España

Un think tank estadounidense alerta sobre el riesgo de un atentado del Estado Islámico en suelo español

El Instituto Gatestone recoge en un informe sobre la actividad del grupo terrorista en la península la preocupación de las autoridades españolas ante posibles acciones en el territorio nacional y asegura que el Estado Islámico busca musulmanes conversos con nombre cristiano para no levantar sospechas entre las fuerzas de seguridad.

  • Mossos d'Esquadra con uno de los detenidos en la mayor operación contra los yihadistas el Estado Islámico en Cataluña.

Desde que hace casi un año el grupo terrorista conocido como Estado Islámico proclamara el Califato, el foco terrorista ha tenido como uno de sus objetivos de conquista la Península Ibérica. Si bien ya lo detallaban en su plan quinquenal tras su nacimiento, ahora, un informe de un think tank estadounidense, el Instituto Gatestone, sitúa a nuestro país en el ojo del huracán yihadista y advierte sobre el riesgo de un atentado por parte de la organización en suelo español.

El estudio, elaborado por el prestigioso centro radicado en Nueva York, considera, tomando las palabras del propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, “muy probable” que los terroristas “atenten en España en algún punto en el futuro” y sitúan la posibilidad de ataque, según las valoraciones de Fernández Díaz en distintos medios de comunicación, en el 70%. El ministro aseguró en una conferencia hace unas semanas que España había arrestado a 568 yihadistas en los últimos diez años y que, en la actualidad, se conoce que al menos 115 españoles se han unido a las filas del grupo terrorista. Además, 14 yihadistas habrían vuelto a nuestro país tras luchas en Irak y Siria, de los cuales nueve se encuentran en prisión y cinco permanecen en libertad.

Debido a la presión de las autoridades francesas, hay una creciente cantidad de yihadistas que salen de Francia para operar en España porque tienen mayor margen de movimiento

En los primeros meses de 2015, según recoge el documento, unos 40 nuevos españoles se han unido al Estado Islámico. Entre los nuevos reclutas, el grupo terrorista está “especialmente interesado” en captar a los conversos españoles al Islam con licencia de armas y que puedan comprar rifles y escopetas. Es importante “que todavía no hayan asumido nombres musulmanes y tengan aún su nombre cristiano” con el fin de no levantar las sospechas de las fuerzas de seguridad cuando compren armamento.

Otro de los asuntos que preocupa al centro de estudios neoyorkino es la creciente cantidad de yihadistas provenientes de Francia que han pasado a España en los últimos meses debido a la presión que está ejerciendo el gobierno de François Hollande tras los atentados de Charlie Hebdo. El presidente galo ordenó desplegar 7.000 militares en suelo francés de forma permanente para patrullar las calles, lo que ha provocado que muchos yihadistas hayan decidido operar en la Península Ibérica, donde consideran que tienen mayor margen de movimiento. El informe localiza a los terroristas principalmente radicados en Cataluña y a orillas del mediterráneo, en el Levante español. El problema, según detalla el documento, haciéndose eco de un estudio del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), es que la nueva forma de operar de los terroristas, a través de lobos solitarios, no conlleva órdenes ni comunicaciones; los terroristas juran fidelidad y actúan por libre. “Al no existir comunicaciones es imposible interceptar nada”, detalla el estudio, que explica que los yihadistas quieren "recuperar España" porque es la tierra de sus ancestros.

Además, el estudio del Instituto Gatestone muestra su preocupación, a raíz de un informe elaborado por la Sección Operativa de Falsedades Documentales de la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales) a finales de 2014, por como los yihadistas retornados acceden al país a través de las múltiples redes de tráfico de personas que operan las mafias en el mediterráneo y usan España como plataforma para volver a sus respectivos países.

El documento del centro alerta sobre la actividad terrorista en Cataluña, donde asegura, haciéndose eco de una información del diario El País, que al menos 60 yihadistas dicen estar esperando una señal del Estado Islámico para atacar. En noviembre, continúa, la Policía arrestó en Madrid a 18 individuos, a los que se acusó de traer a combatientes de Siria a España. En abril, en varios municipios catalanes tuvo lugar una gran operación contra el yihadismo con 10 detenidos. Los yihadistas estaban dispuestos a secuestrar una persona y a degollarla al estilo que viene utilizando el grupo terrorista. En un encuentro no oficial que recoge el autor del informe entre 130 agentes de distintos cuerpos - Mossos, Guardias Civil, Policía Nacional y Policía Local-. Los agentes compartieron información sobre la amenaza y mostraron su preocupación por "la falta de entrenamiento y el esfuerzo para combatir el terrorismo yihadista".

La reunión, según relata el informe, sirvió para compartir información acerca de cómo detectar la "radicalización" y distinguir entre musulmanes ordinarios y yihadistas. Un agente del cuerpo antiterrorista aseguró que uno de los problemas clave que enfrenta la policía es que los yihadistas "se han infiltrado en la sociedad, beben alcohol, comen cerdo y visten como un occidental, siendo así indetectables". Uno de los agentes de policía en el encuentro añadió además: "Estamos jodidos y esto será mucho peor en el futuro, porque los radicales están cada vez más dispuestos a atacar".

Expansión del Estado Islámico

A casi un año de la proclamación del califato del califa Ibrahim, apodo para el líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi, la expansión territorial se limita casi al mismo territorio (una extensión de unos 700 kilómetros) que ocupaba hace 10 meses, pero por el contrario, el área de operación gracias a grupos que han jurado fidelidad al califa se ha extendido a cerca de 16 países y más de 10.000 kilómetros, llegando incluso a Libia, Argelia, India, Filipinas o Indonesia.

(Zona de control del EI (Agosto, 2014/Mayo, 2015) - Institute for the Study of War)

El Estado Islámico ha extendido su acción en Libia, donde controla las ciudades de Darnah, Surt, la base aérea de Gardabya y hace unos días tomó el control de la ciudad de Nofilya

Pese a que la coalición internacional ha puesto en jaque algunos de los movimientos de la organización terrorista, que hace unas semanas especulaba con la posibilidad de hacerse con una bomba nuclear en Pakistán con el fin de atentar contra los Estados Unidos, el Estado Islámico ha conseguido avanzar algunas posiciones importantes en los últimos días. La toma de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, por la que luchaban con las fuerzas gubernamentales desde enero, ha supuesto un duro golpe de la organización a las fuerzas leales al régimen iraquí. La región de Al Anbar, cuya capital está a tan solo 100 kilómetros de Bagdad, es un centro estratégico porque conecta con Siria, desde donde se abastecen los terroristas y con Jordania y Arabia Saudí. La toma de la ciudad podría acercar a varios grupos tribales suníes a la organización, que desde la toma de Ramadi se han lanzado de nuevo a la conquista de la ciudad de Faluya, a tan solo 50 km de la capital iraquí.

Mientras tanto, el grupo extiende su acción en Libia, en donde controla las ciudades de Darnah, Surt, la base aérea de Gardabya y hace unos días tomó el control de la ciudad de Nofilya. Además, la organización lucha con las fuerzas gubernamentales en Benghazi y en las últimas semanas han intensificado su acción más cerca de la capital, concretamente en Misurata, donde el pasado 31 de mayo explotaron un coche bomba que mató a cuatro soldados. Según relataba The New York Times, Libia se ha convertido en una importante zona de entrenamiento porque los grupos yihadistas en las tres regiones del país han jurado fidelidad al Estado Islámico.

Tras casi un año de lucha contra el Estado Islámico, la situación parece estar lejos de los planes quinquenales que planteaba la formación liderada por Abu Bakr al-Baghdadi, en el que tanto África, como la Península Ibérica, el imperio otomano y gran parte de Asia eran objetivos a conquistar por parte de los yihadistas. Acosados por la coalición internacional e inmersos en una lucha constante contra las fuerzas gubernamentales, los terroristas avanzan lentos pero sin descanso en su expansión, mientras los actores internacionales mantienen la alerta sobre nuevas acciones.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli