Media docena de Estados miembro, entre ellos España, han firmado este lunes una declaración conjunta pidiendo unificar criterios para reactivar los viajes no esenciales y se han mostrado partidarios de contar con un certificado médico sobre coronavirus que sirva de "pasaporte" para los ciudadanos que acrediten estar inmunizados o no contaminados.
"Creemos que es hora de que al menos fijemos condiciones bajo las cuales los viajes no esenciales, en particular para el turismo, puedan ser reanudados", indica el documento firmado por los ministros de Turismo de Austria, Bulgaria, Grecia, Malta, Eslovaquia y España.
Los ministros han difundido esta posición tras una reunión informal por videoconferencia a Veintisiete para continuar la discusión que los líderes de la UE ya tuvieron el pasado jueves sobre el modo de coordinar mejor las restricciones fronterizas que afectan a la libre circulación dentro de la UE, así como para evaluar la situación del sector.
La carta de Reyes Maroto y los otros cinco ministros toma nota de las restricciones severas que se aplican en estos momentos en las fronteras de varios Estados miembro, pero reclaman proporcionalidad para asegurar que estas medidas "drásticas" no se aplican más allá de lo "estrictamente necesario" para salvaguardar la salud pública.
Vacunación, test o anticuerpos
En este contexto, este grupo de países apuntan a la creación "rápida" de herramientas digitales interoperables que permitan incluir información sanitaria "con todos los datos necesarios relacionados con la infección por covid-19", por ejemplo certificados de vacunación, resultados de test o la presencia de anticuerpos por una reciente recuperación de la enfermedad.
Esta herramienta, que dicen podría llamarse "pasaporte sanitario", debería "facilitar viajes seguros" por lo que creen que sería útil para "relanzar" los desplazamientos.
Precisamente este lunes, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunció en un encuentro con diputados alemanes de sus partido que preveía presentar "este mes" una propuesta legislativa para crear un "Pase Digital Verde" que sirviera para acreditar que el viajero no es un riesgo por covid y puede viajar dentro de la Unión Europa o al exterior.
El vicepresidente responsable de Salud y Seguridad, Margaritis Schinas, ha precisado más tarde que la propuesta de Bruselas llegará el próximo 17 de marzo y estará centrada en un certificado que ayude a la movilidad y los viajes, con datos sobre vacunación, resultados de test y anticuerpos del titular del documento.
De este modo, la jefa del Ejecutivo cede a los países que como Grecia y España reclamaban una suerte de "pasaporte" para los viajeros inmunizados con el fin de reactivar el turismo tras la tercera ola de la pandemia, a pesar de que el jueves tras una cumbre con los líderes de la UE avisó de que Bruselas trabajaría en los próximos tres meses en un certificado solo de uso médico porque no había el consenso suficiente entre los Veintisiete para discutir qué usos se le podría dar más allá.
Preguntado por el cambio de posición de Von der Leyen, su portavoz ha dicho que la presidenta de la Comisión "escucha" a los Estados miembro y es consciente de cómo el debate ha ido evolucionando y ha entendido que existe una "necesidad de dar una solución concreta" a este asunto.
Fronteras cerradas
En la actualidad, varios Estados miembro mantienen sus fronteras cerradas a los viajes considerados no esenciales, como Bélgica o Alemania, y una mayoría exige un resultado de PCR negativo antes y un segundo test o cuarentena después del viaje para asegurar que no es portador de coronavirus.
En este contexto, el anuncio de Von der Leyen ha sido celebrado por países como España, cuya ministra de Turismo, Reyes Maroto, ha dicho a través de Twitter que es una "buena noticia" que en la UE se comparta la necesidad de "agilizar las herramientas para garantizar una movilidad segura en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan".
El anuncio de Bruselas, no obstante, ha despertado también dudas, por ejemplo en Bélgica, en donde su ministra de Exteriores y primera ministra durante la primera ola de la pandemia, Sophie Wilmès, ha avisado de que "de ninguna manera" se deberá vincular la libertad de movimiento de los europeos al hecho de estar o no vacunados.
"El respeto del principio de no discriminación es más fundamental que nunca ya que la vacunación no es obligatoria y el acceso a la vacuna aún no está generalizado", ha razonado la ministra belga.