La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha lanzado una campaña contra la nueva ley de eutanasia que se está tramitando a toda velocidad en el Congreso de los Diputados. Han desplegado una lona de 500 metros cuadrados en la fachada de un edificio en el madrileño y acaban de empapelar las calles de la capital con carteles de calaveras.
La iniciativa ha tenido una gran acogida entre los diputados de Partido Popular y Vox, únicos dos partidos que presentaron enmiendas a la totalidad de la norma del Gobierno. Pero sus promotores defienden su "apartidismo" y niegan a Vozpópuli algún vínculo con ninguna de estas dos formaciones. "Es normal que nos apoyen, pero no tenemos nada que ver", dice Jaume Vives, responsable de la campaña junto a Pablo Velasco.
Es un combate a Vida o muerte.
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— Rocío De Meer ن (@MeerRocio) November 30, 2020
"En plena pandemia, cuando las prioridades deberían ser otras, el Gobierno acelera los trámites para sacar adelante una ley en la que no han comparecido expertos. El debate ha sido secuestrado y creemos que hay que colarlo en medio del océano de información al que estamos sometidos", sostiene.
La iniciativa de la asociación se resume en una página de web con el nombre de Vividores.org y en diversas acciones propagandísticas. "Vamos a interpelar a los partidos políticos", advierte. "No tiene sentido regular la eutanasia sin escuchar a los expertos en la materia y menos en un país donde el 50% de los enfermos que necesitan cuidados paliativos no los reciben", argumenta.
Defienden cuidados paliativos
Vives se hizo conocido en 2017 tras responder a las caceroladas independentistas con Manolo Escobar a todo volumen desde un balcón de Barcelona. Después se sumó a la plataforma Tabarnia. Pero explica que lleva años alejado del asunto del secesionismo y que se ha involucrado en esta nueva causa porque "es justa".
"Me implico en las causas justas. Nos va la vida en ello. El buen lenguaje como 'muerte digna' o 'buen morir' oculta cosas malas. Es muy peligroso asumir que hay vidas menos dignas porque se sufre", opina. "Todos queremos vivir, solo que a veces el dolor y el sufrimiento te hace sentir una carga. En España hay unas 60.000 personas con dolores insufribles sin cuidados paliativos, la muerte no es la solución", añade.
PSOE y Podemos pisan el acelerador
'Vividores' recoge testimonios de familiares de enfermos y de pacientes que rechazan la eutanasia y priorizan los cuidados. También divulga testimonios de profesionales de la sanidad, la educación y un cura sobre la vida y la muerte.
Sus argumentos chocan con los de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente (DMD) y con los de la mayoría de grupos parlamentarios que componen la Cámara Baja. A excepción de PP y Vox, el resto de fuerzas políticas apoyan la eutanasia y avanzan en su regulación.
Desde DMD defienden que los países con leyes de eutanasia, como Bélgica, Países Bajos y Canadá, tienen sistemas de cuidados paliativos excelentes: consideran que la eutanasia y los paliativos no son excluyentes.
PSOE y Podemos pisan el acelerador para convertir el "derecho a morir" en una prestación más de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y la semana pasada la Ponencia del Congreso aprobó a puerta cerrada un dictamen final sobre la ley.
La elaboración del documento con la correspondiente inclusión de las enmiendas aprobadas se hizo en dos días con el apoyo de las fuerzas de la coalición de Gobierno, sus socios de investidura y Ciudadanos. Ahora, el texto y las propuestas para introducir modificaciones serán sometidos a votación en la Comisión de Justicia, que prevé reunirse en menos de tres semanas.