España no va todo lo rápido que debiera para vacunar de covid a la población. Desde luego, va mucho más lento de lo requerido para cumplir el objetivo marcado por el ministro de Sanidad, Salvador Illa: llegar a 20 millones de vacunados en junio. Algunos territorios tardarían años en vacunar a toda su población a esta velocidad. A pesar de ello, y de que todavía hay cerca de un 30% de las dosis recibidas sin poner, las comunidades autónomas no están haciendo uso de todos los recursos a su disposición.
Sumando los recursos de Enfermería disponibles en los hospitales privados, en las mutuas de trabajo y en el Ejército, las Comunidades Autónomas podrían contar con el apoyo extra de 18.762 profesionales capacitados para poner la vacuna. Esta magnitud es superior, por ejemplo, a todas las enfermeras y enfermeros con los que cuenta en su territorio la Comunidad Valenciana (16.962), que es la cuarta que más tiene de toda España.
Tanto las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, como los hospitales privados y el Ejército han mostrado su total disponibilidad para participar en tareas de vacunación. De estos grupos, los que cuentan con más efectivos disponibles son los hospitales privados. Según el informe del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) 'Sanidad Privada. Análisis de situación 2020', el ámbito privado cuenta con 67.379 profesionales de Enfermería. De ellos, 26.714 trabajan en el ámbito intrahospitalario.
La privada se ofrece a vacunar gratis
Precisamente, el IDIS, entidad constituida por la mayoría de las empresas sanitarias privadas de España, expuso la "disponibilidad absoluta del sector sanitario privado en todas las comunidades autónomas para agilizar el ritmo de vacunación que requiere la pandemia y lograr una más rápida inmunidad, sin incrementar los costes del Sistema Sanitario dado que la sanidad privada no factura nada por la vacunación".
A este llamamiento solo han acudido, por el momento, tres Comunidades Autónomas: Madrid, Cataluña y Murcia. El resto no se ha pronunciado todavía sobre la posibilidad de utilizar los recursos sanitarios privados para vacunar. Aun así, su participación en comunidades como Madrid es todavía testimonial y se limita a la vacunación de los propios sanitarios que trabajan en la privada. Si se hiciera uso de la totalidad de recursos enfermeros de la privada en estas tres Comunidades Autónomas, quedarían 11.301 efectivos todavía sin utilizar. Tanto las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, como los hospitales privados y el Ejército han mostrado su total disponibilidad para participar en tareas de vacunación.
El presidente del IDIS, Juan Abarca Cidón, señala a Vozpópuli que "el sistema sanitario público está colapsado y la Atención Primaria también. No contar con otros servicios sanitarios, que están disponibles, es una pérdida de oportunidad. Ahora bien, si el sector público cree que pueden hacer la vacunación él solo, que lo haga. Nosotros estamos dispuestos a colaborar en la manera en que podamos".
Defensa, a expensas de que lo pidan
Respecto a la ayuda militar, el Ministerio de Defensa "ha mostrado su disposición para ayudar en la campaña de vacunación en el momento que lo solicite el Ministerio de Sanidad, que es quien dirige y coordina", como afirman fuentes oficiales a este diario. Una llamada que, de momento, no se ha producido. En estos momentos, según refleja la última Estadística de Personal Militar de Carrera y de la Guardia Civil publicada por el Ministerio, nuestro Ejército cuenta con 761 enfermeras y enfermeros -665 en activo y 96 en reserva-.
A los profesionales de la privada y del Ejército hay que sumar a los que trabajan en las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social. Estas cuentan con 6.700 enfermeras y ya han trasladado al Ministerio de Seguridad Social su "máxima disposición" para incorporarse a las tareas de vacunación. El ministro José Luis Escrivá parece receptivo a utilizar a estos profesionales y analiza estos días el cauce jurídico que permita incluirlos en labores de vacunación.
La suma de los profesionales de Enfermería de mutuas (6.700), hospitales privados (11.301) y militares (761) que podrían echar una mano en la vacunación y no se están utilizando hacen un total de 18.762. La celeridad en la vacunación no es un capricho. A medida que aumenta el número de contagios por la tercera ola, más en riesgo se pone la campaña de vacunación, como avisan los especialistas en Salud Pública. A más contagios, más posibilidades de que alguien vacunado se contagie -la vacuna de Pfizer no desarrolla inmunidad hasta las dos semanas-, echando a perder las dosis utilizadas.