Las fuerzas de seguridad francesas ya han culminado el inventario del escondite atribuido a ETA hallado este miércoles en el país galo. Según informan a Vozpópuli fuentes de la lucha antiterrorista, el zulo contenía un total de 120 detonadores artesanales. Los expertos antiterroristas franceses han comunicado a sus colegas españoles que eran de “muy buena calidad”.
Los trabajos han corrido a cargo de la SDAT (la Subdirección Antiterrorista Francesa) que ha confirmado que el zulo corresponde a ETA. La banda terrorista almacenó en ese lugar, además varios dispositivos de activación y cordón detonante, aceleradores de combustión, unos 10 kilos de pentrita, y una cantidad indeterminada de azufre, clorato. También potásico y polvo de aluminio, todo ello para la fabricación de explosivos.
Seis bidones vacíos
En el zulo hallaron además 100 cartuchos de calibre 12 (con diferentes inscripciones en español). Cuando llegaron las fuerzas de seguridad, se toparon con un total de siete bidones de unos 100, seis de ellos estaban vacíos. El escondite estaba en Marmeaux, en el Departamento de Yonnes a más de 200 kilómetros al sur de París.
No es el primer zulo de la banda que descubren las autoridades después de la escenificación del desarme que ETA llevó a cabo en abril de 2017 en Bayona en un último intento de forzar una negociación antes de decretar su disolución definitiva en 2018. Estos hallazgos varios años después demuestran que el desarme no fue total.
La tesis de las fuentes antiterroristas consultadas por este periódico apuntan que la organización -en su mayoría en la cárcel- ni siquiera tenía ya capacidad de hacer un inventariado de todo su arsenal al haber pasado los años y haber perdido la referencia. En otros casos, los terroristas dejaron abandonados estos zulos y renunciaban a acercarse por temor a que estuviesen controlados por las autoridades y acabar detenidos.