El Ministerio del Interior ha iniciado los trámites para expulsar a Marruecos a Rachid Elomari, sobre el que según el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno "hay indicios suficientes para determinar que se encontraba en vías de planificación de un atentado terrorista en Madrid".
También será expulsado Mustapha Elomari, el primo al que el presunto cabecilla había conseguido radicalizar. Sin embargo, fuentes del caso han confirmado a Vozpópuli que los representantes legales de ambos presuntos yihadistas han recurrido la decisión del Gobierno español de deportarlos.
El Ministerio encabezado por Juan Ignacio Zoido no ha promovido, por el contrario, la expulsión del tercero de los detenidos en el madrileño barrio de Embajadores, Mohamed Chaou, que al igual que Mustapha Elomari fue liberado por la Policía antes de pasar a disposición judicial.
Un año y expulsión
El artículo 89 del Código Penal permite la expulsión del territorio español de los extranjeros, como es el caso de Rachid y Mustapha, si son condenados a más de un año de cárcel. Si la pena excede los cinco años, el juez puede acordar la ejecución de la condena, en su totalidad o en una parte, antes de su deportación. También se han dado casos en los que los extranjeros y el Gobierno español pactan la expulsión antes de celebrarse el juicio.
Rachid Elomari, de 32 años, y su primo, Mustapha, de 33 años, originarios de la pequeña localidad de El Jouala, cerca de Marrakech, fueron arrestados la semana pasada después de que los agentes de la Comisaría General de Información vieran que los presuntos islamistas radicales arrancaron un cartel en el que aparecían mujeres, y posteriormente, en el portal de su vivienda, Mohamed Chou rompiera el cartel con extrema virulencia, según consta en el auto del juez Moreno, que especifica que también pisoteó las fotografías.
Este episodio alertó a los agentes, que en sus seguimientos corroboraron que la noche del 11 de junio los arrestados pasearon por "lugares y trayectos emblemáticos de Madrid en actitud vigilante, siguiendo un itinerario lleno de medidas de seguridad y de prácticas de observación sobre dichos lugares".
Los detenidos acudían a la mezquita de Lavapiés porque los imanes reparten comida gratis
Además, los agentes constataron una evidente radicalización de los detenidos en sus hábitos y costumbres, ya que por ejemplo Mustapha, que era peluquero, se dejó barba y acudía de forma habitual a la mezquita de Lavapiés. Según fuentes del caso, los arrestados, que tenían unos ingresos muy bajos, se desplazaban hasta este barrio madrileño porque los imanes de este centro de culto reparten a los fieles comida gratis tras romper el ayuno.
Rachid, que trabajaba de repartidor de propaganda, siempre ha mantenido unas costumbres muy tradicionalistas, confirman las mismas fuentes, que destacan que despreciaba a las mujeres cristianas, ya que las consideraba impuras. De hecho, fuentes del caso sostienen que Rachid incluso podría haber participado en la conversión al Islam de una mujer cristiana.
La radicalización de Rachid coincide, también, con el regreso de éste de un viaje a Marruecos en marzo. Además, este detenido dejó en un lugar de trabajo una nota que el juez Moreno califica de "apocalíptica" que decía: "Dominio yihad, hoy vuelve al paraíso".
Justificó atentados
Los agentes también detectaron que Rachid se identificaba con la ideología de la organización terrorista DAESH. Y por ello, en sus relaciones con otros terroristas llegó a justificar los atentados de Francia, "diciendo
que tenían lo que se merecían, ya que ellos, los miembros del Califato, incluyéndose a sí mismo, tienen como fin último defender el Islam y convertir a todo el mundo, ya que el Corán lo que dice es que el que no quiera
convertirse al Islam tiene que morir por infiel", indica el juez Moreno.
El arrestado hizo unas manifestaciones similares tras los atentados en Manchester el 22 de mayo, "sin importarle que sean niños", resalta el auto, que recuerda una de las frases de Rachid: "Es lo que se merecen, que nadie se queja por los niños de Siria", añadiendo a continuación y cita literalmente: Aquí va a suceder algo peor".
Rachid también mostró en sus conversaciones su interés "por las armas", e incluso llegó a preguntar: "¿Tú sabrías fabricar una bomba?, interesándose a continuación por el tipo de materiales que serían necesarios", completa el magistrado, que acordó el pasado viernes que el presunto yihadista entre en prisión.
Por el contrario Mohamed Chaou, natural de Tánger, tiene una pareja de nacionalidad italiana y reside en España desde hace 12 años. Trabaja en un local en el barrio de Lavapiés.
De los tres arrestados, sólo Rachid permanece en prisión preventiva por el riesgo de fuga. Además, según el auto del juez Ismael Moreno era "el líder de la célula terrorista investigada, quien habría captado y adoctrinado a su primo Mustapha Elomari y a Mohamed Chaou, y ha manifestado su deseo de viajar a las zonas de conflicto para practicar la yihad y contraer matrimonio en tierras del Califato".