Estado Islámico ha fracasado en su intento de teñir Occidente de sangre estas Navidades a pesar de los llamamientos de su propaganda. Los canales mediáticos del grupo terrorista lanzaron hace semanas consignas en ese sentido, según les consta a los expertos en el análisis de sus mensajes. Instaban a sus simpatizantes a llevar a cabo alguna acción como la que tuvo lugar en un mercado navideño de Berlín (Alemania) el 19 de diciembre de 2016.
Aquel día, un ciudadano tunecino que había jurado fidelidad a Estado Islámico, Anis Amri, irrumpió con un camión robado y atropelló mortalmente a 11 personas. Un año antes, también en vísperas de la Navidad, un matrimonio estadounidense de origen pakistaní perpetró la matanza de San Bernardino en California. Tras asesinar a 14 personas con armas de fuego fueron abatidos por las autoridades. El padre de uno de los autores confirmó la simpatía de su hijo por Estado Islámico.
Entonces el grupo liderado por Abu Bakr Al Baghdadi no atravesaba su actual momento de debilidad, derrotados en Irak y de retirada en Siria. Sus mensajes ya no tienen la potencia de antaño cuando se ganaron el apelativo del grupo terrorista más potente de la historia. Aún así, han tratado de hacer llegar sus mensajes de odio tanto en Europa como en Estados Unidos. Las fuentes consultadas indican que las principales amenazas han ido dirigidas contra Berlín, París, Londres y Nueva York. Algunas eran de nueva creación y otras eran imágenes antiguas que han vuelto a circular.
Pero también han señalado al Vaticano, una de las obsesiones de Estado Islámico. Wafa Media Group, próxima a Daesh, difundió a través de Telegram una imagen de un encapuchado al volante de un vehículo con un arma y una mochila en el asiento del copiloto. El coche se dirigía hacia la Basílica de San Pedro. Al montaje fotográfico le acompañaba el siguiente mensaje en inglés: “Sangre Navideña, así que espera”.
Aunque en una intensidad menor, España no se ha salvado de mensajes amenazantes estas fechas tal y como detectó AICS, empresa de seguridad dedicada al análisis de los movimientos yihadistas y en contacto permanente con las fuerzas de seguridad. El pasado mes diciembre volvió a circular en los foros radicales el vídeo en español realizado por Daesh tras los atentados de Barcelona y Cambrils en los que aparecía Muhammed Ahram Pérez, un joven enrolado en Daesh procedente de Córdoba. “Al Andalus volverá a ser lo que fue, tierra de califato”, proclamaba en las imágenes.
"Atacar a los españoles"
Además, AICS detectó en Telegram, también en diciembre, otras imágenes preocupantes en referencia directa a España. En una de ellas se aprecia un teléfono con el anagrama de Estado Islámico superpuesta a un fotografía de las banderas de la Unión Europea, España y Cataluña a media asta (tomada tras los atentados de Barcelona y Cambrils). “Nuestra guerra contigo es hasta el final del mundo. Atacar a los españoles”, decía el mensaje. En otra imagen se veía un mercadillo que parece ser el rastro de Madrid.
Las fechas claves eran la Nochebuena y la Nochevieja y en el calendario navideño español también la víspera de Reyes con las cabalgatas, un desafío de seguridad para la Policía. Pero los llamamientos yihadistas no han causado ningún efecto en Occidente (sí ha seguido habiendo ataques en otras latitudes). A juicio de los responsables de AICS esta situación es el resultado de varios factores, principalmente que Estado Islámico se encuentra “en horas bajas no solo en el campo de batalla”.
“La organización terrorista necesitaba de una acción armada, cuanto más mediática mejor, en suelo europeo para incrementar la moral de sus combatientes en Oriente Medio, y al mismo tiempo volver a las portadas de los medios de comunicación. Hay que tener en cuenta que la propaganda es parte fundamental de la capacidad de supervivencia de Estado Islámico”, sostiene esta empresa en uno de sus últimos informes al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Aún así, no descartan que puedan haber acciones terroristas en occidente en el futuro, pero añaden que “si esto ocurre, no será por la actuación de algún simpatizante que decide pasar a la acción, sino que muy posiblemente sea por la actuación de elementos retornados de los entornos bélicos”.