Ante la previsión de un otoño caliente en las calles, la Dirección General de la Policía ha comenzado a redactar el primer protocolo sobre cuándo y cómo deben utilizar sus agentes las célebres pelotas de goma en los altercados callejeros, según confirmaron a Vozpópuli altos responsables de este departamento. Hasta ahora, los miembros de las Unidades de Intervención Policial (los conocidos popularmente como 'antidisturbios') se limitaban a poner en práctica a modo de recomendación lo recogido en el manual técnico con el que aprendieron a utilizar las escopetas lanzadoras en los cursos de adiestramiento. La decisión del departamento que dirige Ignacio Cosidó se produce poco después de que a Consejería de Interior del Gobierno vasco haya decidido redactar una instrucción para ir restringiendo el uso de este material por parte de la Ertzaintza hasta su desaparición en 2013 tras la muerte de un aficionado del Athletic de Bilbao Iñigo Cabacas por el impacto de uno de estos proyectiles el pasado mes de abril. La Policía, sin embargo, descarta prescindir de ellas.
El 'manual de uso' que ahora prepara la Policía recogerá, por ejemplo, directrices claras sobre la distancia mínima a la que se podrán usar las escopetas lanzadoras de pelotas de goma, que estará en torno a los 40 metros. Además, se fijará como preceptivo que antes de lanzar el primer proyectil se harán disparos de aviso con salvas y sin proyectiles para amedrentar a los alborotadores. Asímismo, se detalla que el disparo no debe hacerse nunca "tenso", es decir, apuntando a una persona, sino que, éste debe buscar un rebote previo de la pelota en el suelo para, de este modo, aminorar los daños al impactar en un cuerpo. Gran parte de éstas instrucciones ya se recogían en los manuales técnicos de los cursos de enseñanza, pero ahora adoptarán las condición de norma de obligado cumplimiento.
La asociación 'Stop Pelotas de Goma' cifra en dos muertos y 23 heridos graves las víctimas por impactos de estos proyectiles en los últimos años
Según las estadísticas de la asociación Stop Pelotas de Goma, en las últimas dos décadas, además de la muerte del seguidor del Athletic, ha fallecido otra persona y otras 23 han resultado heridas con la pérdida de la visión de un ojo a consecuencias del impacto de este material antidisturbios. Esta asociación asegura en su página web que la española es una de las pocas policías europeas que aún emplea este tipo de proyectiles antidisturbios de caucho para hacer frente a altercados callejeros. Sin embargo, tanto los altos cargos policiales como los sindicatos de los agentes consultados insisten a este diario que en la actualidad no hay una alternativa a su uso. "Bien usado no debe provocar graves lesiones", recalca un miembro de las UIP, que insiste que "lo importante es la preparación de los agentes que las usamos". Las organizaciones sindicales de la Policía, de hecho, han recibido con satisfacción la noticia sobre la redacción de un 'manual de uso'.
Las nuevas escopetas de los Mossos
El nuevo material al que se refieren la asociación Stop Pelotas de Goma son las escopetas de fabricación suiza GL-06 Single Shot Launcher, que lanzan unos proyectiles plásticos que pueden ser disparados, incluso, a sólo un metro de distancia del objetivo. La Consejería de Interior del Ejecutivo catalán las adquirió hace unos meses para los Mossos d'Esquadra y modificó en marzo el reglamento de actuación de sus grupos antidisturbios para acomodarlo al nuevo armamento. En él se detalla, por ejemplo, que a tan corta distancia sólo se podrá apuntar a las extremidades inferiores de los alborotadores. No obstante, los mossos mantienen en su equipamiento las clásicas escopetas de pelotas de goma, aunque ahora como "último recurso" cuando "la violencia sea generalizada y ponga en peligro la integridad física de las personas". La Ertzaintza también ha presupuestado la adquisición de estas escopetas para retirar las de pelotas de goma en 2013.
Sin embargo, este nuevo armamento antidisturbios aún no convencen a los expertos del Cuerpo Nacional de Policía ni a los altos cargos de Interior "No está demostrado que sus proyectiles sean menos lesivos que las actuales pelotas de goma", insiste a este diario uno de ellos, que recalca lo costoso de este material, cerca de 1.800 euros por escopeta. Los agentes de las UIP tampoco las ven con buenos ojos. Para ellos, la mejor alternativa al uso de las pelotas de goma es el componente humano: "Con un incremento del número de funcionarios de la especialidad se podrían conseguir la misma efectividad sin utilizar este material".