Las desavenencias recientes entre España y Marruecos son cosa del pasado. Al menos, eso tratan de escenificar Madrid y Rabat tras firmar el nuevo acuerdo de cooperación bilateral, con la aceptación de las posiciones del reino alauí sobre el Sáhara como apunte destacado. Y como todo gran acuerdo suscrito con el país vecino, aún faltan por cerrar los detalles de la reunión de alto nivel que mantendrán para congraciarse, enterrar las diferencias del pasado y "normalizar las relaciones" mutuas. Dicho encuentro tendrá lugar "antes de fin de año", indica el Gobierno en una respuesta parlamentaria, sin especificar ninguna fecha para el encuentro. Todo ello en un contexto de tensión en el Ejecutivo, después de que Podemos haya exigido a Pedro Sánchez que condene la actuación de Marruecos por los episodios fronterizos de Melilla, que hasta el momento se han cobrado la vida de una treintena de personas.
El pasado mes de marzo España y Marruecos suscribieron un nuevo acuerdo de entendimiento tras meses de relaciones rotas. La decisión se supo a través de Mohamed VI, al publicar una carta en la que anunciaba la nueva era diplomática entre Madrid y Rabat. Moncloa no pudo hacer más que confirmar el contenido de la misiva del reino alauí.
El principal punto acordado fue el reconocimiento por parte de España del plan de Marruecos sobre la soberanía del Sáhara Occidental. Y, con ello, se cerraban las heridas diplomáticas que habían desangrado las relaciones mutuas durante los meses anteriores. Cabe recordar que el reino alauí había manifestado su indignación por el tratamiento médico que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, recibió en un hospital de Logroño.
Y que poco después se produjo la entrada irregular de miles de personas en Ceuta con la connivencia de las autoridades marroquíes: los expertos lo calificaron expresamente como un "ataque híbrido" de Rabat para poner contra las cuerdas a las autoridades españolas. La crisis desembocó en la destitución de Arancha González-Laya al frente de los servicios diplomáticos españoles.
Marruecos, fricción PSOE-Podemos
Tras confirmarse el nuevo acuerdo de entendimiento, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares viajó en mayo a Marruecos para concretar la aplicación de la hoja de ruta bilateral. Entre otros asuntos, abordó con su homólogo Nasser Bourita la restitución del tráfico aéreo y marítimo, así como la reapertura de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla. La coordinación en la Operación Paso del Estrecho, que no se llevaba a cabo desde 2020 con motivo de la pandemia de coronavirus, fue vendido como un éxito diplomático en esta nueva etapa.
Pero la hoja de ruta incluía la celebración de una reunión de alto nivel entre España y Marruecos. En ella se abordarán temas como la gestión de los espacios aéreos, la delimitación de los espacios marítimos, la cooperación en inmigración, la económico o la “cooperación sectorial” en los ámbitos comercial, energético, industrial y cultural, entre otros.
Aún no hay una fecha designada para la cumbre bilateral: "A finales de año", afirmó Moncloa cuando se dio a conocer la hoja de ruta de los nuevos acuerdos de cooperación, el pasado mes de abril. Dos meses después, el escenario sigue siendo el mismo: "La Reunión de Alto Nivel prevista en la declaración conjunta deberá celebrarse antes de fin de año", indica el Gobierno en una respuesta parlamentaria remitida al Partido Popular, después de que el partido liderado por Alberto Núñez-Feijóo pidiera información sobre la situación de las relaciones Madrid-Rabat.
La respuesta llega en un contexto de tensión marcado por la crisis de Melilla, después de que unos 2.000 inmigrantes se lanzaran contra la valla para intentar alcanzar suelo español. En esta ocasión, las autoridades marroquíes emplearon todos los medios a su disposición para tratar de frenar el asalto. Bailan las cifras de subsaharianos fallecidos: desde los 23 que reconoce el reino alauí a los 37 que apuntan las ONG.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaudió la gestión marroquí y aseguró que el episodio estaba "bien resuelto"; una conclusión que rechazan sus socios de Gobierno, quienes le exigen que condene la actuación de los gendarmes del país vecino: "Exigimos abrir de modo inmediato una investigación independiente para esclarecer esta tragedia humana y derivar las correspondientes responsabilidades políticas y penales en colaboración con las delegaciones diplomáticas de la Unión Europea presentes en territorio marroquí", señalan desde Unidas Podemos.
Sin llegar a concretarse la fecha concreta en que se celebrará la cumbre bilateral, lo que sí es claro es que las relaciones con Marruecos marcan una nueva línea de fricción en el Gobierno de coalición.