España fue el tercer país que más material de defensa vendió a Arabia Saudí en el periodo comprendido entre los años 2012 y 2016, según datos recopilados por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), recogidos por Europa Press.
El principal proveedor de armamento a Arabia Saudí durante ese periodo de cinco años fue Estados Unidos, que le vendió el 52,04 por ciento del total. A continuación se situó Reino Unido, con un porcentaje del 27,12 por ciento de ventas y después ya se encuentra España con un 4,19 por ciento, seguida de cerca por Francia con el 4,11 por ciento.
El debate sobre la venta de armas a Arabia Saudí ha estado sobre mesa desde su participación en la guerra de Yemen. Pero se ha intensificado durante la última semana con motivo de la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul.
Este hecho ha provocado la reacción de Reino Unido, Francia y Alemania, que emitieron un comunicado conjunto exigiendo a Riad que "esclarezca claramente las responsabilidades" y lleve a los culpables ante la justicia.
Alemania no venderá armamento
Pero el Gobierno de Angela Merkel ha ido más allá y anunció que no venderá armamento a Arabia Saudí mientras se mantenga la incertidumbre sobre la muerte del periodista saudí crítico con el régimen. Además, este lunes su ministro de Economía, Peter Altmaier, ha pedido a los socios europeos que hagan lo mismo.
Según los datos de SIPRI, Alemania ocupa el séptimo lugar en la lista de países exportadores a Arabia Saudí, con un porcentaje del 1,87 por ciento del total de las ventas al país.
En España, el Gobierno emitió el pasado sábado un comunicado en el que se declaraba "consternado por las informaciones preliminares de la fiscalía saudí sobre la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi en el Consulado del Reino de Arabia Saudí en Estambul".
Además de expresar el pésame a sus allegados, el Gobierno se sumó al llamamiento del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que "los responsables de estos gravísimos hechos respondan ante la justicia tras una investigación exhaustiva y transparente".
España mantiene su compromiso de venta
El pasado mes de agosto, a raíz de un bombardeo en el que murieron decenas de personas en Yemen, incluidos varios niños, el Gobierno español anunció que revisaría las condiciones de venta de armamento a países de Oriente Próximo para garantizar que se cumplen las condiciones de la venta, especialmente el compromiso de no utilizarlas en terceros países.
Pocas semanas después, el Ministerio de Defensa confirmó una información según la cual se suspendía un contrato de venta de 400 bombas láser del Ejército de Tierra, valorado en 9,2 millones de euros. Sin embargo, pocos días después del Gobierno dio marcha atrás por temor a que Arabia Saudí suspendiese el contrato multimillonario (1.800 millones de euros) para la construcción de cinco corbetas en los astilleros gaditanos de Navantia.
El Gobierno alegó entonces que no había encontrado ninguna irregularidad que le permitiese suspender el contrato de venta de las bombas y que tenía que cumplir el contrato firmado por un Gobierno anterior. También afirmó que se trataba de material "de precisión" que no debería causar víctimas colaterales.