La selección española ha vuelto a decepcionar en un encuentro amistoso y ha sumado un empate 'in extremis' en su visita a la modesta Costa Rica (2-2), evitando otra patada a la estrella de campeona mundial gracias a los tantos postreros de Silva y Villa tras una primera parte pésima de la 'Roja'.
La alineación confirmó el esperado récord de Iker Casillas, que salió de inicio y supero la plusmarca de Andoni Zubizarreta con la selección española situando la nueva marca en 127 partidos. Además, Del Bosque metía a Monreal, Puyol, Mata y Cesc en detrimento de Jordi Alba, Piqué, Busquets y Silva respecto al equipo de Wembley.
Sin embargo, el día tan especial para el guardameta español pronto se tiñó de negro, con una primera parte horrorosa del campeón mundial, una vez más ampliamente desarbolado en un amistoso. Entre Joel Campbell, la perla fichada por el Arsenal y cedida al Lorient, Bryan Ruiz y Bryan Oviedo tejieron una pesadilla que atormentó a la zaga española.
Las llegadas de los costarricenses se sucedían ante la impotencia de Casillas, quien para colmo cometió un error incomprensible que originó el primer tanto local. El guardameta se dejó el balón atrás, enredado entre los pies, y se lo regaló a Brenes, que tuvo la sangre fría para picarla por encima de Puyol y abrir el marcador a la media hora de juego.
La 'Roja' reaccionó con ocasiones consecutivas de Villa y sobre todo dos de Cesc, un mano a mano y un remate de cabeza franco, pero siempre se encontraron con los reflejos de Keylor Navas, portero suplente de Munúa en el Levante. Los fallos visitantes contrastaban con el acierto local, cuando Campbell, muy suelto en la frontal ante la laxitud de la defensa rival, lanzó un tiro enroscado que entró pegado al palo del capitán: 2-0 y delirio local.
Tras una primera parte indigna de la estrella que adorna su camiseta, España salió a por el partido tras el descanso espoleada por la sublime verticalidad de Iniesta y las ganas de Villa. Las incisiones del manchego por la banda izquierda y los desmarques del asturiano asustaron a los centroamericanos, que se enjambraron en torno a su guardameta.
El delantero centro del Barcelona dispuso de un puñado de grandes ocasiones, pero no encontró la senda del gol. Un tiro que se fue muy alto, un gran lanzamiento de falta que exigió la mejor versión de Navas y un mano a mano que se marchó lamiendo el poste se sucedieron bajo el diluvio desatado en San José, que transformó el terreno de juego en un patatal.
Faltan diez minutos y se barruntaba el enésimo tropiezo español en un amistoso, pero en esta ocasión con el lastre añadido de que se producía ante un rival modesto. Pero la vigente campeona europea y planetaria sacó orgullo para empatar bajo el aguacero con un gol de combinación y otro a balón parado.
En el minuto 83, Iniesta y Silva marearon a la defensa 'tica' con una doble pared que dejó el balón franco a los pies del canario para que recortara distancias con un tiro raso. Ramos rozó el empate con un remata de cabeza tras un falta botada por Cazorla, que aún puso otra falta al área, ya en el descuento.
En esta segunda ocasión, el balón del jugador del Málaga aterrizó en la cabeza de Villa, que diseñó un ágil escorzo para, esta vez sí, batir a Navas. Sin tiempo para más, el empate evitó el descalabro de un equipo que solo compareció medio partido en el Estadio Nacional de San José.
