios económicos le marcó, le asustó y le preocupó.
P: ¿Qué conversaciones recuerda de ese 22 de noviembre?
R: Estuvimos dos horas charlando de cosas muy privadas. A mí me llamó para que fuera dos horas antes de la coronación. Cuando llegué no había nadie: ni seguridad, ni luces, ni nada. Toqué la puerta, me abrió un empleado y pasé a su despacho. Allí estaba con la reina. Hablamos de todo, pasamos revista a nuestras vidas... Me dijo que era el día más importante de su vida. Fue fantástico.
P: ¿Estaba intimidado Don Juan Carlos?
R: Estaba contento. En cambio, la reina estaba casi llorando porque a su madre no le habían permitido estar en el palco de invitados. Estaba triste...
P: Es curioso porque de Doña Sofía apenas se ha hablado estos días...
R: Bueno, yo sobre Doña Sofía tengo mis reservas. A mí me ha sorprendido que en unos momentos tan terribles para la monarquía, la reina se marche de vacaciones a Marivent. Me ha sorprendido más todavía que se fuera de compras a El Corte Inglés dos días antes de que Don Juan Carlos anunciaba su marcha. Ojo, ella es todavía reina consorte emérita. Su matrimonio hace muchos años que iba a la deriva y Doña Sofía ha debido sufrir mucho. Pero hay que mantener el tipo hasta el final.
P: ¿Son comportamientos de mujer despechada los suyos?
R: Doña Sofía nunca ha demostrado ser una mujer despechada, a pesar de todas las infidelidades. Siempre que ha aparecido con don Juan Carlos se ha mostrado amable, simpática y cariñosa. En cualquier caso, no entendí que se fuera a El Corte Inglés de Palma de Mallorca mientras don Juan Carlos lo pasaba tan mal. No lo entendí. No ha estado a la altura de las circunstancias.
"Sofía nunca ha demostrado ser una mujer despechada, a pesar de las infidelidades. En cualquier caso, no entendí que se fuera a El Corte Inglés de Palma mientras Don Juan Carlos lo pasaba tan mal".
P: ¿Pero entendía que fuera cariñosa con don Juan Carlos en los actos públicos, pese a 'el contexto'?
R: Pues tampoco lo entendía, a sabiendas de los comportamientos afectivos de don Juan Carlos.
P: Comportamientos afectivos...afinado eufemismo...
R: Sí, sí...(ríe).
P: Usted dijo que mientras doña Sofía ejercía las 24 horas del día, doña Letizia se tomaba lo de ser Reina como una jornada laboral...
R: Dicen que incluso quería tener los fines de semana libres. Mira, mi relación con Doña Letizia es muy especial...
P: Especial es otro eufemismo, entiendo. Quiere decir mala...
R: Bueno, yo creo que ella no sabe estar en su papel de consorte. El otro día publiqué que, de todas las personas del entorno familiar, es la que más feliz se siente por lo de don Juan Carlos. Su relación con el rey emérito ha sido siempre mala. Te recuerdo que Don Juan Carlos dijo de ella que “es una chica muy lista”. Y eso quizá tenía más de malo que de bueno. Por otra parte, tampoco entendí aquella agresión verbal a Doña Sofía en la catedral de Palma. Ahí se demostró que había algo muy negativo en la familia.
P: ¿Pero cree que es nuevo o ha ocurrido desde que que es reina?
R: Ella entró en Zarzuela como un elefante en una cacharrería. Se ha llevado mal con toda la familia, le ha faltado mano izquierda y con Don Juan Carlos no se ha portado bien. No sé si ella ha colaborado en toda esta situación. No quisiera creerlo, pero posiblemente sí.
P: Pero a ver, ¿quién manda ahí? ¿Manda ella?
R: Totalmente. Pero como la mayoría de las mujeres, ¿eh? Lo peor es que está criando a su hija a su imagen y semejanza.
"Lo peor es que Letizia está criando a su hija a su imagen y semejanza".
P: ¿Reinará Leonor?
R: Eso nunca. Mira, ahora mismo es una niña de 14 años. Nada más.
P: ¿Por qué eligió Don Juan Carlos Abu Dabi?
R: Mira, fue ahí porque posiblemente necesita legalizar aquella donación que le hicieron los soberanos del golfo, de 100 millones de dólares, de los que salieron los 65 millones para Corinna. Posiblemente, lo haga con vistas a un posible juicio. Aquí quiero aclarar una cosa: Don Juan Carlos, por más que diga la ignorante prensa española ¡no ha cometido ningún delito! Ha cometido un delito fiscal quizá, pero la donación no es un delito. Las comisiones pueden implicar una falta de ética, pero las donaciones no son delito. Don Juan Carlos no ha robado. ¿Qué coño va a robar?
P: Comisiones, donaciones...
R: A ver, los reyes árabes no pagan comisiones; las pagan quienes se benefician del trabajo del Rey. Y las donaciones son regalos generosos.
P: La clave es el porqué de esas donaciones, ¿no?
R: Porque siempre ha habido una donación entrañable de hermandad entra ambas partes. Mira, cuando en 1973 vino la crisis del petróleo, Franco le pidió a Don Juan Carlos que interviniera ante el rey de Arabia Saudí para que a España no le faltara petróleo. El rey hizo esas gestiones y el rey árabe cumplió. Franco le permitió entonces cobrar una comisión de unos céntimos por cada barril. A ver, no era una cosa muy ética ni estética, pero no era un delito.
"Franco permitió a don Juan Carlos cobrar una comisión de unos céntimos por cada barril de petróleo. A ver, no era una cosa muy ética ni estética, pero no era un delito".
P: Hay que ser muy amigo de alguien para donarle 100 millones de dólares...
R: Sí, pero estoy seguro de que a Don Juan Carlos no le van a procesar ni nada.
P: Y las presuntas comisiones se pagarían por algo, ¿no?
R: Muchas empresas se han enriquecido gracias a las gestiones de Don Juan Carlos. Pero reitero, puede haber falta de estética y de ética, pero cobrarlas no es un delito. Eso hay que declararlo, es delito fiscal. Pero si Don Juan Carlos paga el dinero que hay que abonarle al fisco, quedará exculpado de todo. Hay un enorme desconocimiento al respecto.
P: Seguro que usted es de los que piensa que Don Juan Carlos casó muy mal a sus hijos...
R: (Ríe) Mira, los miembros de las familias reales tienen que casarse con quien quieran, pero también con quien deben. Eso lo dijo don Juan. Los tres hijos de Don Juan Carlos y Doña Sofía se han casado con quien han querido, pero no con quien debían. Lo de Elena terminó en divorcio, el pobre Iñaki (Urdangarín) está en la cárcel y Felipe VI creo que tampoco acertó. En eso he sido muy claro siempre. Don Juan Carlos I aceptó el matrimonio de Felipe VI porque se lo puso muy duro. Felipe VI le dijo que o aceptaban su decisión o renunciaba a todo. Y por evitar una crisis institucional no se negó. Pero bueno, no salió mal del todo, podría haber sido peor...
P: Las cosas siempre pueden ir a peor en la vida...
R: Sin duda.
" Los tres hijos de don Juan Carlos y doña Sofía se han casado con quien han querido, pero no con quien debían".
P: Usted ha ganado bastante dinero con la monarquía:
R: Llevo 60 años en el periodismo. Siempre he intentado ser honrado y escribir con libertad, pero yo no he ganado dinero con la monarquía ni con nada... Yo he estado muchos años en (la revista) Hola y eso estaba muy bien pagado.
P: ¿Llegó usted a ganar más que don Juan Carlos?
R: Mira, el día que me ficha Hola yo era redactor jefe de Europa Press. Entonces, apareció una noticia en la que se aseguraba que mi fichaje era el más grande que se había hecho en el periodismo español. Entonces, Don Juan Carlos me llamó y yo pensé que me iba a conceder una entrevista, pero no, sólo quería que le dijera cuánto me iban a pagar. Y al escucharlo, se sorprendió, porque él cobraba 70.000 pesetas y con eso tenía que hacer frente hasta a la peluquería de la princesa Sofía. "Me controlan hasta las Coca-Colas que tomo", me dijo.
P: ¿Pero cuánto le pagaban a usted, si no es indiscreción?
R: Ganaría unas 700.000 pesetas.
P: Diez veces más que el Rey.
R: Diez veces más que el Rey.
P: Unos años antes de eso, usted iba de cacerías con Franco...
R: Claro, mira, yo desde siempre he sido independiente y he respetado siempre las coordenadas. Hola era una revista de evasión y ahí no había ni elogios ni críticas. Cuando había cacerías de Franco, yo iba a cubrirlas. A mí me eligió para la tarea Antonio Guerrero Burgos, fundador del Club Siglo XXI, que era casi pariente mío. A mí me invitaba y yo iba a cacerías, monterías, etc. Era el jefe del Estado, un dictador terrible...
P: ¿Se las ponían fáciles a Franco?
R: No. Era un magnífico cazador. Mira, yo me he pasado horas y horas en un corralito perdido en los Montes de Toledo mientras cazaban.
P: ¿Hablaba con Franco?
R: Te lo voy a decir claro. Si yo escribiera una biografía de Franco basada en lo que hablé con él, tendría 100 páginas en blanco porque no hablaba nunca nada.
"Si yo escribiera una biografía de Franco basada en lo que hablé con él, tendría 100 páginas en blanco porque no hablaba nunca nada".
P: ¿Qué tiene el poder que a veces hace que quienes lo ostentan se comporten como excéntricos?
R: El poder corrompe y el poder absoluto mucho más. Todo el que tiene poder acaba así. Yo he conocido a muchos jefes de Estado, a casi todos los reyes. He hecho 130 viajes con Don Juan Carlos, con Hussein de Jordania... Les he conocido. Hay unos mejores que otros, pero qué duda cabe que el poder corrompe.
P: ¿A usted le sirvieron carne humana en un banquete, no?
R: Sí, aquello fue durante la coronación de Bokassa, el emperador de Centroáfrica. Entonces, dicen que hubo un plato especial centroafricano de carne que lo comí, yo soy muy carnívoro. Después, se dijo que la carne era de escolares que Bokassa había mandado matar para ese acto. ¿Verdad o mentira? No lo sé. Pero si era carne humana, estaba muy rica.
P: Se quedaría con mal cuerpo cuando se enteró...
R: No, no, no... Me acuerdo que cuando a Alberto Aza le nombraron jefe de la Casa del Rey, yo publiqué una columna que se titulaba 'Un caníbal en la Zarzuela'. Estuvo en aquel acto (ríe).
P: ¿Cuál es el objeto más extraño que le hayan enseñado estos gobernantes?
R: No me viene ninguno a la cabeza. Pero mira, te cuento una anécdota: a mí siempre me emocionó cuando el sah de Persia y la princesa Farah Diva estaban en el exilio de Cuernavaca, yo les regalé una mantilla española. Ella me llegó a decir: “Nunca pensé que esta mantilla iba a cubrir tanto dolor” porque la llevó en el entierro del sah en El Cairo y en el entierro de Lady Di.
P: ¿Será la monarquía británica la última que sobreviva?
R: Bueno, Faruq, el que fuera rey de Egipto, cuando yo le entrevisté en Montecarlo, después de derrocarle, me dijo: mira, muchacho, dentro de unos años en el mundo sólo quedarán cinco reyes, los cuatro de la baraja y la reina de Inglaterra (ríe).
P: ¿Se cumplirá?
R: Pues mira, no lo sé, pero, desde luego, no van a quedar ni Felipe VI ni Leonor.