"Todos los programas y planes encaminados a favorecer la reinserción de los presos están ahora, más que nunca, abocados al fracaso". Esta es una de las premisas que recoge el último número de Cuadernos de Pensamiento Político, editado por FAES, donde se lanza una dura andanada contra la política penitenciaria del Gobierno de Mariano Rajoy. Se teme que los planes de reinserción iniciados en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, a través de llamada "vía Nanclares", ampliados con Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior, mal administrados, no hacen otra cosa que dejar "una puerta abierta a la injusticia y a la impunidad".
Con el título "Las trampas de la reinserción", la abogada Carmen Ladrón de Guevara encuentra el paraguas de la fundación presidida por José María Aznar para criticar los pasos que se han dado hasta ahora en esta materia. "El conocido plan de reinserción no ha cumplido las expectivas generadas. Desde su puesta en marcha ningún preso ha querido acogerse a este programa", tal y como ha admitido el propio Ministerio. Sin embargo, a lo largo de estos meses, lamenta la ponente en el texto, "hemos sido testigos de la salida de la cárcel de terroristas de ETA con abultadas condenas a sus espaldas bajo la forma legal de permisos de salida, terceros grados y libertades condicionales".
Entre enero y agosto del año pasado, los presos del grupo Nanclares se han beneficiado de numerosos permisos de salida, como ha sido el caso de Urrusolo Sistiaga. En ese mismo periodo se han concedido hasta cuatro terceros grados además de libertades condicionales. Desde el Ministerio insisten en que todas estas decisiones tienen el correspondiente amparo legal, avalado además "por el principio constitucional básico de la reinserción", pero para al colaboradora de FAES se olvida el otro carácter de las penas privativas de libertad: la exigencia de justicia.
La fundación cree que el Estado no está siendo exigente en la aplicación de los criterios para acogerse a la reinserción
FAES defiende que el "frente de los presos" no solo no se ha roto sino que la banda terrorista mantiene un "férreo control" sobre los mismos, como indican las últimas manifestaciones de este colectivo o el apoyo dispensado al secuestrador de Ortega Lara y "asesino múltiple", Bolinaga, cuando más de trescientos presos dineros ponerse en huelga de hambre. En definitiva "tras una experiencia de más de cincuenta años podemos decir que la estrategia de divide a los presos y vencerás no ha funcionado", sentencia la fundación de José María Aznar en sus Cuadernos de Pensamiento Político.
La percepción, "fundada o no", de que las instituciones del Estado "tienen un interés desmesurado " en ofrecer a los presos de ETA una salida, "siempre ha sido interpretada por ETA y sus presos como una señal de debilidad del Estado", como un indicio de que "más pronto que tarde, el Estado acabará relajando los requisitos previstos en la Ley". Uno de ellos, la colaboración activa con las autoridades, "constituye una buena prueba de la sinceridad del preso que pretende acceder a los beneficios de la reinserción, por lo que el Estado debería ser exigente en su aplicación", pero Ladrón de Guevara cree que "no siempre lo es". Las víctimas han denunciado la "condescendencia" de las autoridades penitenciarias que han llegado a señalar que dicho requisito no es imprescindible.
FAES cree, a modo de resumen, que cualquier plan o programa de reinserción que suponga acortar la estancia en prisión de terroristas o "hacer borrón y cuenta nueva" para aquellos que están huidos "corre el riesgo de convertirse en una puerta abiernta a la impunidad".