El CNI ha localizado al dirigente de ETA Josu Ternera en un punto de la Suiza francófona, según ha trascendido en fuentes de la lucha antiterrorista. Ternera, histórico de la banda terrorista, tuvo que abandonar Noruega a mediados de febrero, en compañía de los etarras David Pla e Iratxe Sorzabal, donde mantenía negociaciones con algunos de los denominados "verificadores" internacionales. Las autoridades de Oslo adoptaron esa decisión ante el nulo progreso del diálogo y al no observar gesto alguno de avanzar en el proceso de disolución de la banda.
Tras su expulsión de territorio noruego se pensó que probablemente el trío terrorista se instalaría temporalmente en Francia, hasta que hace unos días se supo que investigadores del CNI localizaron a Ternera en una localidad de la zona de habla francesa de Suiza.
La banda terrorista, que se encuentra en uno de los momentos más débiles de su historia, publicó un comunicado tras el fracaso de Oslo, en el que auguraba "consecuencias negativas" a la decisión de deshacer "el espacio de diálogo y negociación". El mensaje etarra tan sólo mereció por parte de Mariano Rajoy un escueto comentario sobre que la única noticia que espera por parte de los terroristas es su "disolución definitiva".
Expectativas
Los encuentros de Noruega, sin embargo, habían despertado ciertas expectativas entre algunos dirigentes del Partido Popular vasco, como Iñaki Oyarzábal, quien aseguró en su momento que ETA podría hacer en cuestión de "días o semanas" una entrega "parcial" de armas. No ha sido así. Fuentes de Interior aseguraron que este equipo de verificadores internacionales también confiaba en algún gesto positivo, pero ya han hecho saber a representantes políticos vascos que no volverán a intentarlo hasta al menos pasado el verano. En su comunicado, ETA dejó claro que la cuestión del desarme "no ha estado ni está en la agenda de trabajo de ETA y de la Comisión".
Interior considera que capturar a Ternera tendría efectos colaterales muy negativos
Poco después de producirse la retirada de los visados por parte de las autoridades de Noruega, país en el que se encontraban desde 2011, se produjo el fallecimiento de exjefe de la banda, Xabier López Peña, Thierry, en un centro hospitalario francés al que había sido trasladado desde la prisión en la que cumple condena. Esta muerte ha movilizado a las fuerzas políticas y sociales abertzales, que han protagonizado manifestaciones, homenajes y actos de repulsa a la actitud de los gobiernos de París y Madrid, a los que consideran culpables de la muerte del terrorista, uno de los más sanguinarios de la historia de la banda.
El viernes la llegada al País Vasco de los restos mortales de Thierry procedentes de Francia fue objeto de una tumultuosa recepción en el aeropuerto de Sondica entre gritos de "gora ETA militar" y con pancartas donde se leía "Adiós y honor, soldado vasco". Destacados dirigentes de Batasuna formaron parte de la comitiva, y del cortejo fúnebre que trasladó el cuerpo del etarra hasta el cementerio de Galdácano (Vizcaya), con decenas de coches con ikurriñas y gritos constantes en honor a la banda.
Fuentes de la lucha antiterrorista consideran que, una vez localizado Ternera, debería procederse a su detención, lo que supondría un importante golpe policial para la banda, con la lógica repercusión en todo su entramado y en el de sus colaboradores y simpatizantes. En Interior, según versiones fidedignas, parece que se trabaja con otro escenario ya que se piensa que en estos momentos tan convulsos del panorama abertzale, precisamente por la muerte de Thierry, capturar a Ternera tendría efectos colaterales muy negativos.
